Este es un nuevo ejemplo de la intervención del Estado en la Educación, alejada nuevamente de la libertad de mercado y de la independencia y autonomía de los centros para atraer al "cliente", y que lleva a otorgar privilegios mediante regulaciones a los lobbies, imponiendo la obligatoriedad de comprar cada año libros nuevos beneficiando a dichos lobbies/empresas en contra del consumidor/alumno/familias exigiéndole gastarse una parte sustancial de su renta.
Una política nuevamente muy keynesiana (consumir y consumir) en lugar de permitir ahorrar a las familias y que obviamente no perjudica a la economía (aunque se repita machaconamente lo contrario), puesto que dicho dinero o bien es ahorrado para invertirse y permitir mejoras en productos y un futuro consumo (el ahorro es consumo futuro y el consumo hoy es no consumo mañana), siendo el ahorro la base del capitalismo (no lo que tenemos hoy, que ataca constantemente al ahorro incitando al consumo aunque no se tenga capital), y por otra parte, dicho ahorro en el bolsillo del ciudadano le permite gastarlo en otra cosa necesaria y que no tenga (ya sea reducir su deuda, pagar la hipoteca, comprar otra cosa que no podría...).
Pero es lo que tiene el libre mercado, que perjudica especialmente a los que están instaurados en el poder y afines y a los que tienen privilegios no por su buen hacer, sino por el abuso de terceros gracias a las normas e imposiciones y a no dejarles libremente decidir.
Pero la que desde luego no es la solución es permitir esto y exigir que los libros sean "gratis" pagados por terceros a la fuerza (vía subvenciones), en lugar de que los paguen los interesados (que también pagan indirectamente sin saberlo).
Pero la que desde luego no es la solución es permitir esto y exigir que los libros sean "gratis" pagados por terceros a la fuerza (vía subvenciones), en lugar de que los paguen los interesados (que también pagan indirectamente sin saberlo).
Artículo de ABC:
"Elena Alfaro, una madre madrileña que desde hace más de un año lucha por la gratuidad de los libros de texto en la red pública y concertada, volvió ayer al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, esta vez para registrar un total de 270.000 firmas para exigir medidas como la reutilización del material escolar, con recursos como losbancos de libros que se organizan en prácticamente todos los países de la Unión Europea.
Alfaro impulsa así de nuevo la campaña iniciada a través de una conocida plataforma de internet, que en septiembre del año pasado le llevó a presentar ante el departamento que dirige José Ignacio Wert94.000 firmas de apoyo, una tercera parte de las actuales.
En aquel momento, según explicó ayer a Ep, solo obtuvo «un recibí como respuesta». Ahora espera que alguien del Ministerio conteste a su llamamiento.
«Me encantaría ver al ministro o a alguien que le represente para que vean que las vuelvo a entregar y para que de alguna manera se hagan también responsables. Este silencio eterno no puede ser, ni por ética ni por estética», señaló Alfaro, que insistió en que son muchas las familias detrás del bloque de folios dirigidos a la atención de Wert.
Madre de dos hijas, esta madrileña dice estar muy agradecida por el apoyo ciudadano a su iniciativa y sentirse «muy responsable» de lo que ocurra con ella.
«La cantidad de mensajes que he recibido a través de la web, en privado o en las redes sociales es espectacular. La gente está deseando algo así. Es hora de que se den pasos por la educación de todos y yo espero no defraudarles», añadió.
Alfaro entregará los documentos con las firmas y 17 copias en formato digital para su remisión a las consejerías de Educación de las distintas Comunidades Autónomas, competentes en esta materia.
No obstante, confía en que los grupos parlamentarios en el Congresotomen medidas al respeto, ya que UPyD registró una proposición no de ley el pasado diciembre que recoge el préstamo de los libros escolares."
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