- Un acto de revolución violento que no acaba tras caer el anterior régimen, sino que lo sustituye, siendo aún mucho peor.
- El juego y la manipulación de las palabras atribuyéndose siempre lo que no son, pero presentándose siempre como tales y en su defensa. Característico es que los regímenes comunistas se denominan en sus siglas democráticos (célebre es el caso de la "democrática" Alemania comunista o de la Corea comunista).
-Nula libertad de pensamiento y acción. El individuo es sometido a la voluntad del partido colectivista. No hay lugar para la discrepancia y la voluntad del poder se impone a la fuerza de manera violenta.
-Supresión a la fuerza de cualquier creencia religiosa. El comunismo es la nueva religión, el Estado es el nuevo Dios, el líder político el nuevo profeta, y los representantes sus profetas. El ciudadano vive por y para el Estado y todo lo que uno es y tiene se lo deben a él. El paraíso no se promete muerto, sino que el socialismo promete el paraíso en vida. Por tanto, es imperativo acabar con cualquier otra competencia que le haga sombra o de esperanzas de resistencia al régimen.
Por supuesto, los desastres del comunismo y las aberraciones que conllevan su ideología no se enseñan en las escuelas, y son bien desconocidas por mucha gente, pero es que ello supondría acabar con el mito ideológico que tiene en la cabeza tanta gente.
Por ello, se siguen mostrando banderas y numerosos símbolos con orgullo de regímenes asesinos y deshumanizadores en cada protesta. No saben lo que están reclamando...
Artículo de Libertad Digital:
"El 17 de abril de 1975, hace 39 años, los Jemeres Rojos, una organización comunista camboyana, derrocaron al general Lon Nol -quien regía una dictadura militar desde 1970- para instaurar un régimen de terror que se cobró la vida de entre dos y tres millones de personas en un país que contaba, entonces, con una población de 7,3 millones de habitantes.
![](http://s.libertaddigital.com/fotos/noticias/650/0/mapa-craneos-camboya.jpg)
La ideología de los Jemeres mezclaba maoísmo con ideas anticolonialistas. El nuevo régimen, la Kampuchea Democrática, quería poner fin a dos mil años de historia e inaugurar una nueva época -desde el "Año Cero"- eliminando todo lo que tuviera que ver con el pasado: la moneda, el mercado, la educación, las maneras de vestirse, la religión, los libros, lo que viniese del extranjero, el modelo de familia...
El 17 de abril de 1975 fueron forzadas a salir de sus ciudades dos millones de personas. El régimen dividió a la población entre quienes apoyaron la guerrilla y quienes no, llamándolos "la gente del 17 de abril". Estos segundos eran considerados enemigos del nuevo Estado, traidores a la patria y representantes de un sistema feudal que debía desaparecer. Así, vació las ciudades de sus habitantes -según los supervivientes, pacientes de hospital fueron obligados a caminar fuera de la urbe-, asesinó o envió a campos de concentracion a intelectuales, empresarios, religiosos o extranjeros, sin distinción de sexo o edad, y desapareció la moneda, el comercio o el mercado.
La Kampuchea Democrática murió en 1979, tras una intervención militar de Vietnam en Camboya. Su líder, Pol Pot, sobrevivió hasta 1998 -murió en la selva- y hasta 2007 no se abrieron los primeros juicios contra algunos de los genocidas.
¿Cuántas personas murieron desde que se instauró el régimen hasta que cayó? Los vietnamitas apuntaban a 3 millones de personas, mientras la CIA decía que eran entre 50.000 y 100.000 personas. Actualmente se calcula en dos-tres millones de personas muertas bajo la tiranía asesina de los Jemeres Rojos. Unas 700.000 personas murieron de hambre y enfermedades; entre 400.000 y 600.000 fueron ejecutadas; 400.000 murieron en la Regularización Obligatoria y otras 300.000 por "causas diversas"."
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