Elentir muestra otro ejemplo (una de tantas ciudades) de desigualdad en las reglas y distinto trato privilegiando a un sexo por una cuestión política e ideológica, cuyas consecuencias pueden ser trágicas, pues la naturaleza y sus leyes no entienden de "perspectivas de género".
Artículo de Contando Estrelas:
Vigo va a necesitar que los incendios, inundaciones y las catástrofes tengan “perspectiva de género” para adaptarse a las ocurrencias de su alcalde socialista.
Abel Caballero rebaja los requisitos para que las mujeres entren en los bomberos
Ayer se iniciaron en la ciudad las pruebas físicas para los aspirantes a cubrir 12 plazas en el Cuerpo de Bomberos de Vigo. Hay 126 aspirantes, y de ellos 4 son mujeres. Me parece genial que haya mujeres que decidan asumir el reto de demostrar que son capaces de hacer los mismos trabajos que los hombres. El caso es que, según Atlántico Diario, los hombres tendrán que hacer la siguiente prueba con un total de 11 dominadas al final de la escalera:
Por el contrario, a las mujeres sólo se les exige 6 dominadas. Me parece aceptable que se pongan requisitos distintos para hombres y mujeres en trabajos donde la fuerza física no marque una diferencia esencial a la hora de desarrollar el trabajo, pero en los cuerpos de bomberos la complexión física de un bombero puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Por poner un ejemplo, un bombero tiene que ser capaz de poder arrastrar a un compañero o un paisano que haya resultado herido en un incendio dentro de un edificio.
El año pasado, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, del PSOE, decidió establecer requisitos distintos para las bomberas y los bomberos en las pruebas físicas de acceso al cuerpo. Justificó esta discriminación con las siguientes palabras: “Tenían que ser casi campeonas olímpicas y me parecía que era un elemento de injusticia y desigualdad importante”. Ciertamente, entre hombres y mujeres existe una desigualdad importante: la que marca la distinta complexión física que nos ha dado la naturaleza. Decir que eso es una “injusticia” es como decir que es injusto que el sol salga por el este o que llueva más en Galicia que en el Sáhara.
Los socialistas, otra vez contra la realidad
Por mucho que les pese a los socialistas, la naturaleza nos ha hecho diferentes. Eso significa que, de media, los hombres somos más altos y más fuertes, y a su vez las mujeres están mejor capacitadas para las relaciones sociales y para hacer varias tareas de forma simultánea. La naturaleza también ha querido que las mujeres puedan concebir hijos y los hombres no. Por supuesto, eso no significa que debamos ser desiguales ante la ley. Hombres y mujeres tenemos los mismos derechos y debemos tener las mismas oportunidades, pero eso no implica que debamos tener los mismos resultados en todo.
La historia demuestra lo peligroso que es ignorar la realidad y pretender someterla a los caprichos de una ideología. Lamentablemente, los socialistas se han empeñado en ignorar la evidencia de las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, y con ello están abriendo la puerta a innumerables disparates, aparentemente sin que les importen ni un pimiento las consecuencias, por muy graves que sean. Lo único que les importa es quedar como los campeones de la igualdad, aunque sea poniendo en riesgo vidas humanas.
¿Abel Caballero pedirá que los incendios tengan «perspectiva de género»?
Sobre el caso que nos ocupa cabría preguntarse: ¿Abel Caballero pedirá también que los incendios, inundaciones y otras catástrofes que haya en Vigo tengan “perspectiva de género”? Porque los bomberos van a tener que afrontar las mismas desgracias, sean hombres o mujeres, y la realidad es implacable y no se somete a la ideología de género. Lo único que garantiza que haya personas con requisitos más bajos es que no van a poder afrontar las mismas situaciones que sus compañeros en igualdad de condiciones. Si llegado el momento eso provoca algún muerto, ya verán la forma de taparlo. Total, para algo tiene don Abel el control que tiene sobre los medios locales a base de publicidad institucional.
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Foto: Cédric Sacilotto.
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