jueves, 13 de agosto de 2009

La DGT coloca radares donde menos accidentes se registran. (Política, Economía. 46)

El informe de EuroRap difundido por El Mundo, cuestiona la estrategia de la DGT de controlar la velocidad. Coloca radares en tramos en los que jamás se han registrado accidentes, y deja las zonas más peligrosas sin señalización de advertencia. Mientras, su recaudación aumenta 600 millones de euros.


El club de automovilistas RACE ha elaborado el informe EuroRAP con los últimos datos disponibles de la DGT y el Ministerio de Fomento, y ha desvelado que apenas 41 de los 157 puntos negros de nuestras carreteras están señalizados.

A pesar de que la DGT se felicite asiduamente por la reducción de víctimas, lo cierto es que su estrategia no pasa por controlar la velocidad en los tramos donde se localicen los accidente, tal y como recomienda el informe. En cambio, optan por sancionar económicamente a aquellos conductores que circulen por tramos en los que jamás se han registrado accidentes, como el túnel de Guadarrama donde Tráfico ha colocado el radar más efectivo del que dispone.

Por otro lado, tal y como señala El Mundo el peor punto negro de España, continúa sin señalizarse a pesar de que apenas 100 kilómetros lo separen del modero radar de la sierra madrileña. La modesta carretera comarcal que conecta las localidades de Valdeavero con Camarma de Caño, cerca de Alcalá de Henares (Madrid) registra 15 muertos, en escasos 900 metros. Pero los conductores que circulan por la vía, no encuentran ni una señal que advierta de la escalofriante cifra.

Es la propia DGT la que se contradice y deja al descubierto su afán recaudatorio. Sus estadísticas apuntan que solo un 13% de los conductores implicados en accidentes habían superado los límites de velocidad, y a pesar de ello continúa aferrándose a la tesis que le permite sancionar económicamente: Más velocidad, más accidentes, más multas, más recaudación.

La DGT niega sistemáticamente este punto y defiende, que desde la implantación del nuevo carné por puntos, la instalación de las 505 máquinas para castigar excesos de velocidad ha sido una de las mejores herramientas para lograr el espectacular descenso de víctimas sobre el asfalto. En 2005 murieron 4.442 personas en las carreteras y, el año pasado, 2.182, un 50,8% menos.

Otro avance que implantará la DGT a partir del otoño será un sofisticado radar por tramos en el túnel de la AP-6. Es curioso que invierta 500.000 euros controlar la velocidad de un tramo en el que nunca se ha registrado un accidente grave, pero que curiosamente atraviesan 20.200 vehículos a diario. Su argumento de defensa es claro "No es un punto negro, pero así evitaremos que lo sea" ha asegurado un responsable de Tráfico.

Quizás la explicación a estas contradicciones, sea la que apunta el diario El Mundo: "si baja el número de víctimas también aumentan los ingresos de la DGT". Y las números lo respaldan, a pesar de que Tráfico se abstenga de dar cifras oficiales: la recaudación de la DGT podría ascender 172 millones de euros, basándose en las 924.000 sanciones por exceso de velocidad que se han registrado en 2009.

Con todo ello, Tráfico ha pasado de manejar un presupuesto de 400 millones de euros a superar los 1.000 millones de euros, una auténtica máquina de hacer dinero. Tal y como señala El Mundo, "supone una tomadura de pelo a los ciudadanos caer en la perversión de convertir un instrumento de prevención en uno de recaudación más aún en un momento en el que las arcas del Estado se vacían, éstas sí, a toda velocidad".

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