viernes, 22 de enero de 2016

La falacia del gasto público como estímulo de la economía

Me hago eco de esta breve refutación (página Escuela Austriaca de Facebook) sobre la afirmación de que el gasto público crea su propia demanda en base al multiplicador keynesiano (que el gasto público estimula la economía "más de lo que gasta":

"Ojeando hoy en la sección de economía de Waterstones, me he encontrado con un manual DK que afirma en una de sus páginas que el gasto público crea su propia demanda en tiempos de recesión en base al multiplicador keynesiano ilustrándolo mediante el siguiente gráfico. Se supone que el gasto público estimula la economía "más de lo que gasta" porque al crear nuevos puestos de trabajo los trabajadores que antes estaban desempleados y sin poder adquisitivo ahora podrán gastar el dinero ganado creando con ello una nueva demanda que antes no se daba en la economía.

¿No consiste esto en una tergiversación de la ley de Say que dice que la producción agregada crea de forma necesaria una cantidad igual de demanda agregada?
Como cada individuo no puede adquirir los productos de otros sino es por medio de lo que él mismo produczca (el valor de lo producido es igual al valor de lo comprado), cuanto más se produzca, más se podrá comprar. Ahora bien, Say parece querer decir que el mercado no se puede saturar en el sentido de que la producción sobrepase en exceso a la demanda. Si así fuera y se diera el caso de que un producto hubiera sido producido en exceso ello implicaría que habría otro producto para el cual no se ha satisfecho la demanda.
Es decir, que si hay bienes que no se venden es porque hay otros que no se producen. Pero en lo tocante al gasto público tenemos que el Estado gasta en áreas para las cuales no parece haber demanda, pues si la hubiera el Estado no se habría molestado en gastar en esas áreas, y lo que se gasta en algo no se puede gastar en otra cosa.
Es decir, que el Estado sólo puede aumentar el gasto público por medio de reducir el poder adquisitivo de los ciudadanos de tal forma que existiendo demanda para algo estos tendrán ahora que elegir entre una cosa y otra, luego en verdad lo que ocurre es que el gasto público es gasto improductivo a costa del gasto productivo que hacen los ciudadanos cuando demandan cosas. Es cierto que los trabajadores que reciben ese dinero podrán gastar ahora un dinero que no tienen, pero ello sólo a costa de mermar el poder adquisitivo en el sector privado."


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