martes, 28 de junio de 2011

Antes de que el barco se hunda, Zapatero empieza a colocar a todos sus amigos. (Política, Economía. 341)

Una nueva demostración de los objetivos de la clase política y de sus méritos:

"La sensación de fin de ciclo se ha instalado en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, donde en las últimas semanas se vive un éxodo de altos cargos en busca de nuevos puestos donde recolocarse ante la previsible llegada del PP. El último caso conocido es el de Bibiana Aído, que cambia el Ejecutivo por un despacho en ONU Mujeres, pero antes que ella han dejado el barco Bernardino León, Carlos Ocaña, el jefe de Gabinete de Francisco Caamaño o el director general de Cooperación Autonómica. Con el Gobierno como trampolín, todos ellos han encontrado suculentos destinos tanto en el sector público como en el privado.

Con la ayuda del propio presidente, quien ha blindado a algunos de sus peones más próximos, estos días se multiplican las salidas del Ejecutivo con destino a diversas instituciones nacionales e internacionales.

Así, Zapatero ha conseguido que Bernardino León, uno de sus asesores más cercanos y todavía secretario general de la Presidencia, sea previsiblemente nombrado enviado especial de la Unión Europea para la ribera sur del Mediterráneo. Algo así como el hombre de Bruselas en la primavera árabe. Algo que finalmente no ha logrado en el caso de Moratinos y su fallida candidatura a la dirección de la FAO.

Otra figura que ha encontrado refugio fuera de España es Bibiana Aído. La ex ministra de Igualdad, reconvertida en secretaria de Estado, anunció el sábado su marcha a ONU Mujeres como asesora especial de la directora, Michele Bachelet. La salida de Aído certifica también la muerte del proyecto de renovación generacional que esbozó el presidente, así como su apuesta por la paridad y la juventud en su Gabinete.

No obstante, los cambios llevados a cabo en el seno de las instituciones nacionales son incluso más relevantes, ya que representan el legado de Zapatero en organismos económicos y de regulación. Carlos Ocaña, ex secretario de Estado de Hacienda, dejó su cargo este mes para convertirse en director general de Funcas, la Fundación de las Cajas de Ahorro. Precisamente, Alberto Lafuente, presidente de Correos y Telégrafos y un buen amigo de Ocaña, fue elgido para dirigir la Comisión Nacional de la Energía. Lafuente se había convertido en el Mr. Postman de Zapatero tras acreditar su pedigrí socialista en la Fundación Alternativas, y ahora quedará al frente del regulador energético.

Baile de nombres en la Administración

De igual modo, el ex secretario de Estado de Telecomunicaciones, Bernardo Lorenzo, dio el salto en abril desde el ministerio controlado por Miguel Sebastián a la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones. Y hace solo una semana, José Luis Rodríguez Álvarez, ex jefe de Gabinete del ministro de Justicia, tomó posesión como director de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).
Por otra parte, en la Dirección General de Cooperación Autonómica se ha producido la huida de Enrique Ojeda, destinado como nuevo embajador en El Salvador, y el aterrizaje de Pilar Ventura, ex consejera de Ciencia, Tecnología y Universidad del Gobierno de Aragón, donde el PP ha expulsado al PSOE del poder. Un baile de nombres en las diferentes capas de la Administración que, muy probablemente, continuará en los próximos meses.

Para otros tantos, todavía queda la esperanza de aparecer en el BOE, como el veterano Juan Carlos Rodríguez Ibarra, a quien Zapatero ha desingnado recientemente miembro del Consejo de Estado."

Fuente: El Confidencial

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Twittear