domingo, 16 de octubre de 2016

El Estado y los totalitarismos explicados, por fin

Luís I. Gómez sobre la esclavitud voluntaria a la que nos vemos sometidos de manera creciente y sin que nadie le importe. 
Es más, lejos de importarle, reclama más...

Artículo de Desde el Exilio:
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Durante años de lecturas y escrituras sobre la libertad y la condición humana me he preguntado en voz alta y en la soledad de mi despacho cómo era posible que las personas pudiesen aceptar regímenes totalitarios, vivir bajo ellos y no salir cada día a la calle a protestar. Me he preguntado cómo era posible que hubiesen existido dictaduras de todo pelaje, dictablandas “generosas con la gente” y democracias monstruosas lanzando llamas desde las torres de babel de sus oficinas ministeriales.
Nos han quitado la moneda y quieren quitarnos el dinero en efectivo, y nadie sale a la calle. Nos han obligado a pagar el 50% (no se olviden del IVA cuando hagan la cuenta!) de lo que ganamos a cambio de servicios en su mayoría de mala calidad y nadie sale a la calle. Nos roban vía corrupción, cajas “B” y nepotismos varios buena parte de lo que creemos que es de todos, y nadie sale a la calle. Han hecho imposible que una familia viva de un solo sueldo, nos han obligado a digitalizar los secretos más íntimos, nos han prohibido fumar y nos obligan a pagar por “arte” que no deseamos. Nos han obligado a que los controladores de calidad medioambiental visiten nuestras casas a extender certificados, nos hacen pagar dos veces por usar la calle con nuestros vehículos, una por transitar, otra por aparcar. Nos cuentan historietas sobre cambios climáticos asesinos con el fin de manipular a su antojo el mercado energético y aumentar el coste del recibo de la luz a final de mes. Nos obligan a usar un tipo determinado de bombillas en nuestras casas y un tipo de terminado de combustible en nuestros coches. Si hay que elegir “representante”, nos dicen cómo hacerlo y a quién podemos elegir. Si queremos emplear a alguien, o vender nuestra capacidad de trabjo, nos dicen en qué condiciones y bajo qué precio. Nos …
… Y nadie sale a la calle …
Lo voy entendiendo.

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