lunes, 22 de octubre de 2018

Sánchez dispara el gasto en 16.000 millones mientras la Eurozona hace lo contrario

Diego Sánchez de la Cruz muestra la tendencia contraria que lleva España en cuanto al aumento significativo del gasto en comparación a nuestros socios europeos. 

Más gasto, que será estructural, más impuestos y reducción de la renta disponible en el bolsillo de los ciudadanos, más palos para la creación de riqueza (empleo sostenible, inversión, salarios, generación de empresas...) y más rigidez y dificultades para afrontar la desaceleración económica, no digamos un próxima crisis. 


Artículo de Libre Mercado: 

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno | EFE

El gobierno de España anunció el pasado lunes que los Presupuestos Generales del Estado para 2019 contemplan un aumento significativo del gasto público. En comparación con 2018, los desembolsos de las Administraciones Públicas subirán un 3,1%, lo que supone alrededor de 16.000 millones de euros.
Si repasamos la base de datos fiscales de Fondo Monetario Internacional, podemos constatar que el rumbo que sigue el gobierno de Pedro Sánchez choca frontalmente con la senda fiscal que está siguiendo el resto de países de la Eurozona. Y es que, mientras los socios de la moneda única tienen previsto rebajar el peso del gasto público por un promedio equivalente al 0,21% de su PIB, España anuncia aumentos presupuestarios que suponen el 1,38% del PIB.
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El planteamiento fiscal que heredó Pedro Sánchez era muy distinto. Los Presupuestos Generales del Estado para 2018 anticipaban que, en 2019, la Administración Rajoy recortaría el peso del Estado sobre el PIB un 0,58%. Está por ver si Bruselas dará el visto bueno a la expansión de gasto planteada por el gobierno del PSOE y sus socios de Podemos, pero la comparativa con la Eurozona resulta reveladora.
Así, hay ocho países que sí anuncian aumentos de gasto en 2019, pero con porcentajes que van del 0,03% alemán al 0,38% chipriota. Países Bajos, con su 0,38%, Lituania, con su 0,2%, Luxemburgo, con su 14%, Eslovenia, con su 14%, Italia, con su 0,08% o Estonia, con su 0,06%, también van a aumentar el peso del Estado sobre el PIB, pero de forma mucho más limitada.
El contraste es aún mayor si nos fijamos en el resto de socios de la Eurozona. En Malta, la ratio gasto/PIB bajará un 0,08%, mientras que en Austria se recortará un 0,21%. Irlanda plantea un recorte del 0,32% del PIB, idéntico porcentaje que Portugal. Bélgica y Finlandia se mueven en el 0,44% y el 0,45%, respectivamente.
Los socios más austeros serán Eslovaquia, con una caída del gasto equivalente al 0,5% del PIB, Letonia, con un recorte del 0,7%, Grecia, con un tajo del 0,99%, y Francia, con una caída del 1,03%. España habría entrado en este grupo si se hubiese mantenido la senda pactada por Rajoy con Bruselas, puesto que el objetivo para 2019 partía de un recorte del 0,58% del PIB en el tamaño del Estado.
En promedio, de cara al año 2019, los países integrados en la moneda única tienen previsto reducir la ratio gasto/PIB un 0,21%. España, por tanto, se desmarca de sus socios y plantea un escenario rupturista que choca frontalmente con la tendencia de nuestro entorno

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