Juan R. Rallo analiza y desmiente en el siguiente vídeo dos grandes mitos sobre el gasto social en España.
Y la conclusión, a la vista de los datos y hechos (no los vacíos y demagogos discursos políticos) es evidente. "Que el Estado se puede reducir y aún así, aumentar el componente redistributivo hacia las rentas más bajas". Se puede defender un estado más pequeño y un mayor porcentaje de ese gasto social (disminuido) hacia las rentas bajas (ejemplo de Nueva Zelanda).
La mayor parte de las transferencias monetarias de este estado hipertrofiado no van a parar a las rentas más bajas, sino a las más altas. Los pobres son la excusa para cebar innecesariamente el tamaño del Estado. Incluso para aquellos que defienden la redistribución forzosa de la renta desde ricos a pobres es posible un Estado más pequeño que el que tenemos actualmente y que sea más redistributivo hacia los que menos tienen. Por consiguiente, no existen razones de peso para seguir justificando un crecimiento desbocado de nuestro Estado.
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