lunes, 18 de mayo de 2015

¿Realmente se están forrando las eléctricas?

Es conocida los típicos ataques a las eléctricas por sus beneficios contables, como hace Podemos exigiendo que no cobren el déficit de tarifa que se les debe.

El siguiente artículo analiza sin entrar en cuestiones ideológicas la naturaleza de sus a priori, jugosos beneficios, centrándose en el caso de Iberdrola, y mostrando el flujo de caja que produce la compañía (la caja, liquidez o dinero contante que genera, no el contable).

Y el resultado del análisis financiero es bien distinto y sorprendente para muchos.


Y esto adelanto no es una defensa del funcionamiento del sistema eléctrico, sin duda uno de los más intervenidos y regulados, y desde luego menos libre que existe, y donde la planificación del Estado es mayor (una oferta dirigida y controlada por el Estado como muestran las políticas energéticas llevadas a cabo en la última década, que han sido un absoluto despropósito y han provocado un aumento de la factura eléctrica y del coste energético ciertamente bochornoso y que seguirá produciéndose fruto de la imposición estatal vía subvenciones/primas e impuestos para lograr sus objetivos políticos. Y una demanda sin libertad de elección real entre fuentes alternativas que originen la electricidad consumida, cuyos precios serían muy distintos a los actuales, habiendo algunas fuentes muy baratas y otras muchísimas más caras. Por el contrario, dicha elección viene impuesto por el Estado socializándose todos los costes entre el consumidor/contribuyente, de ahí que la elección entre eléctricas tenga tanta poca validez. Son productores de energía que actúan bajo los parámetros impuestos, con incentivos hacia una producción más cara por las primas que se reciben en el que se ha ido ocultando el verdadero coste de la luz al consumidor para ir subiéndolo con el mayor disimulo posible y con ascensos paulatinos, lo que generaba el déficit de tarifa.

Nada que ver con la libertad de mercado. Precisamente, el problema es la falta de libertad de mercado y arbitrariedad política para imponer al consumidor su política energética, destrozando a impuestos (el 50% de la factura de la luz son impuestos diversos) al consumidor y haciéndole consumir una energía mucho más cara de la que podría. Y la solución de algunos iluminados no es más de lo mismo como pretenden, nacionalizando además el sector para socializar aún más los costes incrementándolos en mayor medida, con el engaño de bajar el precio de la luz a corto plazo para a cambio subir más aún los impuestos que nos quitan, y haciendo menos eficientes a otros muchos sectores que pagarán dicho error, provocando un daño mucho mayor para la sociedad (menos empleo en el conjunto de la economía, costes de la energía más cara que SIEMPRE son pagados, costes del sector mayores derivadas de la nacionalización y burocratización, eliminación de la competencia -ya muy minada y atada por la planificación estatal-, menor incentivo a la producción y a la inversión (los costes de la luz son el día a día de los países con sistemas eléctricos nacionalizados)...

Artículo de su blog personal (Vía Barcepundit):

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