sábado, 19 de diciembre de 2015

Elecciones: Hacienda siempre gana

Adría Pérez analiza las medidas todas en la misma dirección de los cuatro mayores partidos con opciones de gobierno, que no es otra cosa que "aumentar más el poder absoluto del Estado frente al individuo, sin salvaguardias ni contrapesos, encaminadas a favorecer a Hacienda en contra de los contribuyentes".

Como bien concluye, "puede que el votante busque regeneración, continuidad, aire fresco, cambio, pero lo que seguro van a elegir el próximo domingo, independientemente del parido al que voten, es el incremento del Poder fiscal, sin alternativa y sin contrapoderes".
 
Artículo de Voz Pópuli: 
Los debates electorales, los mítines y las entrevistas siempre tienen un apartado para que el candidato exponga la modificación de tipos que va a hacer por allí, las deducciones que creará por allá, y cómo eso le permitirá gastar y redistribuir... por nuestro bien.
Pero suelen pasar desapercibidas sus propuestas para aplicar esos impuestos, es decir, ‘las formas’ del sistema tributario, esas leyes que suelen aprobarse por la puerta de atrás. El problema es que estas medidas que se proponen en los programas electorales de los cuatro partidos con opciones de gobierno son extremadamente similares y siguen la tendencia a aumentar el poder absoluto del Estado frente al individuo, sin salvaguardias ni contrapesos, encaminadas a favorecer a Hacienda en contra de los contribuyentesNinguno se ha replanteado por qué es necesario que nuestro sistema fiscal siga esta deriva para poder recaudar.
Lo que sigue es lo que se votará este domingo y lo que terminará aprobándose en el parlamento:
Cárcel, delitos e infracciones
Los partidos proponen revisar (para ampliar, recaudar y disuadir) las infracciones administrativas y delitos (PSOE-61). En concreto incrementar las penas de prisión por delitos fiscales (PSOE-163). Asegurarse de que se cumplan tales privaciones de libertad aunque se ingrese el dinero y las multas (Ciudadanos-110). Aumentar su imprescriptibilidad hasta los 10 años (PSOE-163, Podemos-38). Reducir el umbral para considerarse delito a 50.000 euros y aplicar a todos estos delitos las penas más graves que ya fijó el PP (Podemos-39). O hacer públicas las identidades no ya por delitos sino por infracciones (!) superiores a 30.000 euros (PSOE-61), compitiendo con el Estado de sitio fiscal del PP.
Sin embargo, por muy mala prensa que tengan estos delitos (o incluso infracciones), se trata de delitos económicos, de cantidades de dinero que se han dejado de ingresar. La desproporción entre no entregar un dinero y la privación de la libertad, uno de los principios más sagrados de nuestra civilización, se incrementaría con este tipo de medidas represivas. En todo caso, la imposición de más multas parecería el intento más proporcionado para castigar este tipo de delitos. Parece que otro tipo de delincuentes tengan más garantías que quienes no pagan impuestos.
Además, de aprobarse estas medidas, siempre existirá el riesgo de que ello sea la antesala para extenderlas. Si hoy se impone y amplía la prisión por no pagar, mañana será fácil que también se aplique para cada vez más infracciones. Un proceso muy habitual en este tipo de leyes.
El delirio fiscal total: además de los patrios, más impuestos desde fuera
PSOE y PP quieren impulsar una Unión Fiscal en la UE  para dotarla de "dimensión fiscal". En otras palabras, para que pueda gastar más, ejercer un mayor control y fiscalización, crear impuestos y obligar a su uniformidad en el territorio europeo. Más intercambio de información entre haciendas, elaborar lista negra de empresas que cometen fraude fiscal y planificación fsical “agresiva” (PSOE-176, PP-73). Un Tesoro europeo significa más impuestos… europeos.
Y en esta línea, el delirio total podemita, fiscalizador y controlador, llega a pretender una agencia fiscal internacional bajo el auspicio de la ONU contra la elusión, competencia fiscal, con capacidad sancionadora y la posibilidad de crear más impuestos globales, uno sobre la riqueza, sobre las transacciones financieras, modificar la normativa interna de los paraísos fiscales (lo que equivale a invadirlos fiscalmente, Podemos-47)… y hasta ahí, de momento.
Mayor intrusión fiscalizadora
Llama la atención hasta dónde quieren los partidos aumentar su alcance y poder con su estrategia intrusiva. Hasta el punto de meterse dentro de las Pymes y estandarizar la facturación de las Pymes (PSOE-163) o simplificar su contabilidad, sin estudiar las consecuencias de tal cambio en el lenguaje de las empresas, por motivos de control (Ciudadanos-106).
El PP limitó el uso del dinero en efectivo para vigilar nuestras transacciones, y el PSOE continua por esta senda para incrementar "la trazabilidad de las transacciones electrónicas" (PSOE-174).
El Gran Hermano socialista de todos los partidos no se detiene ahí y tanto PSOE como PP, en ese uso abusivo del oxímoron, pretenden hacer que la relación de la Administración y el administrado sea más cooperativa. ¿Cómo? Obligando a las empresas a que informen obligatoriamente a la AEAT de la estrategia fiscal, que la propia Agencia califique como agresiva, y riesgos fiscales (PP-78), o a soportar incrementos de impuestos (PSOE-164).
Quizá por cooperación se refieran a la mayor fiscalización a través del eufemismo "intercambio de la información" del administrado entre administraciones. Información que es privada y confidencial, que el ciudadano se ve obligado a entregar en sus relaciones con el Estado, pero a órganos determinados, no a todos los funcionarios de España (Podemos-37, PSOE-62/127, PP-79, Ciudadanos-106). Fiscalización intrusiva que salta a colonizar nuevas áreas económicas como la economía colaborativa (PSOE-174, Podemos-54).
Fortalecer a Hacienda
Todos los partidos pretenden continuar fortaleciendo a Hacienda. El PSOE parece querer incentivar a la agencia fijando su presupuesto como si fuera un sistema de reparto del botín: función de lo que liquiden a los obligados tributarios (página de su programa PSOE-163). Podemos apuesta explícitamente por un incremento gradual del personal (Podemos-38) y Ciudadanos es el más original de todos: más dotación presupuestaria redunda en una mayor recaudación, ocho euros de cada uno invertido (Ciudadanos-110). Sin embargo, no hay que olvidar que lo que consideran ingresos para calcular su rentabilidad pueden ser cantidades pendientes de resolver firmemente si han sido defraudadas o no. La AEAT no deja de ser parte, y no juez, en la contienda con el administrado, por mucho que tenga oficinas jurídicas, grandes técnicos, etc. Y, finalmente, el PP ya incrementó el último año su presupuesto en un 5% y las inversiones realizadas por el Ministerio de Hacienda. 
Ampliar los procedimientos de Hacienda
Ciudadanos propone medidas cautelares y usar la tecnología para asegurarse la recaudación ("evitando procesos individualizados y manuales", Ciudadanos-110). La tecnología también es invocada por el PP para hacer más rápidas las comprobaciones de las declaraciones, a lo que se añade las ampliaciones del plazo de duración de inspecciones y demás potestades investigadoras de Hacienda que aprobaron en la legislatura pasada y que todos los partidos refrendan porque en ninguno de sus programas lo pretenden derogar. De hecho, el PSOE incluso quiere alargar el plazo que tiene la Administración para fiscalizar a los contribuyentes (la prescripción, PSOE-163), cosa que ya hizo el PP, y que también propone Podemos igualmente hasta 10 años para delitos fiscales (Podemos-38).
El fin aducido en general es incrementar la seguridad jurídica. El resultado, incrementar la seguridad jurídica de que la Administración cobrará y, además, con recargos o multas. Por tanto, los votantes van a votar, sin elección, a lo que va a mermarles su moral fiscal y a desequilibrar aun más esa desigual relación Hacienda-contribuyente. Investigaciones como la de  Feld y Frey afirman que cuanto mayor prepotencia y poder tenga la Administración y sometimiento el obligado tributario en una relación jerárquica, mayor incentivo para el incumplimiento fiscal, que no proviene por una supuesta intrínseca alma fraudulenta del contribuyente español.
Contra las elecciones prudentes e inteligentes del contribuyente
Son constantes en todos los programas los ataques contra la elusión fiscal, que no es más que cumplir las leyes del mejor modo para el administrado (minimizando legalmente el pago de impuestos). Pretende evitarse este ejercicio prudente e inteligente del contribuyente, tratando de prohibirlo (como ha hecho el PP), o limitándolo con leyes uniformizadoras de armonización fiscal al alza entre comunidades o internacionalmente (PSOE-114/177 y Ciudadanos-102, Podemos-58,)
Medidas que se proponen con la excusa de la proteger la unidad de mercado. Pero nada fomentaría más tal unidad que bajar impuestos y que alguna Comunidad Autónoma fuera amigable a las empresas, que así les sería más fácil expandirse por todo el mercado nacional e internacional. Mayor unificación es mayor centralización del poder y menores alternativas al obligado tributario.
Además de criminalizar la economía de opción (también conocida como elusión fiscal), ésta suele asociarse a la ilegal evasión fiscal. Y bajo la excusa de reducir la elusión fiscal se propone revisar hasta los tratados internacionales (Podemos-38), acuerdos bastante rígidos y difíciles de modificar, lo que no hará más que generar trabas a la aplicación de deducciones que muchas veces buscan disminuir la doble tributación, como ya hiciera el PP durante la pasada legislatura.
Conclusión
Puede que el votante busque regeneración, continuidad, aire fresco, cambio, pero lo que seguro van a elegir el próximo domingo, independientemente del parido al que voten, es el incremento del Poder fiscal, sin alternativa y sin contrapoderes.

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