miércoles, 21 de marzo de 2012

El triunfo de la ciencia basura. (Calentamiento global. 70)

Hace pocos días salío en diversos medio el anuncio de que Pepsi y Coca Cola tenían que cambiar sus recetas para no ser relacionados con cáncer.

Como muestra Mill en su artículo, es una nueva muestra del tipo de ciencia que se está llevando a cabo, y cómo está al servicio del poder político, pese a no tener base científica, como ocurre con el tema del calentamiento global:

"El triunfo de la ciencia basura.


La teoría del calentamiento catastrófico de la tierra por causa de la emisión antropogénica de CO2, más conocido como calentamiento global, no es la única teoría sin base científica o ciencia basura que a base de publicidad manipulación y catastrofismo se ha llevado a la categoria de dogma científico.
La ferocidad de los calentólogos ha llegado al extremo de calificar de negacionistas a los escépticos. La discusión ya no se realiza sobre datos sino desde un punto de vista emotivo, se ha sustituido el método científico por la política.
Pero el caso del “calentamiento global” sólo es la punta del iceberg, está el caso de la energía nuclear, demonizada con toda cláse de leyendas urbanas. Y luego están casos como el DDT cuya prohibición ha causado millones de muertos de malaria. Y finalmente están esos pequeños casos que apenas tienen repercusión pero que demuestra que la Ciencia está siendo sustituida cada vez más por lo políticamente correcto.
Fíjense en ESTE CASO:
“El estudio que relacionaba el 4 – MEI con el cancer fue rebatido por la propia OMS, que dijo que la relación del cancer con el 4 – MEI era menor que comer patatas fritas hechas en casa.”
“La propia FDA (la agencia reguladora de los alimentos y los medicamentos en USA) ha dicho: habría que consumir mil litros de un refresco de cola durante dos años seguidos para que, eventualmente, la acumulación de esos residuos pudiera tener una incidencia en alguna enfermedad.”
Fijénse en el lenguaje usado: “habría”, “eventualmente”, “pudiera”, “incidencia”, “alguna”. Ni siquiera con un consumo tan elevado se atreven a dar un porcentaje de riesgo, ni de qué tipo de cáncer, ni un margen de error, es decir no se utiliza (¿deliberadamente?) un lenguaje científico.
Pero lo importante es lo que dice el “Centro para la Ciencia Interés público” un grupo de presión más.
La agencia europea análoga a la FDA de USA la EFSA también confirmó la seguridad del 4 – MEI.
Mientras, y según el CSPI, en California el límite de 4 MEI es de 29 microgramos por persona y día, en Europa el límite está en 250 microgramos por Kg. de peso de la persona que ingiere el producto y por día.
Y sin embargo una decisión política tomada en un Estado de los USA va a modificar la composición de centenares de productos y símplemente porque nadie quiere que sus productos se ven asociados a la palabra cáncer aunque sea de este modo tan capcioso: “eventualmente podría tener incidencia en alguna enfermedad cancerígena.”
Porque ¿Hay algo de lo que no se pueda decir que “eventualmente podría tener incidencia en alguna enfermedad cancerígena”?
Es igual que cuando nos dicen que algo es radiactivo… cuando en realidad todo es radiactivo.
No es más que un juego político donde el burócrata de turno trata de ponerse una medalla “defendiendo los intereses del consumidor” , la Ciencia importa un rábano. De hecho la Ciencia y el método científico son molestos testigos que hay que acallar para que el político pueda sacar réditos.
La destrucción de la Ciencia a cargo de la política es algo inexorable desde el momento en que los políticos consideran cualquier cosa que limite su poder como algo con lo que hay que acabar. Empezaron por la Economía y no pararán hasta que la Ciencia no deje de ser una marioneta en sus manos.
Olvidan que la Ciencia sólo es leal a la verdad.
.
PD: iba a colgar este artículo cuando he leido esta “noticia”:
La bombilla eterna.La bombilla eterna.
Y lo publican en la sección de Ciencia cuando no es más que una estafa."

Fuente: Desde el Exilio

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