La masacre de cristianos a manos de islamistas así como la quema de iglesias continua sin que nadie haga ni diga nada.
Especialmente en estas fechas en Nigeria, donde desde Navidades, no paran de realizarse atentados y asesinatos mientras se vocifera "Alá es grande".
Tras los primeros asesinatos, hace tres semanas los islamistas de Boko Haram (que significa la educación no islamica es un sacrilegio) dieron un ultimátum a los cristianos para que abandonaran en tres días el norte del país, de mayoría musulmana. El grupo rechaza el estilo de vida occidental y el cristianismo.
Tras ello, se ha vuelto a producir otra masacre con ataques con bombas en la ciudad del Kano, donde han muerto cerca de 200 personas más (178 cadáveres ya contados a falta de encontrar más desaparecidos).
El grupo terrorista islámico, Boko Haram, se ha adjudicado la autoría de los ataques, en venganza por las últimas detenciones de miembros de la organización en la ciudad y para exigir la implementación de la sharía o ley islámica en todo el país africano.
Es algo progresivo y continuo. La expulsión y eliminación continua de todo aquel que no sea musulman mediante la fuerza para imponer su ley, la sharia. Y esto es así conforme mayor número y fuerza tienen.
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