No puedo estar más de acuerdo con el artículo de Fernando Blanco, Hagamos cine a prueba de fatwas:
"Veremos rodar la Basílica de San Pedro. Veremos desmembrarse el Cristo Redentor. Veremos la destrucción de los tempos budistas bajo un tsunami que cubrirá el Himalaya. En 2012, la nueva película de Roland Emmerich que trata sobre el fin del mundo y que se estrena la semana que viene, veremos destruirse cantidad de monumentos religiosos pero ni tan sólo una mezquita… ¿Adivinais por qué?
Como en el caso de las viñetas de Mahoma, vuelve el fantasma de la furia musulmana. El mismo Emmerich, en un reportaje a la revista digital SciFi Wire que cita The Guardian, manifestó que aunque estaba en sus intenciones destruir la Kaaba (foto) su co-guionista le recomendó no hacerlo ya que, según dijo, “seguramente no querría vivir con una fatwa sobre mi cabeza por la película”.
Que los medievales gobiernos de los países musulmanes prohiban hacer según que películas es penoso, aunque ya sus ciudadanos sabrán que hacer para ganar su libertad, pero que el miedo provoque este nivel de autocensura en Occidente me parece realmente dramático y peligroso. ¿Hasta donde seguiremos perdiendo posiciones contra el Islam? ¿Por qué si nos permitimos protestar con razón contra el atraso que representa que las religiones salgan del templo, no nos atrevemos ni siquiera a hacer ficción sobre la religión de paz?
Salman Rushdie, condenado a muerte por un libro Theo van Gogh, asesinado por un corto. Periodistas amenazados por publicar unos simples dibujos y ahora la autocensura por miedo en un simple largometraje, mientras en la España de hoy se financia la difusión del cine árabe con fondos públicos.
Ante esta postal de la inquisición, a la vez oscura y ridícula, me pregunto: ¿y no será que ya han ganado?"
http://www.anclaos.com/hagamos-cine-a-prueba-de-fatwas/
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