miércoles, 20 de abril de 2011

El verdadero fracaso escolar y la responsabilidad de los políticos (Educación, Salud. 40)

Un interesante artículo de opinión del economista Xavier Sala i Martín sobre el fracaso escolar en España y la estupidez política responsable de ello. Yo desde luego, no puedo estar más de acuerdo con el artículo:

"Se imaginan que Rafa Nadal hubiera nacido en un país en el que su talento hubiera pasado desapercibido? O peor aún: ¿se imaginan que se hubiera descubierto su talento pero que en aquel país no existieran ni los centros de alto rendimiento (CAR), ni los maestros, ni los médicos, ni las instalaciones, ni los mecanismos que le han permitido desarrollarse hasta convertirse en el mejor jugador de tenis del mundo? ¿Y se imaginan si hubiera pasado lo mismo con Xavi, Iniesta, Pau Gasol o todos los campeones del mundo en las diversas disciplinas individuales o de equipos?

No hace mucho, los triunfos internacionales de los deportistas españoles eran escasos. Todavía recuerdo a los comentaristas de TVE explicando que España no había conseguido medallas, pero había obtenido cuatro diplomas olímpicos, “que son casi como medallas…”. Una manera burda de disfrazar la realidad cuando se cosechan fracasos. Una manera que ya no es necesaria porque hoy se consiguen medallas en múltiples disciplinas. ¿Qué ha cambiado? ¿El talento innato? ¡No!: desde un punto de vista genético, los españoles de ahora son casi idénticos a los de entonces (digo casi porque la inmigración ha aportado savia distinta). Lo que ha cambiado es que ahora existe un sistema que identifica a los jóvenes de más talento y se han construido centros – llámense CAR deportivos o Masías-donde los deportistas que más prometen tienen acceso a los mejores entrenadores, médicos especialistas, tecnologías superiores y becas. El éxito de esta política deportiva es innegable.

Al mismo tiempo que nuestros jóvenes deportistas triunfan en todo el mundo, nuestros jóvenes no deportistas se enfrentan a una situación trágica, con tasas de paro de hasta el 50%, salarios ínfimos, productividad bajo mínimos, precariedad extrema y una manifiesta incapacidad de innovar, investigar o competir en el mercado laboral internacional. Claramente el sistema educativo no funciona para ellos y yo me pregunto: ¿Cuántos de estos jóvenes que hoy día están en el paro o trabajan a cambio de un salario ridículo tenían el talento innato para ser un Rafa Nadal oun Xavi de las ciencias, las matemáticas, las artes, la economía, la medicina, la informática o la ingeniería? La verdad es que sólo de pensar en la respuesta me entran escalofríos.

La comparación entre los éxitos deportivos y el fracaso educativo nos lleva a pensar en una posible solución: imitando lo que se ha hecho en el mundo del deporte, ¿por qué no crear centros de alto rendimiento científico para los jóvenes de más talento? Esa es, precisamente, la idea que tuvo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, cuando propuso la creación de un centro de excelencia al que acudirían los jóvenes con mejores notas de su comunidad. ¡Bravo, presidenta!

Esa es una de las cosas que se necesitan.

No hace falta decir que la guardia pretoriana del papanatismo progresista español no tardó en saltar a la yugular de la presidenta con su tradicional letanía de simplezas populistas y acusó a doña Esperanza de ser una clasista, de querer introducir un sistema de castas, de perpetuar las desigualdades sociales… y toda una constelación de tonterías que repiten cada vez que alguien propone soluciones al problema de la educación en España. Curiosamente, toda esa gente que detesta la idea de los CAR educativos acepta sin rechistar los CAR deportivos. ¿Por qué? Pues supongo que deber de ser porque la educación de los jóvenes les importa un comino y lo único que importa es… ¡el deporte! Eso, o bien porque su ideología igualitarista que prima la igualdad por encima de todo les impide ver que sólo se puede conseguir que los niños más lentos corran al mismo ritmo que los más rápidos reduciendo la velocidad de todos y, por lo tanto, impidiendo que los rápidos desarrollen todo su potencial.

Crear centros de alto rendimiento para matemáticas, ciencias o arte no significa que los jóvenes con menos talento sean dejados de la mano de Dios. No. A esos también hay que ayudarlos a desarrollar todo su potencial. Pero lo cierto es que eso no se puede lograr a base de frenar el progreso de los jóvenes con más talento.

Los críticos dicen que los CAR perpetuarían las diferencias sociales. Eso no es verdad porque los niños con más talento no son los más ricos. No lo son en el fútbol y tampoco lo son en las ciencias o las artes. Si los CAR educativos se modelan a imagen de los deportivos, la entrada se regulará basándose en el talento del joven y no en el estatus social o económico de los padres. De hecho, es la situación actual la que perpetúa las diferencias sociales: los niños pobres van a las escuelas públicas igualitarias donde no pueden desarrollar todo su potencial mientras que los niños ricos con talento pueden desarrollarlo estudiando en EE. UU. ¡El mundo al revés!

El problema de fondo es que el sistema educativo español persigue unos objetivos equivocados. El objetivo no debería ser que todos los jóvenes completen los estudios y los completen al mismo ritmo sino el que todos los jóvenes puedan desarrollar todo su potencial. Nuestros líderes hablan constantemente de fracaso escolar refiriéndose a los jóvenes que no completan los estudios. Nadie piensa nunca en los miles de Rafa Nadal o Xavi de las ciencias y las artes que tienen la mala suerte de haber nacido en un país que no ha sabido detectar su talento. O lo que es peor, que viven en un país que ha sabido detectarlo pero no ha hecho nada para desarrollarlo. Ese es el verdadero fracaso escolar."

Fuente: La Vanguardia

2 comentarios:

  1. Dice usted que... "Crear centros de alto rendimiento para matemáticas, ciencias o arte no significa que los jóvenes con menos talento sean dejados de la mano de Dios. No. A esos también hay que ayudarlos a desarrollar todo su potencial. Pero lo cierto es que eso no se puede lograr a base de frenar el progreso de los jóvenes con más talento."

    Ojalá tuviera usted razón, pero la triste realidad es que su admirada presidenta Aguirre ahorra 80 millones de euros prescindiendo de 3000 profesores muy necesarios, mientras que destina 78 mill. a renovar todas las papeleras de la capital (las que hay se ven en ferfecto estado, no es por nada), o 110 mill. más a "publicidad" ("Madrid excelente", "Metro de Madrid, vuela" "English, yes I speak"...). Tristísimo. Se ve que el fracaso escolar de la señora Aguirre (ella pasó por la escuela, pero la escuela no pasó por ella y por eso no la entiende ni la valora) se reproduce pero a la escala de todo Madrid. Reduciendo la cualificación media de la población, no saldremos de la crisis, pues los empresarios no cubrirán puestos de trabajo por falta de candidatos cualificados. Y por cierto, nuestra FP, tercermundista: sólo 2/3 de la proporción de estudiantes media de la UE.

    Ah, y está muy bien formar a medida a los mejores alumnos para que saquen su mejor rendimiento: como los empresarios españoles no tienen la formación necesaria para valorar la excelencia intelectual de esos futuros trabajadores brillantes y les pagaron-pagan-pagarán sueldos indignos, por supuesto harán como la amplia mayoría de nuestros doctorandos que hacen curso en el extranjero: se quedarán a vivir allí, donde sí se les valora y retribuye como merecen. Ahora justifíqueme usted, si puede, la rentabilidad del esfuerzo presupuestario en excelencia educativa, medida sobre la base de cerebros no-fugados.

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  2. La necesidad o la medida de la que habla este artículo es independiente de que se gaste dinero en otras cosas. Una cosa no quita la otra. La medida de la que habla así como de reducir gastos innecesarios en multitud de cosas son ambas necesarias.
    El fracaso escolar es algo a nivel nacional y no por falta de medios ya que gastamos más en promedio que el resto de europa en paridad adquisitiva. El problema viene de otro sitio.
    Por otra parte, y aunque yo no soy ni vivo en Madrid, la educación madrileña es la mejor de España, como indican los informes internacionales.
    Esta medida no reduce la cualificación media, sino que la aumenta.
    El tema de la FP es un problema también del modelo educativo español, el tipo de sociedad que estamos creando y el modelo universitario.
    Es una observación tuya el que los empresarios no sepan valorar un buen curriculum. El problema del salario en España entre otras cosas está en la sobredimensión de la universidad, la casi gratuidad y su modelo, que entre sus efectos tiene un exceso de supuesta cualificación, lo que provoca que no se valore la FP, y todos tengan un título universitario, cobrándose muchas veces menos que un no universitario.
    La fuga de cerebros que comenta no es sino un síntoma como reconocen los científicos del fracaso del modelo actual, así como la poca I+D que se produce en España, y que es sinónimo de progreso y riqueza futura.

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