sábado, 26 de octubre de 2013

Los ‘defensores de la escuela pública’ han provocado una fuga de familias a la privada. (Educación, Salud. 220)

Elentir muestra en este artículo el grave daño que está haciendo a la educación pública sus mismos defensores (por supuesto muy enemigos de la libertad de elección de las familias), y que sin ningún rubor, siguen defendiendo un modelo socialista, que ha fracasado de manera estrepitosa, y que condena cada vez en mayor medida precisamente al pobre. 


Artículo del blog Contando Estrelas:
"Entre actos de violencia y matonismo y toneladas de demagogia, ayer la izquierda convocó una huelga escolar para oponerse a la LOMCE, ley que con ser insuficiente para resolver los graves problemas que tiene la enseñanza en España, al menos plantea ciertas mejoras respecto alas desastrosas leyes socialistas que han llevado a España a puestos líderes en fracaso escolar en Europa según Eurostatel informe PISA de la OCDE y la UNESCO.
Uno de los reclamos más insistentes y más mentirosos de las movilizaciones de ayer es que se han hecho para defender la escuela pública. Como eslogan capta a muchos despistados, pero basta hacer un análisis de la realidad española para darse cuenta de que el daño provocado por esas leyes socialistas a la enseñanza ha afectado, especialmente, a los colegios públicos. Para comprobar esto no hay mejor baremo que ver las preferencias de los padres cuando se les permite elegir el modelo de enseñanza que prefieren. Hace dos años, aún durante el mandato de Zapatero, la patronal de la escuela privada CECE publicó un informe titulado“Indicadores de la libertad de educación en España” (ver PDF). Los datos recopilados en ese informe son muy reveladores: en el curso 2004-2005 había en España 6.348 colegios privados: seis años después ya eran 8.241, pasando de ser el 28,49% del total de colegios a ser el 30,92%, y esto a pesar de la llegada de la crisis económica y de los graves efectos que ha tenido en las familias.
El caso de Madrid: a más libertad, mayor huida de la enseñanza pública
En el caso de la Comunidad de Madrid, una de las que otorga una mayor libertad de elección de centros a los padres, ha habido una auténtica fuga de las familias hacia la enseñanza privada: de 483 colegios privados concertados en 2004-2005 se llegó a los 588 en 2010-2011. Teniendo en cuenta los datos que veremos más abajo, esto supone -además- un ahorro para los contribuyentes, entre los que se cuentan las propias familias que eligen esos colegios concertados (lo digo porque los detractores de esos colegios hablan como si los padres de la concertada no pagasen impuestos). Según datos publicados por Comisiones Obreras en enero de 2013, entre el curso 1998-1999 y el curso 2009-2010 el peso de la escuela concertada se ha incrementado en un 30%, mientras el de la pública disminuía en un 10%, llegando a superar ya el porcentaje de alumnos que acuden a colegios concertados, un 45%, al de alumnos que acuden a colegios públicos: un 37%. El sindicato carga contra ese modelo, olvidando que el auge del peso de la enseñanza privada en una comunidad que ofrece libertad a las familias responde, ante todo, a la demanda de éstas, aunque este dato importe bien poco a una izquierda que viene mostrando un escaso o nulo respeto por la libertad de educación.
Un modelo en auge incluso a pesar de las trabas de la izquierda
Hay que señalar, en este sentido, que ese auge de la enseñanza concertada se ha producido a pesar de los intentos de las leyes educativas socialistas y de los gobiernos del PSOE por limitar la libertad educativa, tanto en lo relativo a la elección de centros por parte de los padres como a la elección del modelo docente, dirigiendo una campaña burda y liberticida para criminalizar a la educación diferenciadacalificándola de segregadora y discriminatoria en contra de los criterios de la Unesco, que no considera discriminatoria “la creación o el mantenimiento de sistemas o establecimientos de enseñanza separados para los alumnos de sexo masculino y para los de sexo femenino” (esto es, la educación diferenciada) y “la creación o el mantenimiento, por motivos de orden religioso o lingüístico, de sistemas o establecimientos separados que proporcionen una enseñanza conforme a los deseos de los padres o tutores legales de los alumnos” (ver Artículo 2 de la Convención relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza de la Unesco).
De los 100 mejores colegios privados, sólo 4 son más caros que la pública
A esto hay que añadir que el Estado viene cosechando un tremendo fracaso educativo a pesar de que invierte más dinero por alumno -7.861 euros- que la media de la Unión Europea, que está en 6.820 euros, según datos de Eurostat relativos a 2010 citados en elinforme Datos y Cifras del curso escolar 2013-2014 del Ministerio de Educación. La diferencia aún es mayor en Secundaria: 8.516 euros de gasto por alumno en España frente a los 6.701 euros de la media de la Unión Europea. Frente a esto encontramos un dato llamativo en elranking de El Mundo de 100 mejores colegios de España, que hace su selección entre centros privados y concertados: de esos 100 mejores colegios no públicos sólo 4 tienen un coste por alumno mayor que el de la enseñanza pública, y de los 10 mejores de la lista sólo uno resulta más caro. La paradoja es que siendo más cara que la privada y la concertada en cuanto a coste por alumno, cuando una familia elige un centro privado no concertado tiene que pagar por la educación dos veces: una al colegio que elige y otra al Estado, a pesar de no recibir de éste ninguna prestación educativa. Una injusticia que se resolvería si se implantase el cheque escolar, que la LOMCE no contempla.
El modelo educativo socialista condena al hijo del obrero al fracaso
Los padres con menos recursos, que antes tenían en la escuela pública un buen cauce para promocionar socialmente a sus hijos por la vía del mérito y del esfuerzo, ahora se ven atrapados en un modelo educativo acribillado por el fracaso escolar, al no poder pagarse colegios privados. La alternativa que tienen más a mano en buscar un colegio concertado, un modelo que la izquierda penaliza porque no coincide con sus tesis ideológicas contrarias a los derechos que el Artículo 27 de la Constitución reconoce a las familias. Así pues, con esa izquierda que ayer se manifestó contra la LOMCE el hijo del obrero se ve condenado a una escuela pública que le deja en desventaja. A pesar de sus eslóganes, algunos sólo parecen preocupados por seguir ejerciendo su monopolio ideológico sobre las escuelas públicas y mantener a sus liberados sindicales a costa de lo que sea, tanto del porvenir de los alumnos menos pudientes como de los derechos de las familias, pero también a costa de convertir la escuela pública en la factoría del fracaso escolar. 
Significativamente, de la ruina provocada en la escuela pública por casi tres décadas de leyes educativas socialistas se beneficia, de rebote, la privada, convertida en válvula de escape de las familias para dar una educación libre y de calidad a sus hijos.
 Personalmente no tengo ningún interés por defender la enseñanza pública -lo que me importa es el derecho a la educación y que los padres puedan ejercerlo en el centro que prefieran, sea público o privado-, pero me choca que los que se dicen defensores de la educación pública no tengan el menor sonrojo en cargársela, en beneficio de la privada."

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