No podía ser de otra manera. El político siempre piensa en el corto plazo y cae en los mismos errores una vez tras otra.
Habla de cara a la galería, pero los hechos y los datos son los que son.
Una nueva evidencia de la mentira de los ajustes, que explican bien a las claras el porqué la deuda pública sigue aumentando de récord histórico en récord histórico, así como la incapacidad de acabar con el déficit (ni siquiera el primario)...
Creación de empleo artificial o de actividad económica no sostenible sacrificando la sostenibilidad futura, y llevando y trasladando al futuro un mayor esfuerzo por parte del ciudadano (más impuestos, más desempleos del sector privado y productivo y menos servicios o de peor calidad) para contrarrestar la irresponsabilidad política.
Artículo de La Carta de la Bolsa:
Habla de cara a la galería, pero los hechos y los datos son los que son.
Una nueva evidencia de la mentira de los ajustes, que explican bien a las claras el porqué la deuda pública sigue aumentando de récord histórico en récord histórico, así como la incapacidad de acabar con el déficit (ni siquiera el primario)...
Creación de empleo artificial o de actividad económica no sostenible sacrificando la sostenibilidad futura, y llevando y trasladando al futuro un mayor esfuerzo por parte del ciudadano (más impuestos, más desempleos del sector privado y productivo y menos servicios o de peor calidad) para contrarrestar la irresponsabilidad política.
Artículo de La Carta de la Bolsa:
Los ayuntamientos españoles han vuelto a incrementar el personal a su servicio, hasta el punto de situar de nuevo sus plantillas en niveles comparables a los que presentaban al cierre de 2011, justo antes de que se produjera el grueso del ajuste del sector público en su conjunto. El adelgazamiento de las Administraciones es uno de los logros que el actual Gobierno suele exhibir ante sus socios europeos, a la hora de demostrar su compromiso con la reducción del déficit y la deuda, escribe I. Flores en elEconomista.
El propio presidente Mariano Rajoy volvió a reiterar su adhesión a esos objetivos esta semana ante la canciller Angela Merkel; sin embargo, las propias estadísticas del Ejecutivo español muestran cómo la estrategia empieza a flaquear y las grietas de mayor profundidad ya han aparecido, precisamente, en el nivel más básico de la Administración, que, además, se enfrenta a unas elecciones en mayo del año que viene.
En concreto, de acuerdo con las cifras de reciente actualización del Ministerio de Hacienda, relativas a enero de este año, el total de personas empleadas por los municipios ascendía a 501.176 personas. Esa cifra es fruto de un incremento de sus efectivos del 3 por ciento con respecto al primer mes de 2013, que ha hecho posible que el cómputo rebase, otra vez, la barrera del medio millón de personas, un límite del que se había mantenido bien alejado durante dos años completos.
El desglose de los datos por comunidades autónomas revela en mayor medida hasta qué punto el nivel local de la Administración parece que ya ha dado por definitivamente concluido el tiempo de los ajustes piensen lo que piensen en Europa, como mínimo en lo que al tamaño de sus plantillas se refiere, al tiempo que vuelve a abrir la puerta a los incrementos.
El 'caso andaluz'
Así, en el caso de Andalucía, el conjunto de las personas que trabajan en el nivel municipal o provincial del sector público sumaba 124.088 individuos, frente a los 113.369 que Hacienda registraba a 1 de enero de 2013.
En términos relativos, el incremento entre esas dos cifras ha sido de casi 10 puntos porcentuales. Estos últimos guarismos van más allá de los ayuntamientos, ya que también tienen en cuenta el personal que trabaja para las mancomunidades y las diputaciones, instituciones estas últimas de cuyo fomento y conservación hizo el mismo presidente Rajoy casi una cuestión personal a lo largo de esta legislatura, que está ya en su recta final.
Con todo, la inclusión de este otro tipo de entidades (mucho menos numerosas que los municipios) no sólo no desmiente sino que incluso aporta más apruebas acerca del cambio de ciclo, y de políticas, que se está viviendo ya en el primer escalón del conjunto del sector público.
De hecho, más allá de Andalucía, a escala de todo el país, la Administración local declara que tiene a su servicio a 1 de enero de 2014, sin excluir a ninguno de sus organismos, a un total de 560.774 individuos, lo que implica un incremento de un 2 por ciento con respecto a los 549.807 en los que se situaba doce meses antes.
En ese avance la contribución del ámbito local andaluz ha sido la más cuantiosa, de entre las comunidades autónomas de mayor tamaño, pero también han aportado otras regiones, entre las que merecen destacar Castilla y León y Galicia, con sendos incrementos del 5 por ciento y de 4,6 puntos porcentuales en el total de los integrantes de sus respectivas administraciones locales.
Hay que resaltar, no obstante, que todavía hay territorios en los que los municipios y otras entidades de rango semejante prosiguen achicando sus plantillas. Así ocurre en Cataluña, País Vasco o Islas Baleares, entre otras.
Desaceleración general
La tendencia general, no obstante, es justo la contraria y, si el sector público en su conjunto está experimentando una desaceleración en la reducción de su personal, se debe, en parte, a ese cambio de estrategias que se está produciendo en uno de sus negociados.
Expresado en cifras concretas, el total de personas que, de acuerdo con los registros de Hacienda (no siempre completos) se dedican a la res publica ascendía en España, a 1 de enero de 2014, a un total de 2,55 millones de individuos, casi en el mismo nivel que representaban los 2,57 millones del primer día del año 2013.
Ese virtual estancamiento se debe a que la tendencia al alza en el ámbito local ya ha alcanzado suficiente envergadura como para contrarrestar las reducciones, cada vez más pequeñas, que aún se dan tanto en el Estado como en las comunidades autónomas.
En el caso estatal, sus efectivos han pasado en 12 meses de 570.691 a 558.802. Con todo, también en este ámbito podría invertirse la tendencia. No en vano, antes de la vacaciones de verano, el ministro de Hacienda y Administraciones, Cristóbal Montoro, aseguraba que, a su juicio, ya estaba completamente terminado el ajuste de personal, en la medida en que proseguirlo, a partir del punto actual, implicaría "descapitalizar el Estado".
No hay comentarios:
Publicar un comentario