Más sobre los privilegios de la élite política, a costa del ciudadano, que les garantiza una retiro de oro antes y después de la jubilación (a parte de todos los beneficios regulares e irregulares obtenidos tras el paso por la política).
Una nueva muestra de que hay ciudadanos de primera y de segunda, en los que los de segunda deben de pagar a la fuerza la lujosa vida de los de primera...
Artículo de Libre Mercado:
Jordi Pujol renunció a sus privilegios como expresidente catalán el pasado mes de julio, tras confesar que había mantenido dinero oculto en el extranjero durante más de 30 años. Pujol dijo adiós a una pensión vitalicia de 86.400 euros (el 60% del sueldo que tenía como presidente de Cataluña), a su despacho en el paseo de Gracia de Barcelona, al personal de apoyo en esta oficina y al vehículo propio que tenía a su disposición.
Pero Pujol no ha sido el único expresidente regional que ha sabido sacarle mucho partido a su cargo para garantizar su retiro. Ya sea gracias a las asignaciones especiales que establece cada comunidad autónoma o a la obtención de un nuevo cargo público (el Senado es uno de sus favoritos), actualmente, son una gran mayoría los exlíderes que siguen cobrando un salario del Estado.
Sueldospublicos.com ha recogido en una lista los regímenes autonómicos que otorgan los mayores privilegios a sus políticos:
- Andalucía: la legislación andaluza establece que cuando sus expresidentes alcancen la edad de 65 años y cesen su actividad laboral, tendrán derecho a percibir una asignación mensual igual al 60% de la retribución mensual de quien ostente la Presidencia de la Junta.
- Cataluña: pocos meses antes de que dejara la Presidencia de la Generalidad, Jordi Pujol se otorgaba a sí mismo y a sus sucesores una asignación equivalente al 80% del salario del presidente durante la mitad del tiempo que se mantuvieran en el cargo.
Posteriormente, una vez cumplidos los 65 años, tendrían una pensión con el 60%. En los últimos 11 años, esta norma ha permitido a Pujol cobrar 1,2 millones de euros. Estos privilegios siguen en vigor para Pasqual Maragall, que recibe 109.467 euros al año como asignación.
- Comunidad Valenciana: sus expresidentes tienen una oficina de apoyo con chófer y secretaria. Además, podrían ser miembros del Consell Juridic Consultiu. De los cuatro expresidentes autonómicos, sólo uno, Francisco Camps, ha optado por ello y cobra 49.629 euros al año.
- Extremadura: establece una asignación equivalente al 80% del salario del presidente autonómico durante la mitad del tiempo que ha permanecido en el cargo. A partir de los 65 años, tienen derecho a una pensión del 60% de la retribución del presidente.
- Galicia: la Xunta de Galicia tiene establecido que los expresidentes puedan cobrar dos años de sueldo y, además, ser miembros del Consejo Consultivo de la comunidad. Esta opción ha sido la elegida por los tres ex presidentes vivos de la Xunta: Gerardo Fernández Albor, Fernando González Laxe y Emilio Pérez Touriño. Cada uno de ellos, tiene una retribución anual de 68.432 euros.
- Comunidad de Madrid: Madrid da derecho a sus expresidentes a formar parte del Consejo Consultivo. Es el caso de Joaquín Leguina, que acaba de renovar el cargo, lo que le permite tener un salario de unos 87.000 euros.
Además, otro expresidente, Alberto Ruiz Gallardón, recibe 69.981 euros al año como ministro de Justicia. Tal y como explicó Libre Mercado, Esperanza Aguirre es la única que decidió abandonar la política para dedicarse al sector privado.
- Navarra: proporciona una asignación equivalente al sueldo del expresidente durante un máximo de cuatro años.
- País Vasco: reserva a sus expresidentes la posibilidad de cobrar hasta un 50% del sueldo de lehendakari a partir de la jubilación. Además, tienen derecho durante dos años a tener una oficina, con secretaria y chófer. Los dos primeros lehendakaris, Carlos Garaikoetxea y José Antonio Ardanza, reciben 48.500 euros al año por estos privilegios.
- La Rioja: la comunidad establece para sus expresidentes una indemnización de 45 días por cada año como presidente, con un límite de cuatro años.
Me resulta irónico que arremetais contra lo que cobran algunos políticos o ex, lo que sube el gasto público, no con un ex-presidente o dos o tres... si tuviéramos un estado sin autonomías, sino multiplicado por todas y cada una de ellas y así hasta el infinito, porque ¿cuando puede acabar eso?, si seguimos así no habrá españoles trabajando suficientes para mantener ese tinglado que han armado los políticos desde el tiempo de la transición amparados por las ganas que teníamos todos de democracia, que a la vista está ha resultado un timo, un fraude, ya que lo que tenemos durante años, es un pastel que se reparten dos partidos, ahora tu, ahora yo, etc. tapándose sus escándalos y corruptelas. Es una verguenza. Me resulta irónico que haya una legión de gente buscando videos antiguos y frases sacadas de contexto y le busqueis las vueltas a quien en vista de que la población se echó a la calle a reclamar sus derechos y en respuesta de quienes decian: si teneis algo que decir, presentaros y en las urnas... que quienes quieren terminar con esta corrupción masiva y ese desprecio a la población en general, tengan también detractores. ¿Acaso creeis que el sistema político de los últimos 30-35 años pueda seguir otros tantos más?. Señores.... España ya no es lo que era, nos la han saqueado y a nosotros, los españoles con trabajo o sin él, también.
ResponderEliminarEl problema viene cuando las protestas vienen en llevar a cabo e instaurar en mayor intensidad lo que se critica, pero cambiando a quienes lo hacen. Dar más incentivos a que eso ocurra, más dinero y poder de gestión a los que dirijan ese cotarro y restar más libertades y dinero del bolsillo al ciudadano, que es lo que ocurre cuando aumentas más y más los impuestos y el gasto público...
ResponderEliminarNo se puede criticar la política actual o los políticos corruptos, que los hay en todas las comunidades, como si se tratara de pandillas de amigotes que se hubieran dedicado a ser de un partido para hacer cosas, no por un ideal, sino para ganar dinero y repartir beneficios como si de un negocio cualquiera se tratase, sin pensar en la población... y, criticar también a los que quieren que eso acabe, grupos y más grupos de esa misma población que se unen (ojo, de cualquier partido), estafados, desengañados y enfadados, deseando justicia y poder terminar con ese sistema que nos ha traído a esta realidad, bastante dramática para demasiados. Resulta irónico, es incomprensible. No se puede criticar una cosa y la contraria. ¿Quien puede acabar con ésto?. Los mismos que lo han provocado?. Eso es pedir peras al olmo. Tienen que ser otros. Creo que da más miedo la idea de lo que hay y seguir igual, que la de cambiar.
ResponderEliminarQuien dice que se critica una cosa y la contraria? o que tienen que acabar con esto los que lo provocan? o que hay que seguir igual? Nada más lejos de la realidad, y nada más lejos de mi crítica.
ResponderEliminarY nada de eso significa que la alternativa que se propone imponer no sea criticable cuando se pretende llevar a cabo medidas en la misma dirección y que suponen todos los incentivos para seguir actuando igual de mal, solo que cambiando los sujetos. Quieres menos corrupción? Quita las manos de los políticos de más sitios (menos regulaciones e intervencionismo). Quieres menos lobbies y acuerdos entre élites políticas y económicas? Reduce la capacidad de decisión de los políticos y su intervención en el ámbito económico y social. Quieres menos despotismo político y menos capacidad de decisión del político en lugar de ti mismo? Reduce el gasto público y el ámbito de actuación del poder político y devuelve a la sociedad civil la capacidad de acción. NO se la des al Estado. Quieres más libertades y capacidad de decisión en su propia vida y sobre el fruto de su trabajo para las personas? Reduce el Gasto público y los impuestos. Y así se puede continuar. En consecuencia, todo los que pretendan cambiar este modelo imponiendo otro que es exactamente el mismo pero en mayor cantidad no solo está equivocado sino que es corresponsable de lo que está ocurriendo y no solucionará nada, sino que lo llevará en la misma dirección y en mayor extremo como es fácilmente demostrable. Y si los que critican la situación actual exigen más de lo mismo con medidas que llevan a lo mismo (otra cosa es que lo desconozcan) se les criticará igualmente. No es criticar una cosa y la contraria. Es criticar una cosa y la misma cosa en otra intensidad pero cambiando las caras. La protestas que realmente exijan lo que comento, no solo no será criticado, sino aplaudido.