Son reiterados los economistas de la escuela austriaca de economía los que advertían (y eran por ello insultados o presa de las burlas) reiteradamente sobre la burbuja inmobiliaria que se estaba gestando en la economía (americana y europea) fruto de las políticas laxas y expansivas de los bancos centrales y los gobiernos, y de los que ninguna otra corriente económica advertía.
Por supuesto, como siempre, la escuela austriaca, que dice siempre lo que no se quiere oír y las verdades del barquero que nadie quiere reconocer, era desoída y arrinconada para que no se tuviera en cuenta, y así la fiesta pudiera continuar (y los grandes beneficios para el poder político y económico beneficiado de dichas burbujas).
Estas eran las palabras de Mark Thornton en el 2004, en pleno apogeo...
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