Elentir expone otra muestra de enorme falsedad del PSOE y de su falaz y política "Memoria democrática" (que sustituye a la "desMemoría Histórica") a raíz de la propia aplicación de la ley contra su propio partido y la reacción del PSOE, detallando precisamente la manipulación histórica que pretende el PSOE y su intento de blanquear su negro pasado.
Y es que impresionante la pretensión de defender una ley que no trata en ningún momento de ser fiel a la historia, no trata en ningún momento de reconciliar y ser justa con todas las partes, no trata en ningún momento de rendir memoria a TODAS las victimas, no trata en ningún momento de hacer conocer la verdad de los hechos, con las penurias y malos actos de todas las partes, con el esclarecimiento de los hechos, con la neutralidad, con la objetividad, con la idea de no repetir errores. No trata de defender la democracia. Todo eso es propaganda barata para mentes simples.
Y las cosas o se hacen bien y de manera ecuánime para TODOS o se hacen por una motivación política e ideológica evidente. Y no se puede defender valores de reconstrucción, de espíritu reconciliador de memoria histórica, de democracia...cuando se basa en la destrucción de puentes, en la apertura de heridas de manera sesgada y sectaria, en el propio guerracivilismo que llevó al país al enfrentamiento, en la desmemoria histórico y la manipulación obscena del pasado, en la alusión a los valores democráticos cuando se defiende la violencia, golpes de Estado y actos y líderes antidemocráticos de un lado (su propio partido, registrado fácilmente de comprobar en cualquier hemeroteca) aplicando la ley del embudo a cualquier hecho.
Eso no es ser neutral, eso no es ser demócrata, eso no ser justo, ni ecuánime, ni moderado, ni pacifista, ni ético. Todo eso es quien lo pretenda para aplicarlo a todos, sin excepción. Lo contrario es de ser un sectario o un ciego ideológico.
De la misma manera que lo es (una típica treta demagoga) quien pretende acusar de antidemócrata, fascista, totalitario o franquista a quien denuncia una ley sectaria, orwelliana, ideológica y totalitaria (por varias medidas que contiene) y reclama precisamente la equidad y la neutralidad, y no precisamente la instrumentalización política e ideológica (que no es otro su objetivo) de la misma.
Artículo de Contando Estrelas:
Ayer Vox hizo una jugada maestra en el Ayuntamiento de Madrid, haciéndole probar al PSOE los efectos de su propia política de “memoria histórica” sobre la Guerra Civil.
Aprobada una propuesta de Vox para retirar sus nombres del callejero
Ayer el pleno municipal de Madrid votó y aprobó, con el apoyo de Vox, el PP y Cs, la proposición nº 2020/8000713 (ver PDF, página 9), presentada por el concejal don Fernando Martínez Vidal, del Grupo Municipal VOX, en la que se pedía “que se retiren de la Ciudad de Madrid los nombres de la Avenida Francisco Largo Caballero y del Bulevar de Indalecio Prieto, así como la placa situada en la Plaza de Chamberí dedicada a Francisco Largo Caballero y se inste a la retirada de las estatuas erigidas en Nuevos Ministerios en su memoria, en cumplimiento de la Resolución del Parlamento Europeo de 19 de septiembre de 2019, de condena a los regímenes totalitarios y a sus representantes, por su ataque a la libertad, el progreso y al fundamento de nuestro sistema: la democracia”.
El PSOE se pone furioso y ensalza a Largo Caballero y a Prieto
La respuesta del PSOE a esta proposición ha sido puramente rabiosa. Ayer Pedro Sánchez presentó a Largo Caballero y Prieto como defensores “de la libertad y la justicia social”, al tiempo que tachaba de “ultraderecha” a los autores de la citada proposición. El PSOE afirmó que Largo y Prieto “usaron el valor de la palabra y sus ideas en un sistema elegido por el pueblo. No la fuerza, ni las armas”, una afirmación que provoca carcajadas a la vista de los hechos históricos que veremos más abajo.
Así mismo, el concejal socialista Ramón Silva llamó “criminales ideológicos” a los miembros de Vox (una acusación que recuerda peligrosamente al “crimental” de la novela “1984” de Orwell) y afirmó que Largo Caballero y Prieto fueron “demócratas y antifascistas”. Lo segundo no se lo niego, aunque dice muy poco. Antifascista también fue el dictador y genocida Stalin, un tipo que no dudó en aliarse con Hitler en 1939.
Francisco Largo Caballero apoyaba una «dictadura socialista»
Sobre si Largo Caballero e Indalecio Prieto eran demócratas, basta con citarles a ellos mismos. Recordemos que Francisco Largo Caballero abogó sin rodeos por una dictadura socialista y despreció lo que calificaba como “democracia burguesa”: “entre la dictadura burguesa o el fascismo, nosotros preferimos la dictadura socialista”, dijo en un mitin del PSOE en Madrid el 23 de julio de 1933 (citado en el número 7.634 de “El Socialista”, ver PDF).
En el número del 24 de septiembre de 1933 de ese mismo periódico oficial del PSOE (ver PDF) le preguntaron a Largo Caballero: “¿Puede irse al Socialismo a través de la democracia?” Ésta fue la respuesta del entonces presidente del PSOE: “A través de la democracia burguesa la clase obrera no puede hacer más que ponerse en relativas condiciones para el triunfo. Pero, ¿llegar al Socialismo dentro de la democracia burguesa? ¡Eso es imposible!” Y añadió: “Yo no sé cómo hay quien tiene tanto horror a la dictadura del proletariado, a una posible violencia obrera. ¿No es mil veces preferible la violencia obrera al fascismo? En un último extremo, ¿no es la democracia burguesa un sistema de opresión y de violencia?”
La arenga golpista de Largo Caballero en septiembre de 1934
Tras la derrota de la izquierda en las elecciones de noviembre de 1933, Largo Caballero amenazó con una guerra si gobernaba la derecha que había ganado los comicios. El alegato golpista del presidente del PSOE fue publicado en el número 8.000 de “El Socialista” el 25 de septiembre de 1934 (ver PDF): “Abandonen sus esperanzas los hombres que aún fían la solución del gran problema político español a las normas de la convivencia, tal como las entienden los demócratas burgueses”. (…) “Nuestros temores están, a buen seguro, archijustificados. Renuncie todo el mundo a la revolución pacífica, que es una utopía. En período revolucionario no hay país que no esté en guerra. Bendita la guerra contra los causantes de la ruina de España”.
Ocho días después de publicar esa arenga golpista de Largo Caballero, el 5 de octubre de 1934, el PSOE encabezó un golpe de Estado muy violento y en el que los golpistas asesinaron a más de 300 personas entre religiosos, militares y fuerzas del orden. Largo Caballero había sido el principal instigador de ese golpe, pero no fue el único.
Indalecio Prieto reconoció su participación en el golpe de 1934
En un discurso en el círculo Pablo Iglesias de México el 1 de mayo de 1942, el también dirigente del PSOE Indalecio Prieto se refería al golpe de Estado socialista de 1934 con estas palabras: “Me declaro culpable ante mi conciencia, ante el Partido Socialista y ante España entera, de mi participación de aquel movimiento revolucionario. Lo declaro, como culpa, como pecado, no como gloria. Estoy exento de responsabilidad en la génesis de aquel movimiento, pero la tengo plena en su preparación y desarrollo” (el discurso fue publicado en el libro “Discursos fundamentales” de Indalecio Prieto, publicado por Turner en Madrid en 1975).
Prieto tuvo una participación muy activa en la organización de ese golpe. De hecho, fue uno de los que intentó implicar en el mismo a Julián Besteiro, líder del ala moderada del PSOE, pero éste se negó. Prieto se encargó de la adquisición de armas para los golpistas (uno de los depósitos de armas para la ocasión fue descubierto por la Policía en septiembre de 1934 en la Casa del Pueblo de Madrid, como llama todavía hoy el PSOE a su sede nacional) y también intentó sumar a oficiales del Ejército al golpe. Finalmente, acabó huyendo a París antes de que empezase, tal vez sabiendo que tenía pocas posibilidades de triunfar. En la capital francesa tuvo que escuchar las críticas de sus colegas de varios países durante la reunión de la dirección de la Internacional Obrera Socialista en noviembre de 1934, por haber embarcado al PSOE en un golpe de Estado antidemocrático de la mano de los comunistas.
El día que Indalecio Prieto esgrimió una pistola en las Cortes
Antes del golpe, Indalecio Prieto ya había sido el protagonista de un hecho violento que provocó una gran polémica. El 4 de julio de 1934, en una sesión parlamentaria, durante una sesión tumultuosa en las Cortes, Prieto desenfundó su pistola y apuntó al diputado derechista Jaime Oriol de la Puerta. Al día siguiente, el diario Abc relató lo ocurrido (ver página 18): “el Sr. Prieto avanzó desde su escaño, relativamente lejano, sacó una pistola, le amartilló e hizo ademán de disparar contra el Sr. Oriol, que estaba caído sobre un escaño. No llegó a disparar; pero se le vio que con el arma agredía al diputado de la CEDA”.
El grave incidente también quedó reflejado en el diario “Ahora” del 5 de julio de 1934 (ver PDF, páginas 4 y 5), señalando que el propio Prieto reconoció haber sacado su pistola. El diario madrileño La Voz (ver PDF, página 2) también publicó una crónica de lo ocurrido, señalando: “Prieto ya no puede contenerse, arranca su pistola y va a disparar. Es Ruiz del Toro el que levanta el brazo de Prieto para que no logre cumplir su acción”. En esa misma página de La Voz apareció una viñeta que hacía alusión a ese episodio (podéis verla sobre estas líneas).
La escolta de Indalecio Prieto y su implicación en varios asesinatos
El pistolerismo del PSOE en aquella época no se limitaba a Indalecio Prieto, sino también a su escolta personal, conocida como “La Motorizada”, una banda de matones implicada en varios asesinatos. Prueba de ello es que el periódico oficial del PSOE, “El Socialista”, publicó el 24 de julio de 1936 (ver PDF página 3) una nota necrológica citando como miembros de “La Motorizada” a Luis Cuenca, el asesino de José Calvo Sotelo (fue él quien disparó contra el diputado derechista secuestrado por miembros de la Guardia de Asalto afines al PSOE el 13 de julio de 1936) y a Felipe Gómez Rey, el asesino del joven Francisco de Paula Sampol, un crimen cometido el 11 de enero de 1934 por el mero hecho de que la víctima estaba leyendo un periódico falangista. Una nota de la Fundación Pablo Iglesias también cita como miembro de “La Motorizada” a Francisco Tello, autor del asesinato del joven falangista Matías Montero el 9 de febrero de 1934.
Largo Caballero: el presidente de la matanza de Paracuellos y de las Chekas
Por lo demás, hay que recordar que Francisco Largo Caballero era el presidente del Consejo de Ministros de la República cuando se llevó a cabo la masacre de Paracuellos de Jarama en el otoño de 1936, la mayor matanza de prisioneros políticos de la Guerra Civil Española. Bajo su mandato se crearon numerosas chekas socialistas, comunistas y anarquistas que actuaron como centros de detención, tortura y asesinato contra muchas personas por el mero hecho de ser católicas, de derechas o incluso por su posición social. Una de las más activas chekistas de Madrid fue la diputada socialista Margarita Nelken, perteneciente al sector filocomunista del PSOE encabezado por Largo Caballero.
Ambos estuvieron implicados en el mayor robo de la historia de España
Hay que señalar, además, que Largo Caballero y Prieto eran miembros del gobierno republicano que perpetró el mayor robo de la historia del España: el del oro del Banco de España, enviado a Moscú y del que nunca más se supo. Años después, el propio Prieto reconocía la participación de miembros del PSOE en aquella operación: “Un ministro socialista pidió autorización para proceder libremente; el Gobierno, del que formábamos parte otros cinco socialistas, incluso quien lo presidía, se la concedió, y socialistas eran también los bancarios que dispusieron cuanto se les ordenó, tanto en España como en Rusia, así como los paisanos que convoyaron el cargamento entre Madrid y Cartagena” (escrito por el propio Prieto en su libro “Convulsiones de España”, 1967).
El PSOE ha dejado en evidencia la falsedad de su «memoria democrática»
Así pues, los dos dirigentes socialistas a los que ayer ensalzó el PSOE ni eran demócratas ni fueron pacíficos: organizaron un sangriento golpe de Estado contra un gobierno democrático, fueron responsables de crímenes por motivos políticos y estuvieron implicados en el mayor robo de la historia de España. Que tipos como ésos tengan calles a su nombre y sendos monumentos en Madrid debería ser un escándalo.
Gracias a Vox, eso va camino de solucionarse. Lo que sí ha quedado en evidencia es que la “memoria democrática” del PSOE es más falsa que un duro de 6 pesetas, pues ese partido que dice querer prohibir la apología del franquismo alegando que Franco dio un golpe contra la República y acusándole de diversos crímenes, al mismo tiempo no tiene reparos en ensalzar a dos golpistas y criminales como Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto. El afán del PSOE por imponer sus manipulaciones históricas a los españoles le ha acabado estallando en las manos, al darnos la oportunidad de recordar la historia y comprobar el oscuro pasado de ese partido.
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