viernes, 30 de octubre de 2020

Análisis de la estrategia política detrás del "antifascismo" a raíz del necesario repaso de Toni Cantó en las Cortes Valencianas sobre el comunismo que defiende Podemos

Excelente puesta en evidencia de Podemos por parte de Toni Cantó (Ciudadanos) en las Cortes Valencianas (lástima que singularidades como éstas de Toni Cantó no tengan recorrido ni plasmación en su partido político) al respecto de los totalitarismos y de la ideología que defienden mientras se tratan de presentar como demócratas y defensores de los derechos humanos, los débiles, la democracia, la paz...

Cantó aborda un hecho puesto de manifiesto de manera brillante por Revel en la segunda mitad del siglo XX en sus distintas (todas muy recomendables) obras sobre la cuestión del antifascismo, elemento empleado por el comunismo ruso como elemento de ataque contra cualquier persona-idea que criticara al comunismo (fascista) y como justificación de su barbarie y totalitarismo criminal. Así, generaban una falsa dicotomía: fascismo-antifascismo. Si estaban en contra del fascismo (y todo lo que no fuera comunismo era fascismo), y dado que el fascismo es algo aceptadamente negativo y malo, por eliminación, el antifascismo (el comunismo) era algo bueno. Y nadie podría así desacreditarlos o criticarlos, pues serían cómplices del fascismo o fascistas en sí. 

Así, el "antifascismo" contemporáneo no es lo contrario al fascismo (término de por sí profundamente manoseado y que poco tiene que ver con el fascismo real e histórico), sino el fascismo en sentido contrario.

Esto lo vemos hoy gráficamente en los denominados "antifascistas", que no es otra cosa que marxistas de corte totalitario que legitiman su violencia y actos en nombre del "antifascismo", por lo que por definición son los "buenos", y así se les trata mediáticamente. Pues emplear comunistas o extremistas de izquierda tiene un significante muy distinto y evoca en la mente de la gente otra realidad. 

El término antifascista es una simple coartada al pensamiento único (y de corte totalitario) que intentan imponer a toda la población. La agitación contra un fascismo "fantasma", mientras desarrollan su totalitarismo creciente o autoritarismo impunemente. Una excusa perfecta para legitimar u ocultar y minimizar sus fechorías o corruptelas, restricciones de libertad y mentiras constantes. Pues no importa el mal que se haga, comparado con la creación de ese demonio creado, todo es pasable y hasta preferible. 

Y ya se sabe que contra ese mal absoluto creado y pregonado, vale cualquier cosa (violencia, ataque a derechos fundamentales como la libertad de prensa, opinión, propiedad...).

Así, hay un interés en extender el fascismo a todo. Pues si el fascismo está extendido incluso secretamente por todas partes, el “antifascismo” puede acusar de fascista a cualquiera. Se comportan así igual que la Inquisición, cuya premisa es que ve brujas por todas partes. Una premisa necesaria para toda paranoia conspirativa, y que permite justificar la recurrente caza de brujas que se lleva a cabo en distintos ámbitos, pues se ven "fascistas" por todas partes. 


Artículo de Libertad Digital: 

"¿Cómo es posible que siga existiendo gente que blanquee al comunismo? Preguntaba el actor y político español Toni Cantó, a los miembros podemitas de las Cortes Valencianas

El líder de Ciudadanos en Valencia realizó este miércoles, durante la sesión plenaria de las Cortes, un certero repaso de la historia del comunismo y los totalitarismo haciendo referencia a comentarios y fotografías de líderes españoles como Pablo Iglesias Alberto Garzón

"Lo explicaba muy bien mi admirado Churruca, Javier Pérez-Cepeda: "En cada generación hay un selecto grupo de idiotas convencidos de que el fracaso del colectivismo se debió a que no lo dirigieron ellos"

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