Citi pagó 10,8 millones de euros a su presidente ejecutivo. Vikram Pandit en el 2008. Su sueldo fue de 1,6 millones. Difícil de entender. Por si no lo sabíais, Citigroup, seria un banco en quiebra sin la ayuda gubernamental, es decir, sin el dinero de los contribuyentes.
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Los altos ejecutivos de las grandes corporaciones siguen obteniendo enormes pagas, y han notado para mejor la crisis económica, financiera y crediticia. De hecho, han salido aún más ricos de esta crisis, puesto que esta casta sigue cobrando auténticos pastizales y los precios de los inmuebles, bolsa, y empresas han disminuido. Siguen remunerados como antes de la crisis y en cambio pueden comprar más barato. Incluso las grandes fortunas han visto su patrimonio recortado alrededor de un 40% en 2008, pero esta casta de ejecutivos se ha beneficiado de modo desleal. Es un sistema hecho por y para ellos.
El caso más flagrante es el de la otrora todopoderosa aseguradora A.I.G. Estuvo en el ojo del huracán hace unos meses cuando colapsó. El Tesoro de EEUU la apoyó inyectando capital para evitar males mayores (170.000 millones de dólares de contribuyentes). Recordarán el escándalo que se montó cuando inmediatamente de ser salvados, sus ejecutivos decidieron darse un festín (durante una semana en un lujoso resort) y la cuenta superó varios centenares de miles de dólares a cargo de los sufridos accionistas. La excusa: celebrar (derrochando) que les habían salvado. No había para menos, debían celebrar que podían seguir cobrando bonus insultantes.
Ahora vuelven a ser noticia por un bonus de 165 millones de dólares, aunque el montante global de bonus y bonus de retención de 2009 es de 1.000 millones de dólares a repartir entre los ejecutivos. El Tesoro americano quiere ponerle un poquito de maquillaje para no causar alboroto social. El motivo que alegan para cobrarse (de hecho las copas se las sirven ellos mismos) es que una parte de la cifra es para cubrir bonus y la otra para retener “talento” para que las unidades de negocio no pierdan atractivo entre los futuros compradores. No entiendo dónde está el premio y el talento: la cotización se ha hundido en los abismos, las pérdidas han sido una de las peores de la historia empresarial de EEUU, y sus ejecutivos son unos derrochadores.
¿Esto debe recompensarse? ¿Es justo arruinar de esta manera a los accionistas? ¿Qué tienen que decir los contribuyentes que sostienen a esta empresa de manera obligada? ¿Qué mensaje debe entender el mundo? Trabajadores perdiendo su trabajo, o conservándolo por un sueldo de subsistencia, accionistas-ahorradores-pensionistas estafados, contribuyentes asfixiados, políticos en su mundo de rosas, y los altos ejecutivos siguen emborrachándose de champán de reserva, mientras la cuenta la pagamos nosotros. En mi opinión, aparte de temas éticos y morales, estos abusos y el robar deberían tipificarse como delito penal a la misma escala que un asesinato, y cumplir íntegramente condena. Pero claro, está de moda ser tolerante.
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