miércoles, 18 de agosto de 2010

El coste de la vida en España roza ya la media de la UE con salarios 15% más bajos. (Economía. Política. 165)

Nuevos datos que indican el fuerte aumento del coste de la vida en nuestro país, pero no de los salarios, por lo que las subidas de impuestos producidas no hacen más que incrementar el esfuerzo fiscal y situarnos en los mayores de Europa.

Para la mayoría de ciudadanos europeos, España ha dejado de ser un país barato, y, por supuesto, para los propios españoles, que han visto como en los últimos años el coste de la vida no da dejado de aumentar. Hasta el extremo de que los datos más recientes de Eurostat indican que España y Grecia son los países europeos en donde el coste de la vida ha crecido más desde el año 2000, poco antes de la puesta en circulación del euro. Un 14,5% en el primer caso y un 14,8% en el segundo.

Para el caso español, la consecuencia ha sido que hoy el coste de la vida roza ya la media de la Unión Europea. Asignando a la media de la UE a 27 un valor 100, España alcanzó el año pasado los 97 puntos, muy lejos de los 85 que se estimaron en el año 2000, cuando España era todavía un país ‘barato’.
Si la comparación se hace con la media de la eurozona -los países de mayor renta y poder de compra- la distancia de España se sitúa todavía en 7,5 puntos (104,9 frente a 97,4) pero aún así se observa un creciente deterioro. En el año 2000, la distancia era de nada menos que de casi 20 puntos. Por lo tanto, cerca del triple que ahora.
Eurostat ofrece todos estos datos en términos de paridad de poder de compra, lo que facilita las comparaciones al eliminar el efecto de la inflación. Se trata, por lo tanto, de datos reales y no nominales.

La convergencia en precios, sin embargo, no se ha correspondido con una aproximación en salarios. Según este informe del Ministerio de Industria, la remuneración por asalariado (que incluye el pago de cotizaciones sociales, por lo que es superior a nuestro salario bruto en nómina) se situó en 2009 en 30.948 euros. Es decir, un 15,1% por debajo de la media de la eurozona, establecida en 35.645 euros. La diferencia es significativamente más elevada si se compara con las naciones más avanzadas. La remuneración media de un asalariado alemán es un 10,2% superior a la española, pero se dispara hasta un 39,7% en relación a un trabajador francés. Frente a Irlanda, incluso, se puede hablar de una distancia extraordinaria. La remuneración estándar se sitúa en 46.228 euros, un 49,3% más que en el caso español.

Según estos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), ver la tabla inferior, en 14 de los 27 países de la Unión Europea los salarios son más altos que en España. Sólo los salarios de Portugal se colocan por detrás de España entre las naciones que forman parte del euro.

La causa de esta evidente contradicción entre coste de la vida y salarios tiene que ver con la escasa productividad de la economía española, que ha conformado una estructura social de sueldos bajos. Mientras que la productividad por ocupado se situó el año pasado en España en 40.495 euros (a precios constantes del año 2000), en la zona euro se alcanza los 51.379 euros.




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