Sensacional artículo sobre el que aseguraban iba a dominar la NBA junto a Michael Jordan hasta que ocurrió un trágico suceso:
"Lo tenía todo para ser una estrella de la NBA, de aquellas que marcan una época. Tenía carácter, como había demostrado en la Universidad de Maryland. Tenía habilidades, con una capacidad atlética envidiable y un tiro en suspensión inmejorable. Además, había recalado en el mejor equipo del momento, los Celtics, que pretendían prolongar su reinado en la mejor liga del mundo gracias a su llegada. Pero todo se desvaneció en apenas unos minutos. Len Bias desapareció. Una historia de éxito se convertía en tragedia.
"Con el número dos, los Boston Celtics eligen a Len Bias". Era el draft de la NBA de 1986. 17 de junio. El sueño de Leonard Kevin Bias, nacido en Landover el 18 de noviembre de 1963, se había hecho realidad. Desde que destacara en la Universidad de Maryland dos años antes, varias eran las franquicias que se habían interesado en él. Sin embargo, Red Auerbach, mito de los Celtics y en ese momento presidente del equipo, le había convencido para que esperara un año más. De ese modo se marcharía a Boston, el mejor equipo del momento.
"Nosotros le queríamos, y le tenemos", dijo Auerbach nada más confirmarse su fichaje. "Probablemente construiría mi equipo en torno a él, porque era tan bueno que nadie podría pararle", llegó a afirmar KC Jones, el técnico de los Celtics, un equipo que acababa de conquistar su decimosexto título pero que necesitaba una regeneración –prueba de ello es que desde aquel campeonato logrado en 1986, tardó 22 años en volver a ganar otro anillo–.
Por eso todos se habían fijado en Len Bias. Con sus 203 centímetros y su potencia imparable, era considerado el alero más completo del baloncesto universitario. Tenía un tiro en suspensión infalible –"perfecto", como definieron muchos periodistas de la época– y su increíble físico le permitía dominar bajo los aros, con una capacidad de salto espectacular. Además, defendía tan bien como atacaba.
Mike Krzyzewski, Coach K, uno de los mejores entrenadores de la historia, y profundo conocedor del baloncesto universitario, llegó a afirmar que "en mis más de 20 años como entrenador en Duke, sólo he visto a dos jugadores que de verdad me hayan impresionado: Michael Jordan y Len Bias".
Y es que Bias fue el primer jugador al que se le comparó con Jordan, y quizá el más acertado. Todos consideraban que podía ser su principal rival en los próximos años para convertirse en el mejor jugador de la NBA. Se habían enfrentado en una ocasión en la liga universitaria, y todos quedaron impresionados con el duelo. Los dos iban a dominar el baloncesto mundial. No había duda. Incluso Reebook le ofreció un contrato millonario a Bias al día siguiente de firmar por los Celtics, en clara contraposición al idilio entre Jordan y Nike.
Una noche fatídica
Pero nada de lo esperado se llegó a cumplir. Después del draft, Lenny vivió una jornada maratoniana de firmas, presentaciones, entrevistas a los medios... Cuando por fin regresó a Maryland, y después de un rato en casa con la familia, tocaba ir a celebrarlo con sus amigos de la Universidad. Una celebración que acabó con su vida.
En una funesta noche –perfectamente relatada con todo lujo de detalles por Gonzalo Vázquez–, Len Bias se fue a la residencia donde había vivido los dos últimos años. Antes había pasado a recoger con el coche a Brian Tribble, su amigo de toda la vida, y se habían detenido a comprar alcohol en un comercio. La cocaína ya la llevaba Brian. Tras un paso fugaz por una fiesta, los dos llegaron a la habitación 1103 del Washington Hall. Ahí se juntaron con Gregg y Long, dos compañeros del equipo universitario de baloncesto. Y comenzaron su fiesta.
Las cervezas y el coñac se fueron agotando en manos de los cuatro amigos. La cocaína hizo el resto, y el ambiente en la habitación pasó de ser jovial y alegre a cargado y nocivo. Toda la conversación giraba en torno a lo que Bias había hecho en la Universidad, en lo que iba a hacer en la NBA, en que iba a convertirse en el mejor de la Liga, iba a comandar a unos Celtics campeones, iba a ganar muchos anillos... mientras él no paraba de esnifar una raya de coca tras otra.
Después se aseguró que Len no era para nada consumidor habitual de cocaína. Alguna vez la había tomado, sí, pero muy esporádicamente. Aquella noche se le fue de las manos. Eso, unido a que la cocaína que estaba consumiendo tenía una pureza del 98% –"es incomprensible cómo una droga así había llegado a sus manos", comentó más de un experto durante la investigación–, resultó demoledor.
Con la primera luz de la mañana, a Len Bias le dio el primer ataque. Cayó como un plomo en el suelo. Ante Tribble, Long y Gregg, totalmente incrédulos y sin capacidad de reacción, se le paró el corazón.
- Urgencias del Hospital Leland.
- ¡Que venga una ambulancia a la 1103 del Washington Hall!
- ¿A qué lugar?
- Es la 1103 del Washington Hall. ¡Es una emergencia! ¡Es Len Bias... el que ha ido a Boston... necesita ayuda!
- ¿De qué está usted hablando?
- Estoy diciendo que alguien necesita ayuda... ¡Len Bias necesita ayuda!
- De acuerdo, ¿qué es lo que ocurre?
- No... no respira bien.
- ¡Es Len Bias! ¡Tienen que hacer que viva! ¡No puede morir! ¡En serio, señor! ¡Vengan rápido, por favor!
Era la llamada desesperada de Brian Tribble al 911. De nada sirvió. Cuando los paramédicos llegaron, Lenny ya no respiraba. Le llevaron al hospital. Con todos sus compañeros de equipo, su entrenador, Bobby Wagner; su padre, James Bias; y su madre, Lonise Bias, confirmaron su muerte a las 8:55 del 19 de junio de 1986. Se había ido. En unos segundos había pasado de tenerlo todo a no existir.
Conmoción en todo el país
La muerte de Len Bias cayó como un jarro de agua fría no sólo en la NBA, sino en todo el país. En una sociedad en la que se desconocían por completo los efectos que podía acarrear la droga –e incluso era considerado como algo cool–, la muerte de un deportista a punto de convertirse en una estrella mundial a causa de la cocaína fue un toque de atención para todos.
"El legado de Lenny es que ha salvado muchas de nuestras vidas", afirman los jóvenes de la época. Siempre que se recuerda a Bias se habla de que, dentro de la desgracia, su muerte sirvió para evitar muchas más dentro de una sociedad que por fin se dio cuenta del peligro que tenía jugar con las drogas. Se hicieron muchas campañas de publicidad, se crearon nuevas y severas leyes antidroga, pero sin duda fue el golpe moral que supuso la muerte de una estrella que iba a ser y no fue lo que más ayudó.
El déjà vu de su familia
Cuatro años después, cuando ya comenzaba a superar la tragedia –si es que eso se puede llegar a superar en la vida–, la desgracia se volvió a cebar con la familia Bias. El 5 de diciembre de 1990, Jay Bias, hermano menor de Len y también jugador universitario de baloncesto, era asesinado en el aparcamiento de unos grandes almacenes tras un ataque de celos de Steve Taylor, quien le disparó acabando con su vida.
James y Lonise Bias quedaron totalmente destrozados. Por segunda vez iban a enterrar un hijo. Desde entonces, decidieron hacerse activistas contra el uso de drogas y contra la posesión de armas, realizando charlas a lo largo de todo el país.
La muerte de un sueño
"Es un gran deportista. Le he visto jugar muchas veces. Le he visto entrenar. Tiene los mejores hábitos que uno puede desear. Es un chico ideal. ¿Has oído alguna vez la expresión 'seguro de vida'? Pues Len es nuestro mejor seguro de vida". Ésas fueron las desafortunadas palabras de Red Auerbach cuando pretendió, y consiguió, su fichaje por los Celtics. Pero estaba equivocado.
Una noche, una maldita noche, la más triste de la historia de la NBA, terminó con su sueño. Nada más morir, las primeras flores que recibió la familia de Len Bias procedían de Michael Jordan. Él sabía que sólo la cocaína le había arrebatado al que iba a ser su mayor rival durante la siguiente década en la lucha por dominar la mejor liga de baloncesto del mundo."
Fuente: Libertad Digital
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