Hay menos de medio punto porcentual de diferencia entre los tipos de interés medio de la deuda viva española y la alemana. Entonces, ¿por qué se queja España? Por un lado, este dato está compuesto por la acumulación de los tipos de interés que durante años han sido considerablemente más bajos que los actuales. España durante los años de bonanza económica consiguió bajar tipos y en ese periodo se diluyeron las elevadas rentabilidades a las que tuvo que colocar en los 90, antes de la creación del Euro. En 1993, por ejemplo, el tipo medio de interés de la deuda española en circulación ascendía al 9,89%.
Otra de las razones es la composición de la deuda española. La presión sobre la deuda española, ha obligado a que el Tesoro haya tenido que financiarse a más corto plazo para evitar los elevados tipos de interés. Por su parte, Alemania tiene la posibilidad de continuar financiándose a largo plazo sin dificultades.
La presión sobre la deuda española se ha relajado en los últimos tiempos, pero esta bajada de las rentabilidades que tiene que ofrecer el Tesoro puede tardar todavía en notarse. En el mercado secundario, la presión ya se ha relajado puesto que la prima de España en los últimos quince días ha conseguido bajar de los 300 puntos básicos. Este indicador se encuentra ahora lejos de los más de 600 puntos básicos que marcó en el verano de 2012.
¿Y LAS EMPRESAS?
En el caso de las empresas españolas, la situación es diferente. En abril de este año, el ministro de Economía, Luis de Guindos insistía en que las empresas españolas pagan más por pedir prestado que sus homólogas europeas. Un informe Goldman Sachs salía a darle la razón, mientras que a una empresa alemana solicitar financiación le cuesta un interés del 3,5% a una española le sale por un 6%. Una diferencia de 2,5 puntos, un 70% más, que ni las inyecciones de liquidez ni el programa de compra de bonos del BCE han conseguido estrechar.
Una ruptura que se produce hasta 2010, como se extrae de un informe de Goldman Sachs que analiza las divergencias en los tipos de interés del dinero que presta la banca europea a las pequeñas y medianas empresas. “Los tipos de interés se movieron al compás en los países hasta finales de 2009, una vez que la crisis soberana irrumpió en la Eurozona los tipos en el core y la periferia divergieron de una manera persistente”, apunta el banco americano.
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