martes, 27 de agosto de 2019

Valencia y Murcia, las regiones con más pérdida de empleos por el nuevo salario mínimo

Gonzalo Velarde analiza el distinto impacto negativo que tiene la implantación unilateral del Salario Mínimo entre las distintas regiones, que ya se está dejando notar, y que afecta precisamente a los colectivos más débiles, jóvenes, extranjeros, personas de poca cualificación y experiencia...


Artículo de El Economista: 
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La subida del salario mínimo interprofesional (SMI) de un 22%, hasta los 900 euros mensuales, efectuada por el Gobierno de Pedro Sánchez tendrá un efecto negativo en el medio plazo para la creación de puestos de trabajo, tal y como han advertido diferentes instituciones como el propio Banco de España, pero además, este será distinto en cada comunidad autónoma. La explicación de la heterogeneidad en el impacto de la subida reside en la diferencia que existe entre el salario medio de cada región y el nuevo salario mínimo, que desde el 1 de enero de este año se encuentra fijado en los 12.600 euros al año. De modo que en las autonomías que cuentan con un menor diferencial entre el salario medio y el SMI, el aumento de este último ejerce una mayor presión sobre los sueldos medios, con el riesgo de destrucción de los empleos que se encuentren remunerados cerca del nivel de ese nuevo salario mínimo.
"El incremento del SMI ignora que sus potenciales consecuencias adversas no son homogéneas porque no en todas las regiones y autonomías la situación económica es la misma, la tasa de paro en ellas no es igual y los salarios no son similares", advierte Freemarket en el informe Economía española: una era de expectativas inciertas y limitadas. Sobre esta premisa, Comunidad Valenciana y Murcia serían dos de las regiones más afectadas al ser de entre aquellas que tienen menor diferencial entre el salario medio y el SMI, sumado a unas de las tasas de parados menores de 25 años de las más altas del país, siendo uno de los colectivos más perjudicados además de aquellos puestos poco cualificados y de baja remuneración.
En este sentido, cabe recordar que el Ejecutivo socialista elevó el salario mínimo a los 900 euros contra la recomendación de instituciones como el Banco de España -que calcula una destrucción de 125.000 puestos de trabajo en toda España- o la AIReF -que cifra el impacto en una pérdida de 40.000 empleos-, y con el rechazo de la patronal mayoritaria de los empresarios CEOE, que previamente había trazado con los sindicatos una hoja de ruta de alza salarial para tres años con el IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) 2018-2020, y que contempla un incremento anual del 2%, más un 1% variable, y situaba el salario mínimo en convenio en los 1.000 euros mensuales para el final del trienio.

Diferencias territoriales

Sin embargo, una vez iniciada esta senda por el Gobierno de manera unilateral, solo cabe esperar los efectos de una medida que parece ya tener reflejo en el mercado laboral. En este sentido, desde Freemarket se apunta a que las regiones que presentan una menor diferencia entre el salario medio y el SMI son las mismas que tienen un mayor índice de desempleo juvenil, por lo que "si se implanta un salario mínimo próximo al salario medio, se expulsará del mercado a mucha gente, especialmente a la más vulnerable como son los jóvenes".
De este modo, si bien hay algunas regiones que cuentan con un menor diferencial respecto al SMI, Murcia, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana acusarán más la subida del SMI en pérdida de puestos de trabajo ya existentes y creación de los mismos. Ello, debido a que cuentan con tres de los cinco sueldos medios que más se aproximan al mínimo, 21.309, 21.033 y 21.362, respectivamente, a lo que se suman tres de las tasas de desempleo juvenil -colectivo con mayor riesgo de exclusión del mercado- más altas (13,9%, 13,6% y 12,3%, respectivamente).
En este sentido, se observa que el factor de ser una autonomía dependiente del turismo y con un gran volumen de empleos depositados en la hostelería también suma negativamente al efecto que pueda ejercer la subida del SMI. Así, cinco de las diez autonomías con menor diferencial entre el salario medio y el nuevo mínimo tienen una dependencia económica del turismo y del sector servicios. Es el caso de Canarias, con un sueldo medio 20.185 euros anuales y una tasa de parados menores de 25 años del 11,9%, o Andalucía, donde la remuneración media alcanza los 21.404 euros al año y la tasa de paro del colectivo mencionado en el 10,3%. También experimentará una fuerte presión sobre los salarios medios a raíz de la subida del 22% la comunidad autónoma de Extremadura, que es la región con menor diferencia entre el nuevo SMI y el haber medio percibido por sus trabajadores (19.672 euros contra 12.000 euros), y además, con una considerable tasa de paro juvenil, en el 11,3%, ligeramente por encima de la media nacional del 11,7%.
En el extremo opuesto se encuentran precisamente las autonomías más ricas del territorio. De este modo, si bien se presupone que la teoría es aplicable a todas las bolsas de trabajo del país, en la Comunidad de Madrid el impacto sería más limitado al referir una remuneración media (27.089 euros anuales) alejada del SMI, si bien la tasa de paro juvenil se encuentra en el 12,5%, por encima de la media del país. Una coyuntura similar a la del País Vasco, con el sueldo medio más elevado del país (28.204 euros) y la tasa de paro juvenil -referencia del tipo de empleo más afectado negativamente por el alza del SMI- por debajo de la media, en el 11,4%. Navarra es la otro región menos afectada con un salario medio 26.329 euros y un paro juvenil al 12%.

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