martes, 27 de marzo de 2012

La prueba del papel higiénico. Un ejemplo del despilfarro estructural del Estado. (Política, Economía.590)

Un claro ejemplo del despilfarro estructural del Estado, y el por qué la gestión de los políticos siempre será peor que la de los profesionales:


"La prueba del papel higiénico:

No es exactamente como la del algodón, pero tiene la ventaja de ser aplicable a la Administración, incluida muy especialmente la sanitaria.
Seguro que hay una excelente razón para que el presupuesto que la policía nacional tenía en 2010 para comprar papel higiénico destinado a todas sus dependencias en el territorio nacional fuese casi el triple del que acaba de ser publicado para 2012 (300.440 euros frente a 130.000).
En los pliegos de condiciones de los concursos correspondientes no se fija el número de rollos concreto, sino su precio, de modo que el dinero que se gasta es fijo. La mejor oferta es la que suministra más papel por ese importe. Como los precios base de la licitación son ligeramente distintos (0,2552 euros por rollo en 2010 frente a 0,2600 euros por rollo en 2012) la cantidad de rollos estimada no disminuye en la misma proporción que su importe (la disminución es aún mayor, claro) al pasar de 1.177.273 rollos a sólo 500.000.
Seguro que hay una excelente razón para que este año sólo sea necesario el 42% del papel higiénico que era necesario hace dos años. O tal vez antes no se necesitaba tanta cantidad, o quizá ahora nos vamos a quedar cortos. Tal vez las autoridades de interior han dictado normas para que los policías vayan al trabajo con sus necesidades fisiológicas resueltas en sus casas. Cosa que sería exigible también, quizá, a los potenciales inquilinos de sus calabozos. En tiempos de crisis todos tenemos que arrimar el hombro, ¿no?
Pero hay una cuestión adicional que me preocupa, ahora que a todos los consejeros (o ministrines, como los llaman en Asturias) les ha dado por difundir las bondades de las centrales de compras: ¿es siempre rentable comprar así? ¿Podría compensar que periódicamente se acercara algún agente al Mercadona más próximo para reponer el papel higiénico de su dependencia, siempre, claro está, previsoramente antes de que se agotase? Vamos, como hacemos usted y yo en nuestra casa.
Aceptando que en los precios del concurso están incluidos los gastos de transporte (que no sería necesario si se comprara en Mercadona, que está aquí al lado), ¿paga el Estado -cuando paga- un precio razonable a las empresas suministradoras (Kimberly-Clark S.L. en el 2010) o no?
Como ya se imaginan, la respuesta es negativa.
Resulta que el papel higiénico que yo compro en Mercadona (3,75 euros el paquete de 12 rollos) me sale a 0,31 euros el rollo. Peeero, es que en lugar de 22 metros por rollo y 36 gramos por metro cuadrado, como estipulan los pliegos de los concursos policiales, ofrece 40 metros y 39 gramos respectivamente. O sea, que cada 10 “servicios” (eufemismo que sirve para denominar a los fragmentos de papel de unos 9,5 x 12,5 centímetros entre dos líneas de trepado) me salen a menos de 1 céntimo (0,95) mientras que la policía los paga un 50% más caro (1,47 céntimos), siendo encima de peor calidad.
Sustituyan ahora papel higiénico por mascarillas quirúrgicas, jeringuillas, ecógrafos o desfibriladores, camillas o palos de gotero, bombas de infusión o endoscopios. O medicamentos. ¿Seguro que los macroconcursos son siempre mejores para obtener el mejor material al mejor precio? Probablemente si la Administración Sanitaria estuviera gestionada por profesionales como los de Mercadona o El Corte Inglés sería cierto. Pero ¿por qué será que la mayoría de político-gestores españoles ofrecen tanta credibilidad como los griegos?
Otro día hablaremos de los zuecos del personal sanitario, cuya gestión está tan controlada como la del papel higiénico, las guardias o las peonadas. Imaginen."

Fuente: Medicablogs

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Twittear