viernes, 2 de marzo de 2012

Los yonkis de la subvención. (Política, Economía. 559)

Artículo sobre la socialdemocracia, el Estado del Bienestar y la creciente necesidad de expropiar recursos al ciudadano:

"El allegado, familiar, empleado o amigo que un buen día decide robarte, primero te saquea de poco en poco, para que no lo notes. Primero muy poco, porque siente vergüenza y miedo, y cuando le descubre el gusto un poco más, y tú no notas nada porque eres realmente buena gente y confías en la Humanidad.

El ladrón poco a poco se acostumbra a vivir con lo que te roba, y lo que era un extra se convierte en una necesidad. Ha subido su nivel de vida gracias a lo tuyo y aunque cada vez toma más riesgos para robarte, una vez has descubierto el encanto de vivir con más cuesta mucho volver atrás.

La ambición nunca es suficiente, sobre todo para el nuevo rico y el venido a más, y el ladrón, que ya se cree impune después de tanto tiempo, se crece y se suelta y decide olvidar cualquier precaución y llevarse por delante todo lo que en cada golpe se va encontrando. Ni siquiera así le descubres a la primera, porque tu ingenuidad es de chiste y es inagotable tu confianza en la bondad.

Pero llega un día en que para mantener su tren de vida y sus tantísimos caprichos -que él ya confunde con sus necesidades- la urgencia le puede y te roba con desfachatez y descaro, a cara descubierta y ante tus propios ojos. Sólo entonces le descubres y viene el drama.

Bien, esto es lo que nos ha pasado con el Estado del Bienestar. El caldo de cultivo del buenismo y de la solidaridad escondían en su profundidad un atraco cada vez más cuantioso y sistemático, hasta que al final ha salido el líder de los socialistas franceses, François Hollande, y candidato de su partido a las próximas elecciones a la presidencia de la República, y ha dicho que si gana piensa gravar con un 75% a quienes ganen más de un millón de euros.

La socialdemocracia es una droga y como todas las drogas sólo crea adicción y dependencia. Los socialistas son unos yonkis de asalto a farmacia a punta de jeringuilla. Están tan desesperados, y tan acostumbrados a robarnos; la subvención les ha atrofiado tanto el alma y hace tanto tiempo que no trabajan que su única idea es atracarnos, que su única imaginación es darnos en el enésimo palo.

Proponer unos impuestos del 75% es un atraco a mano armada. Pero está bien que los socialistas se quiten la máscara y nos expliquen sus planes, porque de este modo todo el mundo podrá ver y comprobar en qué infinita delincuencia se basa su estrategia y cuán abrasivos son sus planes. Así todo el mundo podrá descubrir a los hermanos Dalton que siempre se esconden bajo las siglas socialistas. Cualquier cosa menos trabajar, cualquier cosa menos dar la cara, cualquier cosa menos alzarse y enfrentarse a la dificultad.

Y siempre ese esperarnos en la vuelta de la esquina, con su jeta y su navaja. Con sus excusas, con la culpa que siempre es de los demás, con cualquier pretexto, cada vez más rocambolesco, para que les paguemos la fiesta. Esa precariedad moral, esa podredumbre espiritual. Todos los sentimientos están resumidos en el Calvario y ellos fueron los que le crucificaron."

Fuente: El Mundo blogs (vía)

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