"El recorte del gasto público ha sido ‘puro humo’. O dicho en términos más precisos, las administraciones públicas, al contrario de lo que dijeron en su día, no sólo no recortaron el gasto en los últimos años; sino que, por el contrario, lo aumentaron, y de forma importante. Sólo en 2011 el gasto en consumo final de las Administraciones Públicas volvió a caer, pero todavía se sitúa por encima de los niveles alcanzados antes de la crisis.
En concreto, y según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el conjunto del sector público consumió el año pasado 217.675 millones de euros (el 20,2% del PIB), lo que supone apenas 6.000 millones de euros menos que en 2009, que marca el récord histórico (223.603 millones). La información del INE no está desagregada por administraciones, por lo que no es posible conocer qué parte del sector público es responsable de que apenas se haya avanzado en la corrección del gasto.
En euros constantes (es decir, descontando el efecto de los precios), eso significa que si en 2008 -al comenzar la crisis- el consumo público se situaba en 100 puntos, en 2011 había aumentado hasta los 101,7 puntos, según datos del Ministerio de Economía. El año 2008 es relevante en términos estadísticos debido a que es el que se utiliza actualmente de base para calcular la Contabilidad Nacional.
Para hacerse una idea de la aceleración del consumo público -sin contabilizar la Seguridad Social o la inversión- sólo hay que tener en cuenta que en el año 2000 -poco antes del nacimiento físico del euro- el gasto público se situaba en apenas 107.951 millones de euros, es decir, la mitad que ahora. Incluso en 2010, año en el que el Gobierno Zapatero aprobó un durísimo plan de ajuste -incluida la rebaja de los sueldos de los empleados públicos- el gasto creció un 0,2%. Sólo el año pasado, y en euros constantes, se produjo una ligera caída del 2,2% en términos reales, insuficiente en todo caso para reconducir el déficit de forma tajante.
Los datos de la Contabilidad Nacional ponen negro sobre blanco que, al contrario, mientras que seguía creciendo el consumo público, el gasto de los hogares caía y caía. Del nivel 100 en 2008, se ha pasado a 97,6 puntos el año pasado, hasta los 614.475 millones de euros. El consumo de las familias, que ha retrocedido a niveles de 2006, representa el 57,2% del Producto Interior Bruto. Otro 20,2%, como se ha dicho, tiene que ver con el consumo privado. El resto son inversiones, que han disminuido de forma espectacular en los últimos años.
La intensidad del ajuste
La formación bruta de capital fijo, en concreto, se situó el año pasado en 232.429 millones de euros, lo que supone algo más de cien mil millones menos que al comenzar la crisis, lo que pone de manifiesto la intensidad del ajuste. Hoy se invierte en España –contando tanto el sector público como el privado- un tercio menos que en 2007, principalmente debido al pinchazo de la burbuja inmobiliaria. De un 30% del PIB se ha pasado en pocos años a apenas el 22%.
La única partida que ha tenido un comportamiento expansivo durante la crisis han sido las exportaciones. El año pasado, España vendió bienes y servicios por valor de 323.198 millones de euros, unos 40.000 millones más que al comienzo de la crisis. Por el contrario, las importaciones se han hundido en coherencia con el descenso de la demanda interna, lo que ha permitido aumentar la contribución del sector exterior al crecimiento del PIB."
Fuente: El Confidencial
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