Bueno, la última de la Junta de Andalucia para ganar votos, a costa de arruinar a la sociedad (si aún se puede más). Ahora también pagarán 6.000€ al año por retomar los estudios:
"Impresionante anuncio preelectoral de la Junta de Andalucía. Aunque Javier ya lo había avanzado en verano, se ve que llegado el periodo preelectoral algunos pierden la vergüenza. La Junta va a pagar 6.000 euros anuales a aquellos que estudien bachillerato o ciclos formativos de grado medio.
Aunque los requisitos de ingresos para poder acceder a las becas son muy bajos, esta medida incide en el estereotipo de una sociedad subsidiada, de paguitas y colegueo, animando con estas subvenciones a no declararar los ingresos para poder pillar cacho. Y para más inri, encima se presume de ello. Eso si, nos quitamos de en medio a los becados de las listas del paro, especialmente aquellos que prefirieron dejar de estudiar para vivir la dolce vita inmobiliaria.
No se si habrán sido los socialistas andaluces los que han propuesto una enmienda para el congreso del PSOE que propone disociar la pensión de jubilación de los rendimientos del trabajo, bajo el sólido argumento de así se puede “liberar” al sistema de pagar una pensión mayor a quien “ya disfrutó de mayor salario”. ¿Y quién nos libera a nosotros de este sistema?"
Fuente: El blog Salmón
Es impresionante ciertamente. No solo carga en la gente trabajadora y que no defrauda el coste de la educación (y hablamos de varios miles de euros al año, cerca de 6.000 por alumno y curso), sino que además pagarán a aquellos otros 6.000€ de salario por estudiar, y todo vía deuda, lo que supone un mayor coste vía intereses, con un coste de oportunidad enorme, considerando las inmensas deudas de las administraciones con miles de empresas y autónomas, que está provocando el paro por impago de cientos de miles de personas. Eso sí, conociendo como funciona la administración pública, los amiguismos y el fraude, esos 6.000€ se irán para quien se irá, se cobrarán sin justificar el aprobado, y sin acudir a clase, aprovechándose mucha gente.
Esta es la grandeza del intervencionismo público, el llevar a la ruina a la sociedad, después de exprimir al cada vez menor número de contribuyentes.
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