sábado, 30 de abril de 2016

La enorme hipocresía, la falsa autoridad moral y los miserables ataques como reacción a la fiesta sorpresa de Amancio Ortega

Es la historia de siempre. El odio hacia el éxito, el odio hacia el creador de riqueza, hacia el creador de empleo, hacia el generador de valor. 


La hipocresía sucialista de siempre. Se quejan de la pobreza, del trabajo humilde (como era Zara en sus inicios) pero en cuanto se sale de ella y uno tiene éxito, se le critica por lo contrario. Y aún odian más que se demuestre su generalizada mentira (fácilmente refutable con datos con el sistema actual -aquí un ejemplo-, a diferencia de lo que ocurría siglos atrás) que la movilidad social es más fácil que nunca, que los ricos de hoy mayoritariamente no son los de ayer, ni serán los de mañana...en definitiva que la riqueza no está dada, y cuando hay libertad (y no barreras ni privilegios legales que garanticen rentas artificiales e injustas o impidan poner en práctica iniciativas empresariales), cualquiera con buenas ideas y trabajo puede tener éxito.  

La hipocresía sucialista de siempre. Se quejan del dinero del rico, pero si hace multimillonarias donaciones (la verdadera solidaridad, pues es voluntaria) como el reciente caso en el que Amancio Ortega donó 17 millones de € a la sanidad pública gallega se critica también, puesto que la caridad para ellos es mala. Lo que ellos quieren es quitarte el dinero a la fuerza y a cambio de lujosos salarios (el equivalente sin disfraces a una mafia) decidir ellos qué hacer con él (con lo que ello supone de actos corruptos, desviación hacia intereses propios y de afines, colocación de puestos propios, ineficiencia en la gestión, y reducción enorme del importe final hacia el supuesto interés y necesidad). Sin caretas, es robo (no solidaridad) y vivir del cuento a costa de terceros impidiendo que el dinero donado llegue a donde debe. 

La hipocresía sucialista de siempre. Amancio, es un demonio, una persona a la que hay que liquidar, por aportar valor, trabajo y riqueza a la sociedad, sin robar nada a nadie, sino satisfaciendo necesidades de manera voluntaria y a precios menores que nadie (lo que dota de mayor capacidad adquisitiva a las personas y crea empleo indirecto, además del directo, en otros muchos sectores al poder adquirir otros productos con lo que se ahorran). Sin embargo, aquellos dirigentes políticos que viven del dinero ajeno, que no crean valor ni riqueza, sino la destruye, que viven de la mentira, o bien del asesinato, el exterminio, la represión, la inconstitucionalidad o el terror (podemos poner cientos de nombres, tales como Lenin, Stalin, Pol Pot, Fidel Castro, Che Guevara, Mao, Allende...o por citar a un asesino reciente, como Otegui) son héroes, gente a la que hay que alabar y tomar como ejemplo. 

La hipocresía sucialista de siempre. No soluciona nunca nada, no hace crecer la riqueza intrínsecamente ni las condiciones de vida en los países donde se aplican sus recetas, pero dan lecciones morales y se quejan allí donde no son capaces de hacer nada por mejorar la vida de las personas, pero donde el mercado y el capitalismo tras ponerse a funcionar SÏ consigue año a año la mejora de las condiciones de vida, la mejora de los salarios, la reducción de las jornadas laborales, la mejora de la productividad y de las condiciones laborales, la reducción del trabajo infantil, el crecimiento de la esperanza de vida, NO solo en comparación con la situación de dicho país años atrás, sino con el resto de sectores y trabajadores (incluyendo los funcionarios) no dedicados a dichos trabajos. 

Tomemos el ejemplo de la tan criticada Camboya: "Hace 20 años, el PIB de Camboya era de 3.500 millones de dólares. En 2014 llegó a 16.780 millones. El textil supone hoy el 80% de las exportaciones del país, emplea al 10% de la fuerza laboral y exporta unos 5.000 millones de dólares. Camboya ha crecido a una tasa real de entre el 6% y el 7% en los últimos cuatro años, con años milagrosos como el 2005, cuando su economía se expandió un 13,4%. La esperanza de vida al nacer, en 1996, era de 56 años y en 2013 llegó a los 68 años. El PIB per cápita en 1996 era de 310 dólares y en 2014 alcanzó los 1.020 dólares per cápita. Este elevado nivel de actividad ha permitido que la barrera de la miseria de Camboya se desplace radicalmente: desde un 34% de la población que estaba bajo la línea de la pobreza en 2008 al 17,7% en 2012."

Pero nada sirve. Lo que quieren es que la situación pase del 1 al 10 sin pasar por el resto de números, como es requisito indispensable en cada país (y así ha sido desde la revolución industrial). Es como si en la España de los 50 se pretendiera que los trabajadores tuvieran las condiciones, salarios y nivel de vida que la España actual de un día para otro. O que se pretendiera que las condiciones del país más rico del mundo hoy se multiplicaran por 10 ya, porque sí, porque la situación actual de dicho país será irrisoria en comparación con dentro de 50 años. 
Por eso no les vale ninguna comparación con el mismo país ni con su pasado reciente. Hacen la comparación con los países mucho más ricos hoy (que precisamente también realizaron dicho proceso, solo que a un ritmo muchísimo más lento, pues dichos países se benefician del capital, el comercio y la tecnología de los países hoy mucho más ricos). Es la falsa moral de aquéllos que critican desde su sillón y buena vida (pero sin ofrecer ellos nada para mejorar la vida en dichos países) a quien SÍ aporta mejoras crecientes (fruto de la capitalización y crecimiento de inversión y productividad en el país). 


En el siguiente artículo se muestran las miserables reacciones típicas en contra de Amancio Ortega producidas en las redes tras la publicación del vídeo de la fiesta sorpresa a Amancio Ortega. 

Artículo de Libre Mercado: 

Los miserables ataques de la izquierda tras la fiesta sorpresa de Amancio Ortega

Ni porque vuelve a ser el hombre más rico del mundo, ni porque Inditex registra otro récord de beneficios, Amancio Ortega vuelve a ser trending topic por su fiesta de cumpleaños.
El dueño del gigante textil ha cumplido los 80, y su hija Marta y unos 4.000 empleados de la compañía le han preparado una sorpresa inolvidable.
El pasado 28 de marzo, Ortega llegaba en coche a la sede de Inditex, en el municipio coruñés de Arteixo, y nada hacia presagiar la espectacular fiesta que le tenían preparada los presentes. Aplausos, música en directo y una espectacular coreografía realizada por sus propios trabajadores hicieron que el empresario gallego no pudiera contener las lágrimas. Acompañado de su hija en todo momento, Ortega recorrió su la fábrica entre los vítores de sus trabajadores.
Pero lo que no dejaría de ser más que una emotiva sorpresa a uno de los empresarios de cabecera de nuestro país ha causado un gran revuelo en las redes sociales.


Nada más filtrarse el vídeo a los medios de comunicación, una lista interminable de tuiteros han aprovechado el momento para burlarse de las lágrimas del dueño de Zara y cargar en tromba contra su persona."Explotador y esclavista" han sido los insultos más recurrentes por los perfiles de Twitter de ideología de izquierda.

 Para este usuario crear 45.000 puestos de trabajo como ha hecho Inditex en España es "terrorismo patronal".

 También se permiten el lujo de redactar su esquela.


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