Populismo vs. realidad en el mercado laboral.

Y es que una cosa son los datos. La cruda realidad, y otra es la propaganda, ampliamente extendida por múltiples altavoces para manipular las mentes y adoctrinar con fines interesados políticamente.

Esto es algo que se observa también en el ámbito laboral.


Para los demagogos, que no les importa la realidad, sino vender su ficción interesada, los contratos temporales de corta duración es poco menos que el 99% de los "míseros" trabajos en España.

La realidad es otra. Solo el 1% de los asalariados tienen contratos de menos de 1 mes, y menos del 4% contratos de menos de 3 meses de duración (inferiores además al año 2005, donde esto parecía no importar a nadie).



Para los demagogos populistas el 90% de los contratos en España son temporales (pretenden confundir miserablemente la creación -fácilmente explicable además- de nuevos contratos con la proporción de contratos temporales en el conjunto del mercado laboral.

La realidad es otra. En 2016, solo el 25% (no el 90%) del empleo en España es temporal. Por debajo también a los años de la burbuja en España, que se situaba en el 35%. Por supuesto, entonces tampoco parecía importar a nadie.

Mentir, manipular, engañar y falsear la realidad con objetivos bien claros al parecer, no es deleznable, censurable, criticable ni insultante. Pero anteponer la realidad y decir las cosas como son (no como les gustaría a muchos que fueran para que no se les desmonte su chiringuito ideológico-político -medio como consiguen atraer hacia sí apoyo y crear una falsa realidad por repetición constante y propagandística de una mentira-) es censurable, políticamente incorrecto, incómodo, antipático, rechazable y demás adjetivos que uno quiera añadir.

Y nada de esto implica una defensa de la situación del mercado laboral (nada más lejos), sino una simple denuncia del creciente populismo y falta de seriedad al hablar de tantos temas, en gran medida importantes, que legitimen e intenten aprobar y convencer de actuaciones más que contraproducentes. 

Fuente: EPA (vía @dlacalle)