Al parecer, se disputaba la primera fase en los juegos Olímpicos de Amberes de 1920 y la selección española de fútbol tenía un partido muy difícil con un equipo que entonces era muy fuerte, la selección nacional de Suecia. Eran tiempos difíciles y la selección española iba simplemente a aprender.
De hecho, casi estuvo a punto de no ir por falta de dinero para pagarse el viaje. De hecho, fueron y volvieron de Amberes en un vagón de tercera en el tren. En el minuto 25 los suecos marcaban y se lo ponían difícil a nuestra selección porque ya de por sí el partido era muy complicado. El partido siguió y se pitó falta cerca del área a favor de España en el minuto 50. Cuando se disponía a sacar el jugador Sabino, otro jugador, Belaustre, decidió jugarse el todo por el todo y recurrir a la fuerza y gritó fuertemente hasta el punto de que fue escuchado por los periodistas: “¡Sabino, a mí el pelotón, que los arrollo a todos!” y se lanzó con toda su alma y fuerza a rematar de cabeza el saque de su compañero. El ímpetu fue tan enorme que arrolló a varios jugadores contrarios, hasta un total de seis, incluido el portero, que intentaban impedir el remate y se metió con balón y jugadores en la portería, la frase pasó a la historia.
Posteriormente se marcaba otro gol a falta de dos minutos para el final en el minuto 88 y el match terminaba con el resultado de España 2-Suecia 1, ante el delirio de los jugadores españoles. Los periodistas italianos conmovidos por las narices que le echó aquel jugador que sirvió de catalizador para la victoria denominó aquello el triunfo de la “Furia Roja” y desde entonces hasta la fecha se ha venido aplicando a la selección española de fútbol aquello de la furia.
Para los curiosos, España, entre cuyos jugadores estaba el mítico Pichichi, dio la sorpresa quedando subcampeona, ganando además de a Suecia a Dinamarca por 1 a 0, a Italia por 2 a 0 y a Holanda por 3 a 1 y perdiendo sólo con la propia Bélgica por 3 a 1.
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