martes, 3 de enero de 2012

Análisis de las primeras medidas de Rajoy. (Política, Economía. 478)

Con cada decisión política, me ratifico más en mis ideas liberales, y de qué manera. La intervención y el peso creciente del Estado en la economía acaba sin lugar a dudas con ella, ahogando cada vez más a la sociedad y cargando más peso sobre el cada vez menor número de trabajadores, destruyendo la clase media y la producción, y haciendo a la sociedad cada vez más dependiente del Estado, cual drogadicto. No hay mejor camino a la pobreza que ése.

Independientemente de la situación actual de España, con la pésima gestión llevada a cabo por Zapatero, incluyendo el retraso en las elecciones, que han llevado a casi medio año de inactividad y de parálisis administrativa, y del reconocimiento que el déficit se desvió en un 2% hasta el 8% (lo que equivale a unos 80.000M €), siendo ocultada la realidad por Elena Salgado (ministra de Economía) y haciendo imprescindibles la toma de medidas, y que se han producido en mayor grado a las previamente anunciadas para ayer, las medidas adoptadas por Rajoy de reducción del gasto público en 9.000M son una broma muy pesada en la situación actual (por escasas, ya que son impresdindibles), que, o bien, no tienen ni idea de cuál es (o sí, pero los votos son los votos, y en Andalucía se aproximan elecciones).

Estas medidas ponen de manifiesto que el PP piensa hacer que sean los ciudadanos, y especialmente los de clase media, quienes paguen la crisis mediante el aumento de sus impuestos de todo tipo (se esperan recaudar 6.000M con el incremento del IRPF, IBI y capital). De los 15.000M en que se reduce el déficit, el 40% viene vía subida de impuestos, con la intención de ayudar a las autonomías principalmente con el IRPF (el 50% de los ingresos es para ellas) y de los ayuntamientos con el IBI (es para ellos íntegramente).

Para cumplir el objetivo de déficit (3,2% en 2013, lo que implica una reducción del 4,4%) hay que hacer otro recorte de unos 30.000 M (a parte de los 15.000 realizados, por lo que visto lo visto, vendrá acompañado de otra fuerte subida de impuestos, entre los que se incluirá el IVA, con toda seguridad, además de los impuestos especiales. Con esta última subida estamos pagando bastantes más impuestos que los suecos, por poner un ejemplo, cuando nuestro esfuerzo fiscal es ya altísimo.

La nueva subida de impuestos al capital (al ahorro) es aterradora. Hasta un 27% de impuestos (dos puntos más hasta el 21% para rentas menores a 6.000€ y 6 puntos más hasta el 27% para las superiores a 24.000€) cuando hace cinco años estaba en el 15%. Solo el Reino Unido tiene una tasa más alta (28%), eso sí, las clases medias pagan menos tipos. Si hay algo que necesita España es ahorro, no gasto, para reducir la salvaje deuda (insostenible) que tenemos, privada y pública, y se lo están cargando. Sin embargo, supondrá un ahorro menor de lo que se dejará de recaudar por la reinstauración de las ayudas a la compra de vivienda habitual, que no es otra cosa que una nueva ayuda al promotor y a los bancos a costa del ciudadano, y que evita una mayor corrección en los precios de la vivienda interfiriendo en el libre mercado, siendo en el pasado un elemento que ayudó a hinchar la burbuja inmobiliaria.

Tanto la izquierda como la derecha plantean una única política económica, la del expolio al sufrido ciudadano para costear los gastos y despilfarros de la privilegiada casta estatal. Con estas medidas, el PP ha optado por la vía izquierdista para corregir el déficit mediante los impuestos y la asfixiante austeridad privada para compensar así los abundantes despilfarros públicos.

El gobierno incrementa los impuestos al trabajo, lo que lo hace más caro, y por tanto más escaso, lo que incentiva aún más el fraude y la economía sumergida.

En conclusión, con la actuación de los gobiernos cada vez vamos hacia un mayor Estado, asfixiando y desangrando cada vez más a la economía privada, cada día un poco más muerta, para de esta manera minimizar el necesario adelgazamiento del sector público para mantener así su bienestar y el de los lobbies afines.

Los ajustes acaban de empezar, pero de momento por mal camino, por muy insuficientes por el lado del recorte de gastos públicos, y por negativos en el lado de los ingresos atacando el ahorro y el trabajo. Y por muy crítica que sea la situación (que lo es), y por muy rápido y efectiva que sea a corto plazo la medida de la subida de impuestos (vía retenciones) y que permitirá seguir manteniendo el mastodóntico Estado actual, mientras éste no se reducido drásticamente (empresas públicas, subvenciones, cargos, salarios, empleo público, en especial los elegidos a dedo y laborales...) y se sigan manteniendo los numerosos privilegios de la casta política y sus allegados, las medidas no tendrán ni generarán ninguna credibilidad y confianza, y desde luego apoyo.
Esperemos que sigan por ese camino, algo nada fácil viniendo de políticos.
Complicado 2012 se plantea...

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