jueves, 8 de agosto de 2013

La otra reforma laboral que piden los expertos. (Política, Economía. 1.821)

La reforma laboral llevada a cabo en España, aunque muestra avances positivos, se ha quedado corta en distintos aspectos, por lo que sería necesaria avanzar y retocar varios puntos.

Sobre algunos de estos puntos habla el siguiente artículo:


Artículo de Cinco Días:

"Que no temblemos si hay que hacer la reforma de la reforma del mercado de trabajo”, dice con firmeza Benigno Valdés Díaz, catedrático de Teoría Política Macroeconómica de Icade. Tras un año y medio de aplicación del nuevo marco legal, existen algunos actores del mercado de trabajo que creen que el Ejecutivo debería hacer más que los retoques técnicos anunciados. De hecho, analistas y asesores laborales de las empresas consultadas esperan que el Gobierno profundice en la reforma dentro de unos meses. Estos son los cambios que proponen varios expertos:
 
Contratación
 
La reforma laboral ya está hecha en materia de flexibilidad interna, despidos y negociación colectiva, según considera uno de los principales abogados laboralistas del país, Íñigo Sagardoy, presidente de Sagardoy Abogados. Pero, en su opinión, queda algo por hacer: “Abrir un debate sobre la reforma sustancial de la contratación”.
 
El contrato temporal es, según explica Sagardoy, “la institución laboral por excelencia para crear empleo”. Por ello, lo primero que sugiere al Gobierno es que “simplifique y racionalice los sistemas de contratación, que a pesar de la reforma aún siguen siendo una auténtica maraña”. Según su propuesta, frente a los más de seis tipos de contratos existentes y más de 40 modelos (formularios) de contratación que existen, todo se debería reducir a “tres modelos básicos: un solo contrato indefinido, otro temporal y otro formativo. Como mucho sería aceptable que hubiera cuatro o cinco modelos”. El Ministerio de Empleo ya ha anunciado una reforma para reducir el número de modelos de contratos, pero dicha racionalización no afectará a la esencia del sistema de contratación, sino solo a sus formularios administrativos, según fuentes ministeriales.
 
Atajar la dualidad
 
“Hay que conseguir acabar con la excesiva dualidad de nuestro mercado de trabajo”, dice Federico Gómez Sánchez, analista sénior del Servicio de Estudios del Banco Santander. Esto significa acortar la brecha que existe entre los trabajadores con contrato indefinido y los que son temporales. Y esto, según coinciden la mayoría de los analistas, se consigue “incentivando la contratación de fijos frente a temporales”, indica el economista jefe de Economías Desarrolladas de BBVA, Rafael Domenech.
Estos incentivos pueden llegar desde distintas vías. Íñigo Sagardoy sugiere una combinación que incluya, como en el caso alemán, una limitación de la contratación temporal de 24 meses como máximo y una reducción de los costes económicos del empleo fijo. Este abaratamiento del empleo indefinido puede hacerse, según este laboralista, rebajando las cotizaciones sociales de estos contratos o abaratando más las indemnizaciones por despido.
 
Respecto a este último punto, Sagardoy defiende de forma tácita la generalización a los nuevos indefinidos de las condiciones del contrato de emprendedores. Este modelo creado en la reforma laboral solo se puede aplicar en empresas de menos de nueve trabajadores, y abarata el coste del despido por la vía del periodo de prueba, que dura un año y durante ese tiempo el trabajador puede ser despedido sin indemnización.
 
Despidos colectivos
 
Los expertos han notado una mayor judicialización de las relaciones laborales tras la reforma. Sobre todo en impugnaciones de despidos colectivos. El Gobierno aprobó el viernes varios cambios en la ley que dificultan las demandas individuales en estos casos. Pero una parte de los asesores laborales de empresas e incluso algunos jueces creen que estos cambios no son suficientes y que sería necesario aplicar en los despidos colectivos pactados la presunción de certeza. Esto significaría que aquellos que hayan sido acordados no pudieran ser impugnados a los tribunales.
Según el responsable del área laboral de Cuatrecasas y presidente del Instituto Internacional de Relaciones Laborales de este bufete, Salvador del Rey, el Gobierno debería “proteger más el acuerdo en los despidos colectivos, porque la actual situación está abriendo una enorme brecha de inseguridad jurídica”.
 
Sin embargo, Del Rey reconoce un argumento en contra de blindar los acuerdos de los despidos colectivos: aumentaría el coste de las indemnizaciones por despido. Precisamente este es, junto a otros problemas legales, el argumento que usan los técnicos del Ministerio de Empleo para rechazar esta medida. Según explican estos técnicos, las empresas pagarían más para garantizarse un acuerdo que no se pudiera recurrir a los tribunales. Con ello, se volvería a la situación anterior a la reforma en la que subiendo las indemnizaciones se compraba el acuerdo, que llevaba prácticamente aparejado la autorización administrativa.
 
Protección por desempleo
 
La reforma laboral no ha tocado el sistema de protección a los parados. En los últimos tiempos están surgiendo distintas voces, entre ellas la OCDE, que piden a España que baje las prestaciones por desempleo durante los primeros meses de paro para poder subirlas a los desempleados de larga duración. Rafael Domenech (BBVA) cree que “hay que mejorar la relación entre indemnizaciones y prestaciones, aprendiendo de modelos como el austriaco”. En Austria, los trabajadores tienen una especie de fondo individualizado que se nutre de parte de su salario en todas las empresas en las que trabaja y eso sustituye a la indemnización por despido cuando se queda en paro.
 
Tiempo parcial
 
La reforma laboral ha permitido las horas extras en los empleos a tiempo parcial. Pero algunos empresarios demandan ir más allá. Sagardoy cree que las jornadas a llamada (cuando el empleado va cuando se le pide) deberían tener más peso, “con todos los preavisos y protección suficientes para el trabajador”.

La clave es contener salarios, precios y beneficios

La moderación salarial, que no fue una realidad hasta 2011, ha propiciado que España haya recuperado ya la competitividad perdida desde 2005 en términos de costes laborales unitarios, asegura el Gobierno. Pero el líder de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, ha declarado que se debe poner fin a esta moderación. Sin embargo, la práctica totalidad de los expertos consultados, y organizaciones como el FMI, que incluso pidió el viernes una rebaja salarial del 10% en España, creen lo contrario. Además, no pocos analistas recuerdan que también es imprescindible contener los precios en sectores como la alimentación, el transporte o la energía; así como reinvertir los beneficios empresariales en mayor medida.

Unidad de mercado y desindexación, lo próximo

Los retoques de la reforma laboral no son la única demanda de los expertos para recuperar el mercado laboral. Muchos de ellos precisan la necesidad de agilizar algunas leyes que están siendo tramitadas o que serán aprobadas a la vuelta del verano. Es el caso de las Ley de Emprendedores y la de Unidad de Mercado. Esta última “es esencial para el crecimiento y la generación de empleo porque las actuales barreras autonómicas impiden que las empresas sean más grandes”, opina María Fernández, directora de la Secretaría Técnica de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos. Y destacó la próxima aprobación de la Ley de Desindexación “para evitar los efectos de segunda ronda de la inflación”

2 comentarios:

  1. De todo lo leído, solo puedo estar de acuerdo en el párrafo "La clave es contener salarios, precios y beneficios". Después de revisar el tema salarial (con una caída nominal de más del 6%), sin repercusión en el empleo, la pregunta va más hacia la segunda parte. ¿Dónde está la caída de los precios? ¿Y la reinversión de los beneficios?
    Porque no se nota esta parte. Parece que solamente se esfuerzan algunos.

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  2. Bueno, repercusiones sí han tenido y más a futuro. Pese a todo, los costes laborales no han dejado de crecer hasta hace muuy poco. Pero ha mejorado competitividad y las exportaciones están en máximos históricos, lo que está corrigiendo uno de los desajustes más importantes de España (superavit comercial por primera vez en la historia), paso previo fundamental para salir de la crisis y volver a crecer, que no indica que sea el único ni suficiente de por sí. La caída de precios se ha producido en muchas cosas y productos, y si no es mayor o siguen creciendo en su conjunto es básicamente por las constantes subidas de impuestos (IVA por ejemplo) y los costes energéticos (más impuestos y consecuencia de la pésima planificación central en materia energética, que ha provocado serios daños al propio empleo y la competitividad empresarial). La reinversión de beneficios se produce en determinados sectores (alimentación por ejemplo) pero el endeudamiento empresarial todavía continua elevado y la necesidad de desapalancarse es imperiosa, como de hecho se sigue produciendo en el sector privado, pero mientras el sector público continúe creciendo sin parar y endeudándose de la manera actual, seguirá lastrando de manera brutal la recuperación, haciendo inefectivas en gran medida las buenas cosas realizadas o los ajustes naturales llevados a cabo.

    Un saludo

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