Artículo de Libre Mercado:
"Los estudiantes universitarios más brillantes y con rentas más bajas serán los que reciban las becas más altas a partir del próximo curso académico. Ésta es la principal novedad de la convocatoria de becas para el curso 2013-14 que el pasado 19 de agosto publicó el BOE y que este miércoles ha presentado, en la Comisión de Educación del Congreso, José Ignacio Wert.
Supone un cambio radical respecto a lo habitual hasta ahora. Tradicionalmente, en España, las becas se han otorgado sólo (o casi) en función de la renta. El requisito principal para acudir a las ayudas públicas era no superar un determinado umbral de ingresos en el hogar familiar. Si se cumplía con esta exigencia y se aprobaba el número mínimo requerido, se obtenía la ayuda, sin que ésta variase, salvo excepciones, en función de la nota.
Por ejemplo, imaginemos a dos estudiantes con padres que ganasen 20.000 euros al año. Uno de ellos sacaba todo matrículas y el otro aprobaba raspado el 65% de las asignaturas y suspendía el resto. Pues bien, la beca que recibían era la misma para los dos.
A partir de ahora, esto cambia. Esto no quiere decir que el segundo se vaya a quedar sin su beca. El Estado seguirá pagándole la tasa de matriculación. E, incluso, podría acceder en determinados casos a las becas complementarias (las que hasta ahora se conocía como de residencia, desplazamiento, etc...). Eso sí, en cualquier caso, recibirá menos que su compañero. Las notas servirán como premio para éste por lo conseguido y como incentivo para ambos de cara al curso siguiente.
El cinco 'raspado'
Lo primero que hay que decir del nuevo modelo impulsado por Wert es que no es cierto que se exija algo más que un aprobado para tener acceso a todos los tipos de becas del sistema. O dicho de otra forma, un estudiante que saque un cinco raspado en todas las asignaturas que curse cobrará todas las ayudas que le correspondan según su nivel de renta. Incluso, aunque suspenda alguna, podrá acceder a estas becas, aunque en este caso tendrá que tener una nota media algo superior al cinco (hasta un 6,5). Y esto es compatible con que aquellos que más se esfuercen tengan una recompensa, en forma de una beca más generosa.La clave está en el nuevo sistema, que podríamos dividir en 3 partes:
- Beca de matriculación: el Estado ya paga aproximadamente el 80% de la primera matricula de todos los universitarios. Además, a buena parte de los alumnos también les paga el 20% restante (y no sólo de la primera matrícula). Ésta es la ayuda en la que normalmente se piensa cuando se habla de becas a la universidad. Supone que el contribuyente cubre el coste de los estudios del estudiante en cuestión.
Pues bien, a pesar de todo lo que se ha dicho en las últimas semanas, estas becas no cambian demasiado con el nuevo curso. Se suben ligeramente los porcentajes de créditos aprobados que se exigen, pero ni mucho menos, como se ha insinuado, será necesaria una nota superior a ese famoso 5 raspado. Por ejemplo, en las enseñanzas técnicas, bastará con aprobar el 65% de los créditos para mantener esta ayuda. Eso sí, en las carreras de ciencias sociales, este porcentaje llega al 90%.
- Resto de becas fijas: además de las becas de matrícula, el Estado otorga a determinados estudiantes una serie de ayudas extra. Hasta ahora, esas ayudas están ligadas a determinados conceptos (residencia, desplazamientos, material,...).
Aquí empiezan las novedades de este año. Habrá tres tipos de ayuda: beca básica (de 200 euros al año), beca ligada a la renta (1.500 euros al año) y beca ligada a la residencia (1.500 euros al año).
- Los estudiantes de familias del umbral 1 tendrán derecho a estos tres tipos de becas. Por ejemplo, para una familia de 4 miembros, este límite será de 13.909 euros al año.
- Los estudiantes en el umbral 2 (de 13.909 euros hasta 36.421 euros) no podrán pedir la beca de renta, pero sí la de residencia y la básica.
- Los estudiantes de hogares en el umbral 3 (de 36.421 a 38.831 euros) sólo tendrán acceso a la beca de matrícula de las que hablábamos en el anterior epígrafe.
Por ejemplo, un estudiante que pida estas ayudas de renta o residencia y esté matriculado en una carrera de ciencias sociales y jurídicas (como derecho o económicas) sólo tendrá derecho a estas becas si aprueba el 100% de las asignaturas o aprueba el 90% con un 6,5% de nota media. Es decir, será más complicado obtenerlas, pero sólo con aprobarlo todo ya será suficiente. Y no hablamos del coste directo de la universidad, sino de las ayudas complementarias.
- Becas variables: es la gran novedad de la reforma. Supone un cambio fundamental, porque premiarán (y mucho) a los que más se esfuercen. La clave está en la siguiente fórmula:
Y cuanto más altas sean las notas y más baja sea la renta en comparación con el resto de becados, mayor será la ayuda. O, por expresarlo de otra manera: un estudiante incluido en el umbral 1 (nivel familiar de ingresos más bajo) que saque sólo matrículas y sobresalientes será el becado que más dinero reciba de España.
El límite inferior de estas becas variables es de 60 euros, aunque desde el ministerio ya apuntan a que no habrá prácticamente ningún caso en esta tesitura. Es una cantidad técnica que sirve para iniciar la escala. Pero para los buenos estudiantes estas ayudas podrían llegar a suponer varios miles de euros, superando incluso la suma de las antiguas becas a desplazamiento o transporte. Eso sí, sólo los que estén en los umbrales de renta 1 y 2 (hasta 36.421 euros para una familia de cuatro miembros) podrán acceder a las mismas.
De esta forma. Todos los estudiantes incluidos en los umbrales 1 y 2 de ingresos, sólo con aprobar, recibirán la misma beca de matrícula, de renta y de residencia. Pero en lo que hace referencia a las variables, competirán entre ellos. Y serán los que más se esfuercen, los que reciben una ayuda mayor. La idea, ha asegurado el ministro es "incentivar el esfuerzo", para conseguir un sistema "más justo, equitativo y eficaz"."
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