Ya traté este tema en un artículo de hace años ("Los privilegios de ser preso en España, que no disfruta mucha gente libre en la calle").
En el siguiente artículo Carlos Salas muestra los servicios de lujo que se ofrecen a costa del dinero de sus victimas (victimas por doble motivo) dentro de las cárceles, que están muy lejos para muchas personas libres, que tienen que renunciar a cubrir ciertas necesidades para pagar estos lujos, que sobrepasan con mucho la verdadera función de una prisión (castigo, reforma y reinserción).
Artículo de Idealista:
Tenemos dormitorios individuales, enfermería, escuela, biblioteca, instalaciones deportivas y recreativas, talleres, patios, peluquería, cocina y amplio comedor. ¿Es usted celíaco? ¿Quiere una dieta especial? No se preocupe. Elaboramos cuatro tipos de dietas: una general, otra de enfermería (dieta baja en sal, especial para diabéticos, alérgicos, dieta blanda, etcétera), una dieta vegetariana y otra para musulmanes (en la que no se incluyen alimentos como el cerdo). Fabricamos aproximadamente 5.000 panes diarios en aquellos centros donde tenemos más de mil habitaciones.
Nuestro servicio de salud no lo tiene ni el mejor hotel de cinco estrellas de España. Nuestra enfermería cuenta con habitaciones especiales para los enfermos, una oficina con médicos, ATS y secretaría. También tenemos una zona para cuidados especiales, y una zona de consultas, en la cual los pacientes son examinados por oftalmólogos, odontólogos, psiquiatras, psicólogos, y cualquier profesional de la medicina.
Por cierto, todos nuestros establecimientos son sostenibles: estamos adscritos al Plan de ahorro energético y luchamos contra el cambio climático, ahorrando en el consumo de energía, agua y, por supuesto, en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Nuestros nuevos edificios cuentan con paneles solares y acristalamientos especiales para ahorrar calefacción en invierno, y aire acondicionado en verano. Incorporan tecnologías de ahorro de agua potable y estaciones de depuración de aguas residuales propias.
Este podría ser el anuncio de un hotel balneario, ¿verdad? Pero en realidad es la descripción de la SIEP: la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios, una de las mayores promotoras inmobiliarias de España.
Creada en 1992 por el Estado, desde entonces ha construido y puesto en funcionamiento 34 centros penitenciarios, 31 centros de inserción Social y cinco Unidades de Madres. Ha construido 38 unidades de custodia hospitalaria en hospitales públicos, homogeneizado los sistemas de seguridad de numerosos centros y concluido más de 325 obras de mejora en centros nuevos.
En enero de este año, trabajaban en la Institución Penitenciaria, 23.903 personas entre funcionarios y el personal laboral. Además, hay que sumar 423 personas que prestan su servicio en la Entidad Estatal de Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo.
En las cárceles españolas se pretende no solo custodiar a personas que han cometido algún delito, sino reformarlas y reinsertarlas. Los reclusos reciben cursos de formación profesional en unos talleres especializados, los cuales mantienen convenios con empresas industriales a las que surten de productos. Los reclusos también pueden estudiar una carrera universitaria gracias a los convenios con la UNED.
En 2005 se aprobó un plan para construir los nuevos centros penitenciarios y unidades de reinserción. Desde entonces, se han inaugurado Puerto III, Castellón II, Sevilla II y Madrid VII, ampliación del CP de Lanzarote, Murcia II, Las Palmas II, Menorca, Araba/Álava -uno de los más 'lujosos'-y Pamplona I.
Además se ha puesto en funcionamiento los centros de inserción social de Zamora, Salamanca, Jerez de la Frontera, Zaragoza, Córdoba, Ciudad Real, Huesca, León, Vigo, Alicante, Segovia, Sevilla, Huelva, Mallorca, Málaga, Granada, Madrid I (Alcalá de Henares), Algeciras, A Coruña, Cáceres, Tenerife, Santander, Lanzarote, Albacete, Murcia, Valladolid, Madrid II (Navalcarnero), Pamplona y la ampliación del CIS de Jerez de la Frontera.
Se han inaugurado las primeras Unidades de Madres de España: la UM de Mallorca (2008), la UM de Sevilla (2009) y en marzo de 2011 la de Madrid.
El gran problema es que la crisis también ha afectado a las instituciones penitenciarias. Hay centros finalizados, pero sin equipamiento en Málaga II, Soria, Ceuta y los CIS de Almería y Ceuta.
También se han iniciado los centros penitenciarios de Levante II (paralizada) y Norte III, así como la tercera fase de la ampliación del CP de Teruel.
Una de las razones por las cuales España se ha desviado de sus objetivos presupuestarios han sido precisamente las prisiones. Los centros comprometidos en el pasado han elevado el gasto del Estado, y se ha sobrepasado el 5% del PIB, algo no previsto. Construir un centro con mil celdas como por ejemplo el de Archidona en Andalucía ha supuesto un gasto de 117 millones de euros.
Entre las comunidades donde más ha pesado ese gasto ha sido Cataluña, que tiene su propia gestión penitenciaria, pero que depende de las transferencias del Estado.
A pesar de estos parones en las obras, España posee una red de centros penitenciarios que están considerados entre los mejores del mundo, según el Consejo de Europa.
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