Jesús M. Pérez analiza el antisemitismo y odios a Israel en Europa haciendo un breve repaso de actualidad por diferentes países y sus políticos.
Artículo de Elmed.io:
Las personas que critican a Israel se quejan de que la acusación de antisemitismo es usada hoy en día con mucha ligereza como una respuesta automática que no distingue los argumentos legítimos de los racistas y repudiables. El fenómeno ha experimentado últimamente una vuelta de tuerca más. Ahora cualquier acusación de antisemitismo es rechazada automáticamente con tono victimista o con sarcasmo bajo el argumento de que esa es la respuesta que reciben todas las críticas al Estado de Israel. Vamos camino, por tanto, de que el concepto pierda su significado y mientras se trivializa pasemos por alto que el antisemitismo sí está presente en el discurso político contemporáneo, abriéndose paso en los partidos políticos europeos situados en ambos lados del espectro ideológico.
En el Reino Unido, el Partido Laborista dio un giro a la izquierda bajo el liderazgo de Jeremy Corbyn, que recientemente tuvo que aclarar que se arrepentía de haberse declarado en el pasado “amigo de Hezbolá y de Hamás”. La percepción generalizada de que en el nuevo Partido Laborista de Corbyn existía un grave problema de antisemitismo – al parecer cincuenta miembros del partido fueron suspendidos por ese motivo– llevó a crear una comisión para estudiar el asunto y establecer recomendaciones. El informe fue presentado el 30 de junio. Corbyn declaró satisfecho que el partido estaba libre de antisemitismo y afirmó que, por muy en contra que esté una persona de las políticas del Gobierno de Israel, es injusto atacar a los ciudadanos israelíes. Eso sería, dijo Corbyn, como atacar a cualquier musulmán por las acciones del Estado Islámico. Israel y el Estado Islámico puestos al mismo nivel. No se puede decir que Corbyn se mueva en el terreno de la ambigüedad.
En Alemania, el partido Alternativa para Alemania (AfD) vivió recientemente un escándalo cuando se descubrió que Wolfgang Gedeon, un diputado del Parlamento regional de Baden-Württemberg, había publicado en el pasado tres libros defendiendo teorías conspirativas antisemitas. Gedeon había militado en los años 70 en el Partido Comunista de Alemania/Marxistas-Leninistas, de tendencia prochina y luego proalbanesa. Recordemos que la ultraizquierda alemana fue aliada del terrorismo palestino en los años 70 (véase “Entebbe: 40 años de la misión imposible”). Tras abandonar el partido a mediados de los 80, Gedeon se convirtió en activista ecologista y pacifista para terminar en AfD, un partido populista de derecha conocido por su agenda antiinmigración. En la trilogía escrita por Gedeon aparece, entre otras ideas, que Los protocolos de los sabios de Sion no es un libelo antisemita, sino un documento auténtico. También llama “disidentes” a dos historiadores condenados por negar el Holocausto. El escándalo cobró fuerza cuando miembros de AfD salieron a defender a Gedeon, provocando un cisma en el partido.
Por su parte, Francia posiblemente sea el país europeo donde las ideas antiisraelíes y antijudías han tenido una mayor articulación política. Podemos trazar la conexiones a partir de un grupo invitado por el fascista Partido Social-Nacionalista Sirio en 2006 a visitar el Líbano y formado por Alain Soral, Frédéric Chatillon, Dieudonné M’Bala M’Bala, Marc Robert, Ahmed Moualek y Thierry Meyssan. Meyssan se había hecho famoso con la publicación de su libro La gran impostura, donde defendía que el 11-S había sido obra de los servicios secretos estadounidenses, para luego trabajar para un canal de televisión iraní y para el canal de televisión de Hezbolá. Meyssan se había unido en su momento a la asociación laica a favor de la libertad de expresión Red Voltaire, para luego tomar las riendas de la misma y llevarla en una deriva conspiranoica. Actualmente su página web es un sitio de noticias internacionales en varios idiomas con una marcada agenda antioccidental y antiisraelí. Según Meyssan, amenazas de muerte le llevaron a abandonar Francia en 2008 y actualmente reside en Damasco.
Alain Soral, Dieudonné M’bala M’bala y Ahmed Moualek fueron candidatos al Parlamento Europeo en 2009 en las listas del Partido Antisionista. Moualek se desvinculó más tarde del proyecto, acusándolo de recibir financiación irregular procedente de Irán y contrariado por las simpatías mostradas con el régimen de Asad. Precisamente Frédéric Chatillon, personaje procedente de la ultraderecha francesa, regentaba una agencia de publicidad que llevó en 2009 la campaña de publicidad turística de Siria en Francia. Posteriormente, Alain Soral y Dieudonné M’Bala M’Bala fundaron en 2014 el partido Reconciliación Nacional, desencantados por el giro dado por el Frente Nacional bajo el liderazgo de Marine Le Pen. Ambos personajes acumulan una larga trayectoria de difusión de ideas antisemitas y el nuevo partido parece centrar su agenda política en un discurso antijudío y antiisraelí.
En España, uno de los perfiles de Twitter de la coalición Izquierda Unida dio difusión el 7 de julio a un cartel de la campaña contra la visita del presidente estadounidense al país que usaba la iconografía clásica del antisemitismo europeo. Una figura que representa a Obama toma dinero del bolsillo de un judío ultraortodoxo con el símbolo del dólar en su ropa y una kipá con los colores de la bandera de Israel. Dos días después de la publicación del cartel, el eurodiputado Javier Couso, de la propia Izquierda Unida, se reunía en el Líbano con un representante de Hezbolá para luego trasladarse a Damasco para ser recibido por Bashar al Asad. Aunque la visita fue presentada como una ronda de contactos neutral para facilitar un proceso de paz, en el pasado Izquierda Unida mostró una postura de apoyo al régimen sirio. Y el Parlamento Europeo ha rechazado reembolsarle los gastos del viaje al no considerarlo un viaje oficial.
Especialmente activo a favor del régimen sirio se ha mostrado Francisco Frutos, quien fuera candidato a la Presidencia del Gobierno español por Izquierda Unida en 2000. En mayo de 2015 tomó la palabra en un acto de apoyo al Gobierno sirio celebrado en Madrid y que contó con la presencia de un representante de la embajada siria. Frutos recientemente viajó a Siria para reunirse con ministros de Bashar Al Assad. Podemos especular que se trató de reuniones preparatorias del viaje del eurodiputado Couso. Además, Frutos cuenta con un blog personal donde copia y pega crónicas de la guerra de Siria publicadas por el canal iraní Hispan TV y hace reflexiones que remata con “Salud Presidente Assad!”.
En este breve repaso hemos visto cómo el viejo antisemitismo nunca termina de irse en Europa, y ahora se mezcla con las posturas antiisraelíes que se nutren de las corrientes de simpatía con el régimen de Bashar al Assad o con grupos como Hezbolá o Hamás. Y todo ello alimentado con dinero procedente de Oriente Medio y respaldado por la cobertura mediática de los canales de televisión internacional de Irán. Cabe preguntarse cuánto de todo esto es sabido por el público en general. Pero al menos queda una esperanza. Nadie podrá decir que se trata de teorías conspirativas. Los protagonistas se han encargado de dejar constancia pública de todo ello. Las críticas al Estado de Israel dejaron de ser hace tiempo una toma moral de posición sobre el conflicto palestino-israelí para ser un asunto ideológico.
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