Nada nuevo en el fantástico mundo de la política...
Artículo de Contando Estrelas:
Anteayer hubo en Porriño, cerca de Vigo, un grave accidente ferroviario que se saldó con cuatro muertos. Aún se desconocen las causas del accidente, pero esto a algunos les da igual.
La prudencia dicta que ante una siniestro como el de este viernes, se esperen a conocer sus causas para hacer valoraciones. Pero la prudencia suele estar reñida con las campañas electorales, y Galicia está inmersa en una para decidir, a final de mes, quién gobernará esta comunidad en los próximos cuatro años. En Galicia ya hemos vivido la utilización política de un accidente marítimo (el del Prestige) e incluso de los incendios forestales. Ahora le toca al tren de Porriño. Repasaré aquí algunos de los disparates que están circulando para intentar sacar tajada política de este accidente.
Disparate nº1: ¿Esto se arregla galleguizando los trenes?
Tras la suspensión el viernes de la campaña electoral, ayer el candidato de la coalición En Marea (que agrupa a los nacionalistas de Anova, Izquierda Unida y Podemos, entre otros) aprovechó para reclamar “un ferrocarril gallego”, que según él serviría “para que los caminos de hierro dejen de ser valdíos, obsoletos”.
.@VillaresLuis: "Queremos un ferrocarril galego, co que os camiños de ferro deixen estar obsoletos" #UnPaísXusto
El caso es que el tren accidentado es portugués: ¿pretende Villares galleguizar los trenes portugueses, quizás? Por otra parte, no veo de qué forma la titularidad de un servicio público garantiza que sea mejor. Las desigualdades entre regiones que hay con una red ferroviaria nacional no van a desaparecer porque una de las regiones más pobres de España, como es Galicia, monte una red ferroviaria, estando esta comunidad llena de líneas deficitarias. La misma línea de Porriño es deficitaria, lo que ha motivado varios intentos de Comboios de Portugal de cancelarla, pues el viaje se hace más rápido en autobús por autovía y en 2011 la línea sólo tenía una media de 11 pasajeros por viaje: en estas condiciones resulta más barato comprarle un coche Mercedes a cada pasajero. Pero los usuarios y los políticos de la zona protestaron, y el tren se mantuvo a pesar de ser antieconómico. Lo que se conseguiría creando una red como la que propone Villares es que los contribuyentes gallegos carguemos con cada vez más gasto público, es decir, más impuestos, lo que perjudica a nuestra economía y genera más paro, por si aún no se ha dado cuenta este señor. Tal vez la idea de Villares, otrora juez y hoy experto ferroviario, es que en vez de trabajadores gallegos viajando en trenes españoles haya parados gallegos viajando en trenes gallegos. Todo para complacer el aldeanismo nacionalista.
Disparate nº2: Beiras se inventa el desmantelamiento de tres hospitales
La burrada la soltó Xosé Manuel Beiras ayer en un mitin de En Marea. Cito textualmente sus palabras: “Tienen un jeta impresionante diciendo que se curen los heridos con la sanidad que está desmantelando, eso es delincuencia”. Los heridos del accidente de Porriño fueron llevados a tres hospitales: el Álvaro Cunqueiro, el de Fátima y Povisa, los tres en Vigo. Tal vez el señor Beiras no visite con mucha frecuencia la ciudad, o es posible que en sus arranques de furia se le olviden cosas, pero el Álvaro Cunqueiro es un hospital público de reciente apertura, por cierto; no está privatizado ni nada parecido. Fátima y Povisa son hospitales privados desde su fundación, el primero de ellos con más de 50 años y el segundo con más de 40. Ambos han sido muy renovados (sus instalaciones son una auténtica maravilla). Así pues, lo que dice Beiras de que están siendo “desmantelados” es mentira. Esto es Vigo, no Somalia. Ya está bien de tanta demagogia, caray.
Disparate nº3: ¿Una línea del siglo XIX?
“Una línea del siglo XIX en proceso de modernización”. Después de leer este titular en el diario El País, afín al PSOE, tuve mis dudas de si en mis 40 años de vida he visto circulando trenes de vapor por Vigo, porque el diario de PRISA se refiere a la vía que discurre desde mi ciudad hasta Oporto. Hay que decir que la primera línea férrea entre Vigo y Lisboa inició su actividad en 1868, pero este dato es irrelevante para juzgar las posibles causas del accidente, por mucho que El País ponga la lupa en ello. La mayor parte de la vía española ya está electrificada. El propio diario dice que sólo faltan 8 kilómetros entre Guillarey y la frontera. Así mismo, las traviesas ahora son de hormigón, y no las originales de madera, y la línea cuenta con el sistema de frenado Asfa, que no existía en el siglo XIX. Pero había que lanzar un titular que transmitiese la idea de que tenemos una infraestructura de hace dos siglos. El titular de El País es como decir que el puente aéreo Madrid-Nueva York es de 1954, como si aún volasen entre ambas ciudades los viejos Super Constellation.
Disparate nº4: ¿Usar un trazado hecho en el siglo XIX provoca accidentes?
Relacionado con el citado titular de El País, uno se puede encontrar en Twitter con comentarios como éste:
No sé para qué se molestan los expertos en investigar las causas de un accidente: El País ya ha dicho que la línea es del siglo XIX y sus lectores lo han tomado como la causa del accidente. Y no hay más que hablar. Da igual que un trazado del siglo XIX siga siendo válido a día de hoy, que la vía esté modernizada. Dan igual todos los detalles técnicos que se puedan dar sobre el tren. Cuando se accidenta un avión hasta el más lego en el tema no se priva de opinar. Ahora pasa lo mismo con un tren. Este viernes hubo un estallido de títulos de experto ferroviario expedidos por la Facultad de Twitter, y eso le permite a cualquiera opinar sin tener ni puñetera idea de lo que habla.
Disparate nº5: Ahora resulta que tenemos ‘trenes del siglo XIX’
Derivado también de la citada noticia de El País me encuentro con este comentario de un tuitero asturiano:
Confunde la antigüedad del trazado de una vía con la antigüedad de los trenes que la recorren, y el tío se queda tan ancho. Con lo cerca que le queda Galicia, lo que me pregunto es si este señor ha visitado mi tierra alguna vez, y si ha visto trenes de vapor circulando por sus vías férreas en los últimos años. El propio tren accidentado -portugués, no gallego- es un automotor diésel Serie 592, modelo que se empezó a fabricar en 1981. ¿Un tren del siglo XIX, dice?
Disparate nº6: Por Galicia circulan ‘trenes prehistóricos’ por culpa del PP
Un tuiteo gallego que se dice “de izquierdas” nos ofrece la valoración definitiva sobre el suceso:
Resumiendo: un tren de hace 30 años es “prehistórico” y si lo tiene Portugal es culpa del PP, que como sabemos gobierna desde hace 30 años en el país vecino… La realidad es que en España ha gobernado un total de 12 años. En las últimas tres décadas ha habido 18 años de gobiernos de izquierdas, pero eso debe ser irrelevante para ese tuitero izquierdista. De igual forma, en ese mismo periodo de tiempo en Portugal ha habido 14 años de gobiernos socialistas, que seguramente tampoco tienen ninguna responsabilidad en el estado de los ferrocarriles de ese país.
Ya he señalado aquí mis críticas a políticos de uno y otro lado por su responsabilidad en el accidente de Angrois, pero que se use un nuevo accidente de forma tan torticera y sectaria, sin esperar a conocer sus causas, me parece algo de lo más rastrero.
No quiero terminar estas líneas sin recomendar el artículo sobre el accidente publicado por el blog Ciencia y Cosas, escrito por el vigués Andrés Rodríguez y que una vez más brilla por su rigor a la hora de ofrecer datos y huir de las especulaciones gratuitas.
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