miércoles, 7 de agosto de 2019

¿Qué es la inmersión lingüística?

Carmen Leal expone qué es la inmersión lingüística, y qué es la submersión (más correcta en relación con lo que está ocurriendo en Cataluña y otras regiones con peso nacionalista e independentista) mostrando qué está pasando en Cataluña y las consecuencias (y objetivos) de dicha submersión. 

Artículo de El Catalán: 
La inmersión lingüística no se toca, proclaman los nacionalistas.
De las dos lenguas oficiales de Cataluña, el catalán se ha convertido en lengua única empleada como idioma de aprendizaje en Gobierno e Instituciones.
¿Qué es la “inmersión lingüística? Es un método de aprendizaje de una segunda lengua, llamada técnicamente L2, totalmente desconocida para el alumno, que consiste en introducir al alumno desde el primer día de clase en esa segunda lengua. El profesor habla en esa lengua  desde el mismo momento en que se traspasa la puerta de clase. Es un método inmejorable y utilizado en todo el mundo para la adquisición de una nueva lengua, L2. En Academias y clases de inglés, francés, alemán, chino etc. Pero una cosa es el aprendizaje de una lengua y otra la utilización exclusiva de esa lengua para vehicular todas las enseñanzas que se han de transmitir en la Escuela.
Este modelo  de escolarización  se emplea de forma masiva e inmisericorde “para homogeneizar la población catalana”, dicen. Pero no para añadir a una lengua de las dos oficiales el conocimiento de la otra, porque solo se inmersiona en catalán a los niños hispanohablantes. No se inmersiona a los niños catalanohablantes en español para el aprendizaje del español. Es decir, para que ambas comunidades -en igualdad de condiciones- puedan elegir la lengua  que van a utilizar, según la ocasión y su preferencia.
No es un método sumativo sino sustitutivo.
Se utiliza en la Escuela de forma masiva, precoz (a los 3 años), total (todo el horario y en toda  la Enseñanza), y obligatoria (no hay posibilidad de elección de lengua).
Precoz. A los 3 años ningún niño tiene su lengua propia (la heredada, la lengua materna, la “sermo patrius”) bien asentada. Se considera que hasta los 7 u 8 años el  razonamiento lógico/verbal no está bien consolidado.
El primer período de reflexión y significación lógica lo tiene el niño hacia los 7 u 8 años. Antes de esa edad el egocentrismo y sincretismo del niño impregnan el pensamiento del niño tanto en la esfera verbal como en la perceptiva: “Las experiencias a las que los adultos someten a los niños, no se imprimen en los niños como en una placa fotográfica sino que son asimiladas, son incorporadas a la sustancia propia de su ser “ (Piaget) Esta es la verdadera razón de una inmersión precoz, (que solamente se aplica en Cataluña y sin consentimiento expreso de los padres).
La posibilidad de modificación de la mente de los niños
 ¿Inmersión o submersión?  Ambas palabras pretenden homogeneizar las dos comunidades de distintas lenguas y culturas, pero “las intenciones últimas” son diferentes (decreto 1994), y los métodos distintos. En la Inmersión, la intención es exclusivamente el conocimiento de otra lengua L2, en la submersión la meta es la sustitución de una lengua por otra, y por tanto, la sustitución de la cultura de esa comunidad. En la Inmersión hay una voluntad integradora, de respeto y confianza mutuas. Las diferencias lingüísticas y culturales son una riqueza cultural, no un ataque.
La “inmersión catalana” pretende también la homogeneidad lingüística pero con la L2. Es decir, con la utilización única de la lengua catalana. Para ello, la lengua materna del niño no está valorada en la Escuela, está ausente salvo como asignatura y con escasas horas lectivas. Incluso en el recreo se controla el uso de la lengua española (El Español 19/7/2019 y El Mundo 19/7/2019) La pretensión es asimilar al niño hispanohablante a la lengua y cultura catalana dominante.
La submersión es obligatoria,  no hay posibilidad de elección, no respeta los ritmos de aprendizaje del niño, no es adaptativa y limita enormemente el desarrollo emocional, cultural y social del niño. Porque en la submersión la diferencia de lengua y cultura es algo a desechar, a olvidar. La voluntad de convivencia en igualdad de condiciones no existe.
Sin la posibilidad de elección expresa de los padres, la voluntad integradora de dos comunidades lingüísticas diferentes se convierte en conflicto. Técnicamente “diglosia”. El conflicto lingüístico fue definido por Vallverdú, Aracil y Ninyoles en el Congreso de  Cultura catalana de 1978 como: “Dos lenguas perfectamente diferenciadas que comparten un mismo territorio, una es políticamente dominante y la otra es políticamente dominada”.
No se atiende a recomendaciones de la UNESCO sobre la lengua materna en la Escuela, ni los tratado europeos (Carta Europea de la Lenguas Minoritarias) firmado por España. Las distintas leyes y Decretos del Gobierno catalán, han blindado la Inmersión con notoria y culpable dejación de los Gobiernos de España PP y PSOE, que sí sabían del problema. Todo vale para llegar a la Independencia de la mítica República catalana, aunque por el camino dejemos jirones de legitimidad, de honestidad, de la verdad de resultados, y especialmente de igualdad de oportunidades para los niños hispanohablantes procedentes de familias de nivel sociocultural bajo que han de conseguir los mismos resultados que los niños catalanohablantes con un esfuerzo adicional de atención y concentración que los niños de habla catalana no necesitan.
Urge una solución política de igualdad real entre los derechos educativos de las dos comunidades con lenguas oficiales diferentes porque se está generando un Conflicto Social de imprevisibles consecuencias.
ElCatalán.es ha iniciado una campaña de crowdfunding para editar un libro dedicado a analizar y denunciar el adoctrinamiento escolar en los centros educativos en Cataluña. Los interesados en ayudar económicamente para poder sacar adelante este proyecto pueden hacerlo en este enlace.
Los partidos secesionistas han decidido que las escuelas catalanas no han de ser centros de educación, sino de adoctrinamiento escolar, en el que crear futuros votantes de la República catalana que ansían crear. Para eso no dudan en intentar utilizar las aulas para sus fines.
Este libro hablará con profesores, padres de alumnos y miembros de entidades cívicas constitucionalistas para denunciar la manipulación de la Generalitat en el ámbito escolar.

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