lunes, 31 de julio de 2017

La ‘experiencia democrática venezolana’, y la española

José Carlos Rodríguez expone la "experiencia democrática venezolano, qué hay detrás y en qué consiste la "Asamblea Constituyente" y cómo sirve de inspiración para Podemos.


Artículo de Voz Pópuli:

La actual Constitución es ya más bolivariana, es decir, menos democrática, que la anterior. 
[...]
desde el poder (y el chavismo lo ocupa desde 1999) se ha creado una estructura paralela. En ella, una banda controla los resortes del Estado, y con esos medios se enriquece con los combustibles minerales y el narcotráfico. La política de izquierdas, que es genuina en un doble sentido (creen en ella y su aplicación es concienzuda y eficaz), sirve también como cobertura ideológica.

Las bases de ese régimen, que es el negocio asociado a los hidrocarburos y el tráfico de drogas, no son democráticos; ni siquiera son políticos. Y los automatismos del voto amenazan su continuidad, especialmente ahora, que el crédito del chavismo se ha desplomado. [...]  La popularidad de Nicolás Maduro ronda el 11 por ciento. Y cinco de cada seis venezolanos votaría a favor de revocarle.


Concederle al pueblo de Venezuela el abandono del poder no es una opción. De modo que hay que articular un mecanismo que se pueda calificar de democrático en algún sentido, pero que no lo sea, y que permita la perpetuación en el poder del chavismo. Esta es la lógica detrás de la llamada Asamblea Constituyente.
[...] prevé nada menos que crear una nueva Cámara, una Asamblea Constituyente, que a su vez tendrá poderes para modificar la estructura institucional. Lo interesante de esta institución es que su elección no tiene nada de democrática, aunque haya una recolección de votos. Maduro ha explicado que en la elección [...] no participarán los partidos de la oposición.
[...] quien aprueba las candidaturas (hay cerca de 6.000) es el propio gobierno. Y no hay una sola que sea de la oposición. La Asamblea Constituyente es una máscara, elegida con los mismos principios que las Cortes Españolas durante la época de Franco, sin ninguna representatividad más que la del propio régimen. Los mismos que en España dicen estar contra la dictadura franquista defienden la creación de este engendro. El régimen se vale de este ardid político para institucionalizar un gobierno autoritario.
Una vez creada, sustituirá a la Asamblea Nacional, último resquicio de democracia en Venezuela. El gobierno primero le quitó todas sus atribuciones (la primera el control del Banco Central, por cierto), y luego mandó a sus esbirros a ejercer la violencia, o el socialismo, contra los representantes del pueblo. El último paso va a ser borrarlos de las instituciones.
[...] En la concepción de la Asamblea Constituyente se ve la inspiración de quienes en España han creado Podemos. El objetivo político último de Pablo Iglesias et al es convocar desde el gobierno un referéndum para modificar la Constitución. No es el procedimiento previsto por la Constitución, pero ¿quién se va a oponer a un proceso democrático? ¿Quién teme lo que vaya a decidir el pueblo español? Ya nos lo sabemos. Por eso las llamadas desde la Prensa, como la que ha hecho recientemente el diario El País, a que Podemos deje de apoyar la deriva autoritaria venezolana son en vano. Venezuela, una vez más, será el ejemplo para la “experiencia democrática española” que nos espera.

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