sábado, 1 de julio de 2017

Pensiones de la Seguridad Social, una estafa piramidal que ya está en quiebra

El siguiente artículo expone cómo las Pensiones de la Seguridad Social son una estafa piramidal, que está quebrando parcialmente cada cierto tiempo (cada reforma es una quiebra encubierta que nos quita más de nuestra renta y nos da menos en nuestra jubilación). 

El único pero es que los productos de pensiones de los bancos son ciertamente malos, frente a otros proveedores de los mismos, y la reforma debiera ser acompañada de una mejora del trato al ahorro (y no una penalización como ahora). 


Artículo de Invertir en bolsa:

Las pensiones de la Seguridad Social siguen el mismo esquema que cualquier estafa piramidal; el dinero que aportan los nuevos entrantes se utiliza para pagar a los que salen. Si deja de entrar suficiente gente al sistema no hay dinero con que pagar a los que salen, ya que el dinero que estos aportaron en su día no está invertido en nada, se utilizó para pagar a los que salían del sistema en ese momento.
Los planes de pensiones que pueden abrirse en cualquier banco no tienen nada que ver con este tipo de estafas piramidales, entre las que está la Seguridad Social. El dinero que un cliente del BBVA (por ejemplo) aporta a su plan de pensiones no lo utiliza el BBVA para pagar la pensión a sus clientes que ya están jubilados y están cobrando las rentas de sus planes de pensiones. El dinero aportado por los clientes está a nombre de los clientes, invertido en lo que estos eligen (bonos del Estado, acciones españolas, acciones europeas, etc.). El día que se jubilen y empiecen a cobrar la renta de su plan de pensiones el dinero saldrá de la cuenta que está a su nombre, en la que está el dinero que han ido aportando más los rendimientos que les ha generado. Les será totalmente indiferente que cuando se jubilen haya mucha o poca gente abriendo planes de pensiones en el BBVA.
La Seguridad Social ya está en quiebra por dos motivos:

  1. La rentabilidad que ofrece es extremadamente baja: Esto es consecuencia de la naturaleza piramidal del sistema. Al no estar invertido el dinero en ningún activo que produzca una rentabilidad aceptable el Estado se limita a repartir el dinero existente en cada momento. Como referencia hay que indicar que una persona que cobre 1.000 euros brutos al mes está aportando a la Seguridad Social unos 300 euros al mes, sumando lo que aporta él directamente y lo que aporta su empresa por él. Si el dinero entregado a la Seguridad Social se hubiese aportado a planes privados la pensión media sería significativamente más alta.

  2. Establece normas absurdas, que ha conseguido que se acepten como algo normal, para negarse a pagar la pensión a una parte de los ciudadanos a los que ha obligado a aportar dinero previamente. Algunas de estas normas absurdas son:
    • Si no se ha cotizado durante 15 años no se puede cobrar pensión: Pero es obligatorio aportar dinero al sistema piramidal durante esos años. Si una persona mantiene un plan de pensiones en el BBVA durante 14 años, o solamente 1, al jubilarse recibirá la renta que le corresponda. Es evidente que si se mantiene el plan durante 40 años se cobrará más que si sólo se ha mantenido 10 años, pero el BBVA no se queda con el dinero de sus clientes en ningún caso. Además, ¿por qué 15 años y no 12 ó 27?. No hay ninguna razón seria para establecer la cifra en 15, es simplemente un parche para que el sistema vaya tirando sin reconocer que ya ha quebrado. A efectos prácticos la Seguridad Social ya ha quebrado para todos aquellos que hayan cotizado menos de 15 años.

    • Las viudas cobran la mitad de la pensión que le correspondía al marido: ¿Por qué? ¿Qué sentido tiene esto? Si el marido fallece el plan de pensiones del BBVA queda intacto a disposición de la viuda. En el banco no le dicen: “mire señora, cómo se ha muerto su marido hemos pensado que nos vamos a quedar con la mitad de su pensión. Y si no le gusta se j... porque tenemos mucho más poder que usted”.

    • Los herederos no reciben nada: Supongamos un matrimonio que ha contribuido, ambos, a la Seguridad Social durante 40 años. Se jubilan y desgraciadamente fallecen los 2 a los 65 años y pocos meses (o a los 64 años). Los hijos recibirían todo el dinero acumulado por sus padres en los 2 planes de pensiones del BBVA, pero no recibirían absolutamente nada por los 40 años de cotizaciones aportadas por sus padres a la Seguridad Social.

    • Varía a su libre albedrio la fórmula para calcular la pensión inicial: Tiene en cuenta los últimos X años, pero en cualquier momento lo cambia, y puede dar más peso a unos años que a otros según le parezca, etc. En el momento de empezar a cobrarte cuando empiezas a trabajar no tienes ni idea de qué fórmula se va a utilizar para calcular tu pensión el día que te jubiles.

    • Etc.
Todas estas normas tienen el mismo objetivo; no reconocer que el sistema ya ha quebrado. Por ello se van haciendo “quiebras parciales” (negando la pensión a los que hayan cotizado menos de 15 años, recortándosela de forma arbitraria y caprichosa a las viudas, quitándosela a los herederos, etc.) con idea de retrasar la quiebra total y que sean otros gobernantes los que tengan que hacer frente al problema. Mientras sigamos con el mismo sistema estas quiebras parciales continuarán aumentando; recalculando la pensión de los nuevos pensionistas para que empiecen cada vez desde niveles más bajos, negándole la pensión a los que hayan cotizado menos de 17 ó 23 años (por ejemplo), etc.
La solución es privatizar las pensiones, pasando a un sistema de capitalización (el actual se llama de “reparto”). El sistema de capitalización es el que utilizan los planes de pensiones que se contratan en cualquier banco. La transición del sistema de reparto al de capitalización es muy complicada, pero si no se hace lo que espera es, antes o después, la quiebra total del sistema. Cuánto antes empiece la transición menos problemas habrá. El Estado es capaz de hacer frente a ese cambio de sistema; reduciendo sus desorbitados gastos, privatizando las empresas públicas, privatizando servicios que presta actualmente de forma cara e ineficiente, vendiendo todos los inmuebles y terrenos que no sean imprescindibles para su funcionamiento, etc.
No se puede confiar en la Seguridad Social para tener una jubilación digna (ni siquiera para tener una jubilación, aunque sea indigna) por lo que las mejores alternativas son:

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