miércoles, 28 de abril de 2021

La verdadera razón del teatro de Podemos: ¿el ‘cinturón rojo’ se vestirá de verde el 4M?

Elentir expone la verdadera razón en su opinión del teatro de Podemos. 


Artículo de Contando Estrelas:


Ya resulta evidente el intento de la izquierda por reventar la campaña de las elecciones madrileñas para impedir que tenga lugar en condiciones normales.

La actitud fascista de Podemos justificando las agresiones contra Vox

La campaña empezó con las pedradas de la ultraizquierda contra Vox en Vallecas el 7 de de abril, unas agresiones que dejaron a varios miembros de Vox y policías heridos, y que incluso acabaron con un diputado de Vox en el hospital. Ningún miembro del gobierno condenó las agresiones, algo que sería un colosal escándalo en cualquier otro país democrático. Aquí, para colmo, las ministras de Podemos y Pablo Iglesias incluso justificaron ese uso de la violencia para acallar a la oposiciónuna actitud que apesta a fascismo y que, dicho sea de paso, es ya una tradición en las filas comunistas.

Una situación así sería impensable en cualquier otra democracia, pero en España tenemos en el Gobierno a gente que admira a dictadores como Lenin, Fidel Castro, Hugo Chávez y Nicolás Maduro: ¿cabe esperar un comportamiento democrático de unos gobernantes como ésos? El problema de la izquierda española es que lleva tantos años llamando “fascista” a todo el que no es de izquierdas que ya se ha creído ese mantra, y ahora se considera con derecho a eliminar al discrepante, es decir, a toda la oposición.

A Podemos le salió el tiro por la culata: ha movilizado al votante de Vox

Si pensaban que el enésimo intento de emular a sus colegas batasunos tendría éxito, se equivocaron. Las agresiones contra Vox en Vallecas sólo sirvieron para dejar patente la actitud fascista de Podemos y movilizar a los votantes de Vox, indignados. Era un revés previsible, pero los energúmenos de la ultraizquierda son incapaces de ver los efectos contraproducentes de su fanatismo. Desde las agresiones de Vallecas, los actos de Vox vienen registrando una asistencia espectacular, incluso en poblaciones gobernadas por la izquierda.

El teatro de las amenazas empezó tras el desastre del debate de Telemadrid

Por si la izquierda no lo tenía bastante mal, la actuación del socialista Ángel Gabilondo en el debate de Telemadrid el 21 de abril fue un desastre. En un sondeo de Sigma Dos sobre ese debate, el candidato del PSOE quedó cuarto. Casualmente, fue justo al día siguiente cuando aparecieron los sobres con balas dirigidos a Iglesias, Marlaska y Gámez. Ayer, la izquierda decidió atribuir al “fascismo” una amenaza enviada por un esquizofrénico a la ministra Maroto.

El único partido que viene sufriendo agresiones en esta campaña es Vox

Más allá de las dudas que se han lanzado sobre la autenticidad de las amenazas con balas, hay que recordar que muchos políticos españoles han sufrido amenazas -yo mismo he sufrido amenazas de muerte peores que ésas-, pero ninguno las ha usado con tanto descaro para hacer campaña electoral atribuyéndoselas a sus rivales políticos. Es más: hasta ahora el único partido político que ha sufrido agresiones en sus actos de campaña ha sido Vox. La izquierda no ha sufrido ninguna agresión en esta campaña, y además no ha condenado las agresiones a Vox (Podemos, insisto, incluso las ha justificado).

El cinismo de ir de víctima mientras se pacta con Bildu

El teatro que ha montado la izquierda en torno a esas amenazas es indecente, sobre todo teniendo en cuenta que no han tenido reparos en pactar con Bilduque se niega a condenar los cientos de asesinatos perpetrados por ETA. La negativa a condenar crímenes no es exclusiva de los herederos de ETA, por cierto: hace un mes toda la izquierda parlamentaria se negó a condenar los crímenes del nazismo y del comunismo, crímenes de genocidio, algo aún peor que el terrorismo. En el colmo de la indecencia, ayer Pablo Iglesias se comparó con los judíos perseguidos por los nazissí, por esos nazis cuyos crímenes se negó a condenar hace un mes. Una asquerosa y cínica banalización del Holocausto de un político cuyo partido ha promovido mociones antisemitas en toda España.

Preocupación en Podemos por el voto obrero que se va a Vox

Obviamente, Pablo Iglesias miente como un bellaco cuando alerta en sus mítines de una amenaza fascista, a menos que lo diga refiriéndose a su partido, que es el que justifica la violencia contra sus rivales. Lo que de verdad preocupa al jefe de Podemos es librarse de una humillación electoral el 4 de mayo y poder seguir cobrando un buen sueldo público para pagar su casoplón en Galapagar. Ayer mismo El País publicaba una encuesta que pronostica un batacazo electoral de la izquierda en Madrid. A eso hay que añadir que en los mítines de Podemos se están escuchando mensajes de preocupación por la posibilidad de que los barrios obreros se pasen a Vox.

Ésa es la verdadera razón del indecente teatro de Podemos en torno a esas amenazas, como si fuesen los primeros políticos españoles que reciben unas. Deben estar muy nerviosos por la posibilidad de que el famoso “cinturón rojo” de Madrid se vista de verde el 4M. Que Vox adelante a Podemos en muchos de esos barrios obreros sería una humillación para Pablo Iglesias. Y una humillación más que merecida, pues su gobierno está llevando a la ruina a todos los españoles, pero especialmente a los menos pudientes, a los que ha empujado a las colas del hambre, dando rienda suelta a los okupas y a los delincuentes juveniles que sufren en sus calles. En los barrios humildes tienen más motivos que nadie para estar hartos del partido del Marqués de Galapagar.


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