miércoles, 9 de junio de 2021

Ya no hay motivo para pensar que el “cambio climático” producirá más tierras secas

Plazaeme expone los resultados más avanzados y recientes sobre proyecciones del índice de Aridez, que muestran que al contrario de lo que se decía hasta ahora (y que no concordaba con los hechos -mediciones actuales, no predicciones- que evidencian que el aumento del CO2 está reverdeciendo el planeta) el "cambio climático" producirá tierras más secas. 

Otro revés para los alarmistas climáticos, que basan todo en predicciones que nunca se cumplen (y estamos hablando ya de alrededor de 9 décadas...). 


Artículo de PlazaMoyua: 

Hay docenas de estudios con modelos climáticos que afirman que a lo largo del siglo nos espera un aumento de las tierras áridas. Los secarrales con poca o ninguna vegetación. Que resulta sorprendente a la vista de las mediciones que muestran que, con el cambio climático que ya ha habido, hay un aumento general de vegetación global, y no hay un aumento de tierras secas. ¿De dónde sale esa contradicción?

Un estudio recién publicado en Nature da una respuesta convincente. Berg y McColl (2021). La idea del aumento de los secarrales viene de un cálculo, a partir de los modelos climáticos, usando un índice a modo de “proxy”. El Aridity Index. Berg y McColl muestran que ese índice “produce proyecciones cualitativamente incorrectas de varios componentes del ciclo del agua terrestre”.

El Índice de Aridez usa sólo dos variables. La precipitación anual media, y la evapotranspiración potencial (el agua que se evapora de la tierra, más la que transpira la vegetación). Es muy dependiente de la temperatura, y si por ejemplo aumenta la temperatura, pero llueve lo mismo, el índice de aridez aumenta mucho. De ahí calculan, con la temperatura y la precipitación que les dicen los modelos, que la vegetación disminuye, y el secarral crece. Luego se ve que no es eso lo que pasa, pero como alarma queda estupenda.

Lo que hacen Berg y McColl en el estudio de Nature es crear un índice más realista del juego que ocurre entre las condiciones atmosféricas, el suelo, y la fisiología de las plantas. Con un resultado completamente diferente. Usando los mismos modelos climáticos, pero con un índice muy mejorado como “proxy” de la vegetación, lo que ocurre es que el cambio climático acojonante no aumenta la cantidad de tierras áridas al aumentar el CO2 y la temperatura. Se produce una ligera reducción de secarrales. Como muestra este gráfico. Arriba con el índice chungo (AI), y abajo con el índice ecohidrológico nuevo (EI).

Cambio en tierras áridas entre 1970-2000 y 2070-2100, bajo el escenario RCP8.5, para el índice AI (arriba) y el índice EI (abajo). Fuente: Berg and McColl (2021).

También lo representan así.

Nótese que los dos índices dan medidas distintas para el presente. En realidad no están midiendo el porcentaje de tierra árida directamente; lo están deduciendo. El índice AI a partir de un par de métricas atmosféricas simplonas; y el índice EI de una forma algo más completa. Lo interesante es que el futuro pasa de aumentar los secarrales, a disminuirlos.

Una diferencia entre ambos índices, pero no la única, es que el segundo tiene en cuenta la mayor eficiencia de la vegetación con el agua por efecto del aumento del CO2. Transpiran menos agua cuando hay más CO2 en el aire, porque pueden disminuir (cerrar un poco) los estomas. Con eso pierden menos agua.

Traduzco con Google el abstract. No he pillado todavía el trabajo completo. Si hay más cosas de interés, se completará en otra entrada.

Las tierras secas, que comprenden regiones terrestres caracterizadas por una vegetación escasa y con escasez de agua, comúnmente se han proyectado para expandirse globalmente bajo el calentamiento climático. Sin embargo, tales proyecciones se basan en un proxy atmosférico de las tierras secas, el índice de aridez, que recientemente se ha demostrado que produce proyecciones cualitativamente incorrectas de varios componentes del ciclo del agua terrestre. Aquí, usamos un índice alternativo de tierras secas, basado directamente en variables ecohidrológicas relevantes, y comparamos las proyecciones de ambos índices en los modelos climáticos de la Fase 5 del Proyecto de Intercomparación de Modelos Acoplados, así como en los Modelos Dinámicos de Vegetación Global. El índice de aridez sobreestima los cambios del índice ecohidrológico simulado. Esta divergencia refleja diferentes índices de sensibilidad al cambio hidroclimático y respuestas opuestas al efecto fisiológico sobre la vegetación del aumento del CO2 atmosférico. Por tanto, la aridez atmosférica no es un indicador exacto de la extensión futura de las tierras secas. A pesar de mayores incertidumbres que en las proyecciones atmosféricas, las proyecciones ecohidrológicas del modelo climático indican que no hay expansión global de las tierras secas bajo el efecto invernadero, contrariamente a las afirmaciones anteriores basadas en la aridez atmosférica.

https://www.nature.com/articles/s41558-021-01007-8

Resumiendo. Menos lobos, Caperucita.

Hay un artículo interesante en Carbon Brief al respecto.

Añadido para los comentarios.

Fuentes:

Nature:

Información suplementaria del estudio:

Carbon Brief

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