viernes, 1 de abril de 2016

Los bancos centrales prueban la Teoría de la Estupidez de Einstein

McCoy muestra cómo los bancos centrales han demostrado la "teoría de la estupidez" de Einstein, y los graves errores que están cometiendo dada su nula dependencia real de los Estados que los presionan en dicha dirección. 

Artículo de El Confidencial: 
Foto:  El gobernador del Banco Reserva de la India (RBI), Raghuram Rajan. (EFE)El gobernador del Banco Reserva de la India (RBI), Raghuram Rajan. (EFE)

"Albert Einstein definió la estupidez como hacer las mismas cosas una y otra vez esperando resultados distintos. Pues bien, con su incapacidad de cambiar el paso conforme ha ido avanzando la crisis financiera global, los bancos centrales han demostrado empíricamente tal definición".
De esta manera tan procaz y divertida iniciaba Diana Choyleva, economista jefa de Lombard Street Research, una columna de opinión publicada en el 'Financial Times' el pasado 21 de marzo. Hoy, por su interés y originalidad, vamos a destinar buena parte de Valor Añadido a detenernos en su contenido. Pero no todo, no me salgan huyendo.
Metemos segunda marcha ya en el tercer párrafo del artículo original. "No es que los supervisores no estén haciendo lo suficiente, es que lo están haciendo mal, hasta el punto de que sus políticas están obstaculizando la corrección de los desequilibrios mundiales. A los inversores debiera preocuparles su incapacidad para aprender las tres lecciones que se derivan de la ralentización económica que padecemos desde 2008-2009".
Y entra a continuación en lo mollar del texto, pasamos de tercera a quinta.
  1. "No se puede solucionar un exceso de deuda del sistema… con más deuda". Aunque Choyleva se centra en la promoción de la financiación bancaria por parte del BCE, se olvida de cómo la relajación monetaria está permitiendo que se dispare la deuda soberana de numerosos estados europeos, pan para hoy, hambre por generaciones. Es necesario purgar primero para crecer después, especialmente en la banca. Y no está ocurriendo en casos como, por ejemplo, Italia.
  2. "Las devaluaciones competitivas de la moneda son inútiles cuando el consumo languidece", como ha probado el Banco de Japón. No suponen sino una transferencia de renta de los ciudadanos (que pagan más caras las importaciones) a las empresas (que mejoran sus exportaciones). No se puede no tener en cuenta cuestiones como la evolución demográfica -que aumenta la propensión al ahorro-, la falta de productividad -que cercena la capacidad competitiva- o el exceso de capacidad -que hace que la suma de volumen y precio decrezca-.
  3. "A la hora de afrentar un ajuste económico y financiero, mejor una vez rojo que cien colorado o, más aún, que mantener artificialmente el statu quo". Aquí el turno le llega a la Fed, a la que critica no haber subido tipos en tiempo y forma para generar la necesaria confianza en la solidez de la recuperación interna, siendo este, quizás, el argumento más endeble de todos.
Incurriendo por tanto, una y otra vez, en los mismos errores, "el mundo puede salvar los muebles un año más, pero poco o nada impedirá que 2017 sea un ejercicio calamitoso". Esa es su conclusión que, en cierto modo, coincide con la nuestra del lunes: como no cambien las cosas, por beneficios empresariales y comercio internacional vamos camino de una recesión global.
Como alguno de ustedes podrá decir "vaya con McCoy, hoy viene de prestado", déjenme que confirme la tesis de la economista con otros dos 'posts' de lectura obligada.
  1. Uno escrito por un banquero central, Raghuram Rajan, del Banco Central de la India. Miren lo que dice en esta 'op-ed' de 'Foreign Policy': "Al meter más y más leña en la caldera monetaria, los bancos centrales pueden dar la impresión de que el desastre está a la vuelta de la esquina y frenar las decisiones de consumo e inversión de particulares y empresas". No solo eso, "si además piensan que su intervención es estructural, estos actuarán de manera irracional, alimentando nuevas burbujas" (la traducción es libérrima). ¡Albricias, por fin alguien lo dice!
  2. Otro, publicado en el último Informe Trimestral del Banco Internacional de Pagos de Basilea, en el que los autores confirman de manera directa y sin tapujos que la acción actual de los supervisores aumenta la desigualdad, fundamentalmente, por las ventajas que concede a los ahorradores que invierten en activos de riesgo. Lo sustancial aquí no es la causa, sino las consecuencias. A saber: a más desigualdad, mayor necesidad de protección social, más impuestos para financiarla (políticamente incorrecto) o más deuda con el mismo fin (la solución perfecta), más intereses asociados a la misma, menos dinero para protección social y vuelta a empezar salvo crecimiento salvaje (difícil si la riqueza se concentra), recortes ('who dares?'), hiperinflación (que ahonda las diferencias) o quita (que es a lo que parecemos abocados).
Como ven, tres por uno en una sola columna.
¿Ven cómo Einstein tenía razón?
'It´s your turn!'.

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