Germán Fermo analiza las necesarias medidas iniciadas por Macri (destaca 4 imprescindibles llevadas a cabo para resolver 4 problemas heredados) para la "deskirschnerización" de la economía argentina, que supondrá obviamente a corto plazo efectos dañinos (12 años de errores no tienen solución benevolente inmediata por los enormes desajustes y excesos creados).
Artículo de La Carta de la Bolsa:
Comienzo con ésta: parecería que con el ajuste de tarifas, Macri lejos estuvo de ser gradual, por el contrario, ha sido muy shockeante. La necesidad de shocks es un aspecto que vengo remarcando en varias notas que escribí desde inicios de la gestión de este gobierno. Recuerdo en este contexto, una nota que publiqué en Infobae: “Culminado el default: ¿Mutará Macri de gradualismo a shock?” El jueves celebramos la primera reunión del año en el Seminario de Trading Electrónico en la Maestría en Finanzas de la UTDT y tuvimos un debate muy rico en ideas y puntos de vista sobre la coyuntura económica argentina, esta nota es fruto de esa discusión. De todo lo que debatimos rescato quizá la pregunta más relevante: ¿cómo crecerá la economía real de Argentina en los próximos años? Dado el gradualismo fiscal escogido por el gobierno, no sólo será necesario crecer sino que dicho crecimiento deberá ser muy sustancial para licuar los excesos del legado K. El modelo escogido por el Presidente Macri cierra sólo si Argentina logra mucho crecimiento en los próximos años.Independientemente de todos los cambios y ajustes, el gran desafío económico de este gobierno será cómo crecer. Twiteaba:
“Domingo pasado preguntaba si el gobierno estaría reevaluando su propio gradualismo. A juzgar x lo hecho en tarifas esta vez fue por el shock”.
“Ajuste de tarifas duele pero es lo correcto a realizar. Cuanto más rápido se haga mejor. Un costo más, no de este gobierno sino del anterior”.
“¿Enojado por aumento de tarifas?: La responsabilidad del ajuste no es de quien corrige sino de quien dilapidó en primera instancia”.
Resulta imposible desarmar 12 años en un sólo semestre pero se ha avanzado significativamente en varios frentes, eso es muy positivo, el proceso de deskirschnerización de la economía argentina está bien en marcha. Me preguntaba semanas atrás si el cierre con los holdouts le daría al gobierno la chance de tornarse más shockeante. Pues bien, ya salimos del defaulty a juzgar por lo que ocurrió con las tarifas, el ajuste ha sido muy shockeante, altamente doloroso pero necesario, cuanto más rápido mejor, bien por el gobierno que decidió ir esta vez por el shock. Lástima que la administración anterior haya generado semejante atraso tarifario implicando que todo el interior del país subsidiaba a los porteños, no era justo.
El primer semestre del 2016 será muy cruel y no podría haber sido de otra forma. La salida del cepo, la consecuente devaluación del peso, la suba en las tasas de interés y el inevitable shock de tarifas, generaron renovada presión inflacionaria y agudizaron el contexto recesivo, que ya venía padeciendo el país desde la administración anterior, quizá todavía falte avanzar fuerte en subsidios, pero se ha hecho muchísimo. Desarmar semejantes restricciones ha sido un esfuerzo colosal del gobierno y obviamente la economía real sufriría el impacto, no existía otra posibilidad. Timing, formas y velocidad aparte, todo lo que se hizo era absolutamente necesario y está muy bien que el gobierno lo haya implementado: congrats.
Por lo tanto, el primer semestre del 2016 es uno de “limpieza del formidable lastre K” definido por cuatro embarazos heredados todos, de la cataclísmica administración anterior: 1) cepo, 2) holdouts, 3) tarifas y 4) los benditos futuros de dólar que por suerte, se irán muriendo de a poco hasta despedirlos definitivamente en junio de este año. En este complicadísimo contexto, el gobierno de Macri dispone a partir del jueves pasado (31/3/16) de dos balas que, usadas simultáneamente podrían ser catalizadoras de crecimiento futuro: fin del cepo y salida del default. Creo que una sin la otra se debilitan notoriamente, pero juntas son un combo que seguramente tendrá efectos muy positivos para la economía real hacia fines del 2016 y durante todo el ciclo del gobierno actual. En sólo tres meses de gestión, el gobierno liberó dos brutales restricciones que mucho daño le han causado a la economía argentina, lo celebro y apoyo.
Entonces, hacia fines de junio de este año, la nación argentina se despedirá de cuatro calamidades K: cepo, holdouts, retraso tarifario y futuros. ¿Por qué es TAN importante esto? Porque este primer semestre ha sido escogido por el gobierno como el periodo de normalización, y se ha avanzado muchísimo hacia volver a ser un país más o menos razonable, muy lejos ya de la incomprensible lógica K. La normalización tiene muchísimos costos pero sus beneficios radican en permitir nuevamente que las fuerzas de crecimiento económico comiencen a traccionar en beneficio de la economía argentina.
Dentro el enfoque gradualista escogido por el gobierno, la reducción del déficit será lenta y por lo tanto la verdadera apuesta está en crecer para licuar los excesos de la administración anterior. En esta dimensión, la liberación del cepo puso en marcha ya el principal motor de crecimiento de Argentina: el agro, cuyos efectos iremos viendo en los próximos meses y seguramente serán muy significativos, la pregunta quizá es si será suficiente dada la herencia K y dado el gradualismo escogido. Mi expectativa es que con tanto “trabajo sucio digerido y realizado” se abra para Argentina un segundo semestre en donde finalmente el gobierno nos cuente cómo creceremos a mediano plazo, dado que este modelo sólo cierra con crecimiento y todavía no se ha comunicado con claridad el sendero a seguir, mi sensación es que nos enteraremos en breve y eso sería una excelente noticia. No me imagino a una Argentina sin plan integral de caras al segundo semestre del 2016.
Insisto, desde el inicio de la gestión del Presidente Macri, elijo al jueves 30/3/16 como su mejor logro: finalmente el default quedó atrás y a partir de este evento, Argentina tendrá la oportunidad de funcionar con muchísima flexibilidad, un aspecto olvidado ya después de tantos años K: fin del cepo más salida del default es un combo muy poderoso para Argentina. En este modelo de gradualismo fiscal será clave entonces crecer rápido y poder convencer a los mercados internacionales que si Argentina se embarca en dicho sendero se pueda dar la tan esperada compresión de spreads para una deuda soberana que hoy rinde en promedio un 7.8% lo cual es insostenible a largo plazo. Entonces, pasada la dolorosa pero inevitable normalización, el gobierno debiera contarle al mundo cómo intentaremos crecer en los próximos tres años. ¿Se viene finalmente el plan integral de caras al segundo semestre del 2016? ¿Podrá Argentina crecer aceleradamente dentro de un modelo gradual de ajuste? Creo que esta última, es una de las grandes preguntas que se viene hacia el segundo semestre. ¡Vamos Argentina!, el sendero claramente es el correcto, espero que la velocidad alcance.
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