Emmanuel Alejandro Rondón expone la medida racista (y esto sí es racista, no lo que algunos tratan de vestir como tal) del partido demócrata en Oakland, al conceder ayudas a los más pobres, pero solo si son negros o indígenas, no a los blancos, por pobres que sean.
No se trata a las personas por lo que son o por su situación o actos, sino por su pertenencia a una cierta identidad, a un rasgo de nacimiento que no puedes cambiar. RACISMO en estado puro. No tratan de unir a TODOS destacando lo que nos une, y tratando a todos por igual independientemente de hechos superficiales como el color de la piel, sino lo que hacen es dividir a la gente en colectivos para explotar las diferencias y obtener/dar privilegios y réditos políticos, en la mayor irresponsabilidad que pueda haber.
Es otro ejemplo del radicalismo creciente al que está llegando desgraciadamente la izquierda en EEUU (y que es imitada posteriormente con un lapso de tiempo en otras latitudes, como España), a través de sus demenciales políticas identitarias, que solo crean división, polarización, odios, racismo, desconfianza, desunión, tribalismo, injusticia legislativa con el objetivo de seguir el dicho de "divide y vencerás", tratando de presentarse en defensor de múltiples colectivos identificándose con ellos para obtener su voto y alcanzar mayorías (juntando a todos los colectivos a los que se ha dividido y resaltado diferencias que explotar), importando un bledo las consecuencias de todo esto.
Y es otra muestra de lo que prioriza en la izquierda, no es la pobreza ni la igualdad (de oportunidades, de derechos, de leyes...) sino el igualitarismo en su peor acepción (y con graves consecuencias para las libertades, la igualdad, el estado de derecho...).
Artículo de El American:
El anuncio generó mucha indignación y un fuerte debate en redes, y la pregunta en torno a la polémica es la siguiente: ¿Es una política racista el programa de subvenciones para familias BIPOC anunciado por la alcaldesa de Oakland, Libby Schaaf? Si aún no está enterado del tema, la ecuación es simple: en la ciudad del estado de California se llevará adelante un programa donde se ayudará a las familias más pobres con 500 dólares mensuales, pero solo si estas son familias de color, negras o indígenas. Si la familia es blanca, no recibirá el subsidio, así se encuentre por debajo del umbral de pobreza.
Dicho programa es financiado por donantes privados, y repartirá el dinero de la siguiente forma: el 50 % de los cheques irá para las familias con un hijo, que ganen menos de $ 59,000 anuales. La otra mitad de los cheques irá, directamente, para aquellas familias que ganen menos de $ 30,000 anuales.
El único requisito indispensable para postular es que la familia sea afroamericana, de color o de raza indígena. ¿Cuál es la razón para que la ciudad o el programa excluya a las familias blancas? Pues, según el informe de los «Indicadores de Equidad de Oakland», las familias blancas ganan tres veces más que las familias de color; y este es uno de los argumentos.
«El ingreso medio de los hogares blancos fue el más alto (110,000 dólares) y la de los hogares afroamericanos ea más bajo (37,500 dólares). El ingreso medio de los hogares asiáticos (76,000 dólares) fue similar a los ingresos medios de toda la ciudad (73,200 dólares), mientras que los hogares latinos quedaron por debajo de la media de la ciudad con unos ingresos medios de 65,000 dólares. El ingreso medio de los hogares blancos fue 2.93 veces a la mediana de ingresos de los hogares afroamericanos», resalta parte del informe.
En el documento también se lee que «los afroamericanos son los más propensos a vivir en el nivel de pobreza federal o por debajo de él (26.1 %), en comparación con el 21.9 % de los latinos, el 15.0 % de los asiáticos y el 8.4 % de los blancos. Esto significa que más de uno de cada cuatro afroamericanos y más de uno de cada cinco latinos vivían en el nivel federal de pobreza o por debajo de él. Los afroamericanos tenían 3.09 veces más probabilidades que los blancos de vivir en el nivel federal de pobreza o por debajo de él».
La crítica principal es que el propio informe manifiesta que hay unos 10,000 residentes blancos en situación de pobreza en la ciudad de Oakland y que, por el simple hecho de ser blancas, no pueden recibir la subvención.
Vale decir que este programa piloto irá a 600 familias que serán elegidas de forma aleatoria, mediante un sorteo.
«Oakland Resilient Families proporcionará a 600 familias de Oakland seleccionadas al azar (centrándose intencionadamente en los grupos con mayores disparidades de riqueza según el Índice de Equidad de Oakland) con bajos ingresos y al menos un hijo menor de 18 años un ingreso garantizado de 500 dólares al mes, durante al menos 18 meses», se explica en la página web del programa.
En el portal también se señala el origen y la inspiración del programa: «Las familias BIPOC de Oakland y de todo el país experimentan desigualdades generacionales en materia de riqueza que tienen sus raíces en el racismo sistémico actual. El movimiento por una renta garantizada como herramienta para la equidad racial y de género se remonta a Martin Luther King, Jr. y al Partido de las Panteras Negras».
En declaraciones a la agencia de noticias Associated Press, la alcaldesa de Oakland comentó que diseñaron «este proyecto de demostración para añadirlo al conjunto de pruebas, y para comenzar esta campaña implacable para adoptar una renta garantizada a nivel federal». Básicamente, un subsidio que se exporte desde California para el resto del país, como tantas otras políticas que se están llevando desde las legislaciones californianas al Congreso.
En un comunicado, la alcaldesa Schaaf dijo que «la pobreza de la que todos somos testigos hoy en día no es un fallo personal, es un fallo del sistema. La renta garantizada es una de las herramientas más prometedoras para el cambio de sistemas, la equidad racial y la movilidad económica que hemos visto en décadas. Estoy orgullosa de trabajar con socios locales tan comprometidos para construir un nuevo sistema que pueda ayudar a deshacer siglos de injusticia económica y racial, y dirigirnos todos hacia una sociedad más justa».
Fuertes críticas al programa de Oakland por ser racista contra los blancos pobres
Sin embargo, en Oakland hay 10,000 personas en situación de pobreza que no pueden acceder a este trato de «redistribución» o subsidio. Y las críticas no tardaron en llegar vía redes sociales.
«El racismo contra los blancos es, con mucho, la forma de racismo más frecuente, peligrosa y sistémica en Estados Unidos», escribió en Twitter el escritor Matthew Walsh.
El editor de opinión de la Foundation for Economic Education (FEE), Brad Polumbo, también dijo que el programa es «Loco (“insane”) y casi con certeza ilegal».
La representante Mary Miller (R-IL-15) también criticó la política: «La izquierda se sale con la suya en nombre de la “igualdad”», dijo en Twitter. «Incluso la discriminación basada en la raza».
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