Algo sencillamente deleznable.
Artículo de Contando Estrelas:
Ayer un encapuchado agredió a la directora de “El Jueves”, una revista satírica de ultraizquierda, conocida por insultar y estigmatizar a los que no coinciden con su línea ideológica.
Se solidarizan con ‘El Jueves’ incluso los injuriados por esa revista
Ayer llovieron condenas a esa brutal agresión de todas partes. Incluso la Guardia Civil le dedicó un tuiteo. La revista de ultraizquierda también recibió una buena lección de ética con algunas muestras de apoyo que recibió. Por ejemplo, Vox condenó “sin matices” la agresión, y eso que el día anterior “El Jueves” había equiparado a los votantes de Vox con los neonazis, en una muestra más de que para esa revista todo vale con tal de desprestigiar a los que tenemos opiniones que no le agradan. Desde aquí manifiesto mi deseo de que cojan pronto al agresor y le juzguen por lo que hizo, pues a diferencia de “El Jueves”, yo no creo que herir a alguien por motivos ideológicos sea objeto de mofa. Y me refiero, con ello, a lo que vamos a ver a continuación.
En 2014 ‘El Jueves’ se mofó del atentado sufrido por Jiménez Losantos
Pero ¿qué pasa cuando el agredido es de derechas y el agresor de izquierdas? Veamos algunos ejemplos:
- En mayo de 1981 el periodista Federico Jiménez Losantos fue secuestrado y ametrallado en las piernas por terroristas de Terra Lliure. Años después, en enero de 2009, “El Jueves” se mofaba del atentado calificando a la víctima de “gilipollas”.
- En febrero de 2009 manifestantes de Galicia Bilingüe fueron agredidos por ultras de izquierda que intentaban impedir una manifestación legal y pacífica de la asociación prolibertad de idioma. La izquierda nacionalista salió en apoyo de los agresores detenidos, diciendo que les juzgaban por “defender el gallego”.
- En diciembre de 2009 el periodista Herman Tertsch sufrió una brutal agresión que le llevó a ser hospitalizado. ¿Qué hizo la izquierda? Un columnista del diario Público llamó “asesino” al agredido, el Gran Wyoming dijo que había sido una simple caída y en el programa de Buenafuente en La Sexta se mofaron de la agresión.
- El 12 de mayo de 2014 fue asesinada a tiros la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, del PP. La ultraizquierda sacó inmediatamente a relucir su lado más rastrero: Pablo Iglesias equiparó el crimen con los suicidios y en las redes sociales ultras de izquierda se dedicaron a mofarse de la asesinada.
- En agosto de 2015 Inma Sequí, militante de Vox, recibió una brutal paliza a manos de varios ultras de izquierda. En las redes sociales, simpatizantes de la izquierda dedicaron insultos a la agredida y justificando la agresión, y un blog afín a Podemos se lanzó a tachar la agresión de “montaje”.
- En marzo de 2016 ingresó en prisión el concejal de Podemos Andrés Bódalo, condenado por haber agredido a patadas y puñetazos a un edil del PSOE. Lejos de condenar lo ocurrido, los miembros de Podemos se lanzaron en tromba a apoyarle e incluso Pablo Iglesias calificó la agresión de “derecho a la protesta”.
Si ya nos pasamos al terreno de la violencia verbal, la citada revista de ultraizquierda es un buen ejemplo de lo que en ese entorno entienden por respeto y tolerancia. En enero de 2010 “El Jueves” llamó “gilipollas”, “imbécil moral” e “hijo de puta con hábito” al Arzobispo de Granada, en una insultante pataleta después de que fracasase un intento de grupos feministas de encarcelar al prelado basándose en un bulo. En febrero de 2014 “El Jueves” llamó “hijos de puta” a Ortega Lara y a los dirigentes de Vox, una injuria que acompañó de una viñeta caracterizando a los insultados como nazis. Un insulto que resulta paradójico, a la vista de la publicación por “El Jueves” en febrero de 2016 de un libelo antisemita propio de un panfleto nazi.
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