Elentir expone un ejemplo típico de lo que puede (y suele) pasar si discutes con podemitas sobre comunismo, fascismo y nacionalismo.
Artículo de Contando Estrelas:
Cualquiera: ¡Hola Pablo! Cuánto tiempo hace que no te veía, desde la uni, si no me equivoco, ¿eh?
Podemita: ¿Qué tal, José? Es que ahora ando muy ocupado luchando contra el fascismo.
C: ¿Pero aún hay fascistas?
P: Sí, tío. Mira, por ejemplo, en Madrid han querido prohibir llevar las banderas esteladas a la final de la Copa. Fascismo puro y duro, tío. La libertad de expresión debe estar por encima de todo.
C: Bueno, hombre, pero reconocerás que eso de montar un mitin en un estadio no es normal… La Carta Olímpica y el Reglamento de la UEFA prohiben la propaganda política en los estadios. Por eso el Barça ya ha tenido líos con la UEFA precisamente a causa de las esteladas.
P: ¡Es que los de la UEFA son unos fascistas!
C: Vaya, no sabía que también esos eran fascistas… ¿Y también es fascista el Barça? Lo digo porque ha prohibido la entrada de banderas españolas en su estadio.
P: Pero es que la bandera de España es fascista, tío.
C: A ver… La bandera de España no es fascista. Es la bandera de un país democrático. Está en la Constitución, y la Constitución la apoyó una inmensa mayoría de españoles.
P: Pero esa bandera la usó Franco.
C: Y la estelada la usaron los terroristas de Terra Lliure y los golpistas del Estat Català en 1934.
P: No es lo mismo, tío. Franco mató gente.
C: Y los terroristas de Terra Lliure y los golpistas del Estat Català también.
P: Pero Franco mató a mucha más gente.
C: Y los comunistas mataron a muchísima más gente que Franco, pero no se prohibe la bandera comunista.
P: Pero los comunistas lucharon por la democracia en España, son demócratas…
C: Los comunistas han sembrado el mundo de dictaduras. Y los comunistas españoles apoyan a dictaduras como la cubana.
P: Pero los nacionalistas catalanes no son comunistas.
C: Algunos sí lo son. Y en materia de libertades, el nacionalismo impone la educación en catalán en los colegios a niños que hablan español, impone el adoctrinamiento en su ideología en las escuelas, multa a comerciantes por rotular en español…
P: Pero los nacionalistas catalanes son demócratas. Eso lo hacen porque el pueblo les ha votado, eso es democracia, hacer lo que el pueblo quiere.
C: Hitler también ganó unas elecciones, ¿era democrático lo que hizo?
P: No, tío, porque Hitler era un fascista. ¡Discriminaba a gente!
C: También los nacionalistas discriminan a los hispanohablantes.
P: Pero no es lo mismo. Hitler mató a millones de personas, hombre.
C: Y el comunismo también. Y tú dices que los comunistas son demócratas.
P: Es que el nazismo y el comunismo no son iguales. El nazismo es fascista, como los ultras que se manifestaron ayer en Madrid. ¡Una vergüenza, tío! Deberían prohibirlos.
C: A ver, no te entiendo: dices que prohibir la estelada separatista es de fascistas, que la libertad de expresión está por encima de todo, y al mismo tiempo pides prohibir una manifestación porque es de ultraderecha…
P: Es que a los fascistas hay que prohibirlos, hay que luchar contra el fascismo. Defender el fascismo es abusar de la libertad de expresión.
C: ¿Defender que se discrimine a los hispanohablantes no es abusar de la libertad de expresión? ¿Y cómo se puede distinguir a un fascista y saber si hay que prohibir lo suyo?
P: Pues porque el fascismo discrimina a gente, tiene un discurso de odio.
C: Como el comunismo y como el separatismo catalán.
P: Que no, tío, no es lo mismo. El comunismo y el catalanismo no siembran odio ni discriminan a nadie. Creen en la igualdad.
C: No es cierto. El comunismo se basa en el odio de clase y ha reprimido a millones de personas por su condición social, por sus ideas y sus creencias religiosas. Y el nacionalismo catalán discrimina a los hispanohablantes, los trata como a ciudadanos de segunda y promueve el odio a España.
P: No es verdad, el comunismo es una ideología que tiene una buena intención pero algunos la han manipulado, y el nacionalismo catalán apoya el derecho a decidir, es totalmente demócrata.
C: Los propios fundadores del comunismo, Marx y Engels, llamaban al odio de clase. Engels incluso llamó “basura racial” a vascos, bretones y otros pueblos porque no se sumaban al carro del comunismo. Y si el nacionalismo catalán apoya el derecho a decidir, ¿por qué no permite a la gente decidir en qué idioma quiere rotular su negocio o escolarizar a sus hijos?
P: José, no sé de dónde has sacado toda esa propaganda, pero apesta a fascismo.
C: ¿Defender la libertad de idioma es fascismo? ¿Entonces crees que me deberían prohibir a mí por denunciar los abusos del comunismo y del nacionalismo catalán, Pablo?
P: No te hagas la víctima, José. Si crees las mentiras que sueltan los medios fascistas te conviertes en cómplice del fascismo.
C: Ah, entiendo. Y las “mentiras fascistas” son todo aquello que supone una crítica a los totalitarios separatistas y comunistas, ¿es eso?
P: Estás haciendo demagogia. Los separatistas y comunistas no son totalitarios.
C: Entonces, ¿por qué todos los regímenes comunistas han sido dictaduras? ¿Por qué el separatismo catalán no respeta la libertad de idioma en los comercios y en las escuelas, e incluso pone multas a los que desobedecen y obliga a los niños a hablan catalán incluso en el patio de recreo? ¿Es de demócratas acosar a quienes contradicen al nacionalismo, como les ha pasado incluso a familias por limitarse a pedir enseñanza en español para sus hijos?
P: Bah, más mentiras fascistas, es increíble que te creas esos cuentos…
C: Pero tú mismo has reconocido, hace un rato, que el separatismo catalán hace eso porque “el pueblo lo quiere”.
P: Pero es que tú lo dices como si estuviesen matando a alguien…
C: Entonces, ¿discriminar a otros por su lengua o acosarles por sus ideas está bien mientras no les mates?
P: ¡Qué demagogia! Discriminar no está bien, pero los nacionalistas catalanes no discriminan. Discriminar es el racismo, el sexismo, la homofobia…
C: ¿Y la hispanofobia no lo es? Que te impongan escolarizar a tu hijo en catalán y te multen por rotular en español en una comunidad con dos lenguas oficiales es una clara discriminación.
P: No, hombre, eso es normalizar el catalán.
C: Eso es como decir que Hitler quería normalizar la raza aria. No es normalizar: es imponer.
P: ¡Qué bestia! Desde luego, José, hablas como un fascista.
C: No, Pablo. Hablo como alguien que rechaza toda forma de totalitarismo, llámese comunismo, fascismo o nacionalismo. Pero veo que para ti hay totalitarios buenos.
P: ¡Fascista!
C: Adiós, Pablo, ha sido un placer charlar contigo.
P: ¡¡Fascista!!
Muy acertado. Verdades con ingenio que reducen el discurso pachanguero de los progres al tamaño de sus ideas: atómicas (no por ser explosivas, que también) sino por su tamano
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