Carlos Montero se hace eco del análisis de Jason Zweig sobre la comparativa del mercado de Renta variables de EEUU y Europa.
Artículo de La Carta de la Bolsa:
Los últimos datos de posicionamiento inversor muestran que ha estado saliendo dinero de los mercados europeos con mucha fuerza. Desde el 1 de enero al 30 de abril la salida de fondos de acciones del viejo continente ha sido de 7.500 millones de dólares. Esto ha provocado que las bolsas europeas, incluidos los dividendos, hayan caído en términos interanuales un 12% frente a la caída de algo más de un punto porcentual de la bolsa estadounidense.
Este diferente comportamiento ha provocado que la desviación en los ratios de valoración de ambos mercados se ha situado en máximos de décadas. Jason Zweig del Wall Street Journal pone dos ejemplos: El ratio precio/valor en libros de las acciones europeas está en promedio un 25% por debajo de las acciones de EE.UU. En abril se encontraba un 40% más bajo. La rentabilidad por dividendo de las acciones europeas se encuentra históricamente un tercio por encima de las acciones de EE.UU., ahora es un 69% más alto.
La infravaloración de los mercados emergentes respecto al de EE.UU. también es muy clara. El precio/valor en libros del MSCI emergente es ahora la mitad del de las acciones USA. La rentabilidad por dividendo es casi un tercio más alta.
Aunque muchas cosas podrían ir mal en los emergentes, añade Zwieg –explosión de la burbuja de deuda en China, expropiación de compañías en Rusia, mayores caídas en los precios de las materias primas, alzas pronunciadas en los tipos de interés en EE.UU.- los precios son tan bajos que los inversores tienen margen de error.
El caso europeo es similar. Hay valores que están cotizando claramente infravalorados con unos sólidos fundamentales y una alta rentabilidad por dividendo. Entre ellos David Herro, vicepresidente de Harris Associates, destaca: BNP Paribas, Intensa Sanpaolo, Lloyds Banking Group, Daimler, CNH Industrial, LafargeHolcim.
Si hablamos de ciclo económico, EE.UU. se sitúa en la última fase del ciclo de crecimiento, mientras que Europa está iniciando las primeras fases. El mayor crecimiento económico estadounidense ha posibilitado un incremento del consumo particular favoreciendo los beneficios del tejido empresarial del país. Ahora bien, se están dando muestras de cansancio, y son ya muchos los que hablan de que EE.UU. podría volver a la recesión en 2017.
Por otro lado, las diferencias en las políticas monetarias son notables. Mientras que la Reserva Federal de EE.UU. está buscando el momento apropiado para subir sus tipos de interés, probablemente será en julio o septiembre, el Banco Central Europeo sigue firme en su intención de mantener su política monetaria ultra expansiva durante mucho tiempo. De hecho se habla de aplicar nuevas medidas no convencionales si fuera necesario.
Una de las principales causas que justifican este buen comportamiento de los títulos de las empresas USA respecto a las europeas es el enorme programa de compra de acciones propias de las primeras. Gran parte de la liquidez que han obtenido las compañías estadounidenses ha sido utilizado en comprar sus propios títulos, lo que para muchos ha mantenido estos en niveles artificialmente altos. Sin embargo, los últimos datos muestran como estas compras están disminuyendo. En un escenario de subidas de tipos la financiación será más cara, y el dinero disponible para apoyar sus acciones será menor.
En resumen, el gap de comportamiento y valoración entre ambos mercados de valores ha alcanzado niveles muy elevados. Esto se ajustará más pronto que tarde, por lo que parece una buena idea pasar las posiciones de EE.UU. a Europa para anticiparse a dicho ajuste.
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